MENSAJE PROFÉTICO PREDICADO EL DOMINGO 21 DE FEBRERO DE 2010, HONDURAS


Para poder referirme a la palabra profética de este año 2010 y aquello que Dios me mostró para este año 2010, yo necesito fundamentarme en algo bien particular que Dios habló en el año 2009.
El 18 de enero de 2009 en Veracruz, México, Dios me dio una palabra profética titulada: "AÑO 2009: SEÑAL DE LOS TIEMPOS". Y en esa Palabra, Dios dijo que el 2009 era un Año que se daba inicio al cambio de la naturaleza de los tiempos en la Tierra.

Cuando yo recibí eso, realmente era algo difícil de digerir y aún difícil de poder entender, porque no es algo para la mente humana, sino para el espíritu, para comprender y discernir espiritualmente.
Dios dijo que este cambio era tan trascendente para la humanidad, que era como cruzar un Jordán, pero no cualquier Jordán, sino el Jordán de los tiempos. Significaba que hasta el 2009 la Tierra había vivido una clase de tiempo, pero a partir del 2009 el mundo entero y la creación, viviría un nuevo tiempo conforme al reloj y al cronograma de Dios.
Pero dijo algo más el Señor, Él dijo que era tan importante este cambio de tiempo, que Él daría dos señales, una en el cielo y otra en la Tierra, que confirmarían que lo que Él estaba diciendo a inicios del 2009, era verdad de Dios y que los tiempos iniciaban el cambio. Eran dos palabras que tenían un tiempo de cumplimiento bien definido, año 2009.
Quiero decirle que ambas señales se cumplieron. Yo quiero solamente mencionar algo que es público, porque esto salió en las noticias públicas y mundiales:

A. Cumplimiento de la primera señal: La señal en el cielo

El primer cumplimiento fue la señal en el cielo, esta señal se cumplió el día 2 de marzo de 2009 a las 8:44 hora del este de los Estados Unidos, cuando se descubrió el asteroide denominado "2009 DD 45", que se ubicó siete veces más cerca de la Tierra que la Luna. Pasó ese asteroide a unos 60.000 Km del sureste del Pacífico en una medida, que dicen, va entre treinta, cuarenta o cincuenta metros de diámetro. Lo importante de esto es que el científico a cargo, aquel que lo descubrió, aquel que... es un científico que trabaja en el Observatorio Australiano de Siding Spring, él dijo lo siguiente:
"Ningún objeto, ningún objeto de ese tamaño o mayor ha sido observado nunca tan cerca de la Tierra".

Hubo objetos de menor tamaño pero nunca objetos de ese tamaño o mayor que hubieran estado en la historia del mundo, tan cerca de la Tierra.
Es más, dice que los tomó desprevenidos porque nunca pensaron que iba a pasar tan cerca de la Tierra y agregó este científico, que un asteroide de las características del DD 45 tiene la capacidad de destruir una ciudad entera, completamente una ciudad.
La primer señal fue cumplida el 2 de marzo de 2009.

B. Cumplimiento de la segunda señal: La señal en la Tierra:

La segunda señal comenzó su cumplimiento en la Tierra, en un ámbito o punto geográfico que fue en México, comenzó a fines de abril de 2009 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunció la emergencia de un novedoso virus, todos lo conocemos. Esto es más público todavía, el virus de la gripe A, H1 N1. Usted sabe que empezó a correr por el mundo, pero el 11 de junio de 2009 la Dra. Margaret Chan, es la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo pública una declaración oficial de este organismo, que elevaba el nivel de alerta al nivel máximo, que es el nivel 6 y dijo textuales palabras la Dra. Chan de esta manera:
Se trata de una cepa de H1 N1 que no había circulado anteriormente en la especie humana. Un virus completamente nuevo...

Éstas fueron palabras textuales de ella.
El mismo 11 de junio, en que la Organización Mundial de la Salud (OMS)  hizo esta declaración de pandemia a nivel 6, en Estocolmo se declaró también, que la H1 N1 era:
"La primera pandemia mundial del siglo XXI".


Ambas informaciones usted las encuentra en sitios oficiales, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), como en el sitio del Observatorio Planetario mundial.
Quiere decir, que hay algo en común que usted puede atar, que usted puede unir de las dos señales...
¿Qué hayan pasado asteroides? Muchos asteroides pasaron.
¿Qué haya habido gripe? Muchas gripes han habido.
¿Qué haya habido cepas diferentes de gripes? Muchas.
Pero escuche algo, hay dos cosas además del cumplimiento de la señal, que me permiten a mí conocer que estas dos señales están referidas a la Palabra que Dios habló.
¿Por qué? Porque en ambos casos estamos hablando de algo nuevo e inédito, algo que nunca antes había sucedido, tanto con el asteroide como con la gripe A, H1 N1, eran cosas absolutamente nuevas, es decir, lo que Dios dijo, lo confirmó.

Es decir, que el mundo y la Iglesia, ¡tienen que saber que Dios habló! ¡Tienen que saber! No es lo importante a través de quién Dios habló, eso no importa. Lo que importa es que el mundo y la Iglesia:

¡Tienen que saber que Dios habló y que cuando Dios habla va en serio, y que cuando Dios habla, tiene un propósito definido. Y que si Dios habla, nosotros tenemos que entender y discernir lo que Dios habla de la manera adecuada, porque un pueblo entendido es el que actúa, porque entiende lo que Dios está haciendo para obrar conforme Dios quiere en la generación que le toca vivir.

Teniendo esto en cuenta, en la Palabra del 2009 hubo profecías como éstas, de cumplimiento en el 2009, y otras profecías que Dios no dio un tiempo preciso de cumplimiento y que se irán cumpliendo en lo sucesivo.
Teniendo esto que estoy diciendo en mente, como base, realmente cuando yo declaré lo que Dios me habló en el 2009, en ningún momento jamás pretendí que Dios tuviera que revelarme por qué. Él decidió, cambiar la naturaleza de los tiempos en la Tierra.
¿Por qué? Sencillamente, Él es soberano, no le debe explicaciones a nadie, ni a sus profetas, a nadie.
Claro que hay un principio de Dios! Que dice: No hará nada el Señor sin revelarlo a sus siervos los profetas... Pero si aún Él lo callara, Él es soberano para callarlo.
Entendiendo eso, nunca fuimos pidiendo una revelación especial, pero hace pocos días atrás yo fui muy impactado porque al Señor le plació revelarme el motivo, la causa principal por la que Él había decidido en el 2009, cambiar la naturaleza de los tiempos.
Cuando esto me ocurrió, me dijo con claridad que yo era enviado con esa Palabra, que la debía declarar porque esa Palabra sería:

¡La voz de un nuevo tiempo a partir del 2010, para la Tierra!
¡Sería una alerta! Un sonido de alerta de Dios, de la gracia de Dios a partir del 2010 para la humanidad.

¿Por qué? Porque el propósito de Dios está escrito y definido. El Señor no quiere... que nadie perezca, el Señor quiere que todo ser humano sobre la faz de la Tierra proceda al arrepentimiento.

Teniendo esto en mente quiero ir al primer punto de la Palabra del Señor, yo no sé si usted está muy apurado, pero yo hoy me voy a tomar tiempo, ¿sabe por qué? Porque si no entendemos en el espíritu lo que voy a decir de parte del Señor, no sólo corremos el riesgo de no entenderlo bien, el mayor riesgo es no actuar adecuadamente como Dios lo quiere, y yo estoy seguro que usted y yo queremos actuar como Dios quiere; no queremos jamás, en lo que esté en nuestro alcance, fallarle al Señor. Entonces, voy a tomar tiempo.




I. Éste es el año de conocer la diferencia entre "el soberano" y "el responsable"

¿Por qué digo esto? Porque para entender la causa por la que Dios cambió la naturaleza de los tiempos a partir del 2009, necesito hacer base y fundamentarme en lo que la Escritura registra acerca de momentos claves en los que Dios, en la historia humana también, cambió la naturaleza de los tiempos.
Si yo puedo discernir y entender las causas por las que Dios cambió en la historia tiempos, voy a entender con mayor razón, qué lo llevó a cambiar estos tiempos a partir del 2009, ¿estoy siendo claro?


1) El doble cambio

El primer cambio, fue un cambio que afectó a todo ser humano.
Yo lo denomino: El doble cambio.
Le voy a decir ¿por qué lo denomino el doble cambio? Porque esto tiene que ver con una frase que Dios le dijo a Adán y a Eva cuando los creó y los puso en el Jardín del Edén; usted recuerda sin necesidad de que abramos todavía la Biblia, que cuando Dios lo puso en esa belleza sobrenatural que sería el Edén bajo todo punto de vista, le dijo una frase, le dijo hablando del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, le dijo:

"... porque el día que de él comieres CIERTAMENTE MORIRÁS".

Ésta no era cualquier palabra de Dios, ésta era una seria advertencia de Dios al ser humano. ¿Por qué? Porque si el ser humano la desoía, la menospreciaba o no la obedecía, el mismo ser humano iba a activar el doble cambio.
¿Cuál es el doble cambio? Para entender el doble cambio tenemos que entender lo siguiente, cuando Dios creó a Adán y Eva, le permitió compartir su eternidad. ¿Qué significa compartir su eternidad? Que Adán y Eva no estaban sujetos a lo que hoy conocemos como "tiempo pasado, tiempo presente y tiempo futuro". Adán y Eva compartían la eternidad de Dios. No estaban sujetos a un calendario ni a un reloj.

El primer cambio que produjo el pecado de comer de ese fruto, fue justamente que a partir de ese momento Adán y Eva conocieron lo que hoy llamamos tiempo "cronos", el tiempo cronológico que marca un reloj.


2) Entró la muerte

No había tiempo cronológico y no había muerte, las dos cosas entraron cuando el hombre desoyó: el día que de él comieres, ciertamente morirás... Es como si le dijera, el día que de él comas tú estarás fabricando un reloj que hasta ahora no existe, que le pondrá límite a los días de tu vida sobre la Tierra.
Es evidente entonces, que la muerte no era parte del plan original de Dios para el hombre y que era el hombre el responsable de hacerla entrar o de dejarla por fuera para siempre.

Ambos cambios, el doble cambio, no sucedió por Dios, no sucedió porque era la voluntad de Dios, el responsable del doble cambio al principio de la Creación fue el ser humano.

¡Déjeme mostrarle un segundo cambio! En Génesis capítulo 5 usted va a encontrar que la Escritura habla de que los hombres, aunque estaban en pecado, vivían mucha cantidad de años, es más, por el versículo 27 de Génesis 5, va encontrar que habla de Matusalén y siempre hacemos algún chiste sobre Matusalén, con alguno de esos que nunca se mueren, como Matusalén decimos. No, pero tanto usted no vive... Él vivió 969 años. O sea que a pesar de que había pecado el ser humano todavía vivía mucho sobre la Tierra, pero un día vino un segundo cambio que también afectó a todo el género humano.
Quiero que lea conmigo Génesis 6:3, dice la Escritura:

"Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre,
porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.

"Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra,
y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos
era de continuo solamente el mal".

Vayamos al versículo 13 por favor:

"Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser,
porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos;
y he aquí que yo los destruiré con la tierra".
Génesis 6:3, 5, 13

Lo primero que veo es que hay dolor en el corazón de Dios, y dice: He visto que la Tierra está llena de violencia a causa de ellos, no tengo alternativa. En primer lugar, es tan malo lo que hace y lo que tiene dentro que no puedo dejarlo seguir viviendo casi mil años.

El segundo cambio, un cambio de tiempo de vida física del ser humano sobre la Tierra. Máximo que vivirás, 120 años y por ahí hubo algo más, porque aún el salmista dice: que vivimos setenta, ochenta y con todo, fatiga y trabajo...
Así que, parece que por ahí se nos acortaron algunos más, que aún hoy es bien extraño encontrar a alguien que cumpla cien, sale por los medios masivos, cumplió cien, ciento diez, alguna persona en el campo. O sea, que Dios le puso un segundo cambio, un límite a la vida de la tierra.

Pero una vez más veo algo, que el responsable del cambio es el hombre y no Dios.
Una vez más, el cambio tiene un causante, una vez más el cambio tiene un responsable y ese responsable no es Dios.
Ahora bien, aún así, con el cambio en su gracia Dios tomó un hombre y dijo, voy a salvar al hombre y a las especies en la Tierra, a través de Noé, que su nombre es "descanso".


3) Tercer cambio

El tercer cambio que voy a referir, no solamente respetando cronología, pero sí lo voy a referir como tercero, es un cambio que no afectó a todo ser humano, sino que afectó a dos ciudades específicas.
Quiere decir entonces que hay cambios de la naturaleza de los tiempos que pueden afectar a la humanidad, pero también veo en la Escritura que hay cambios que pueden afectar regiones, sectores o ciudades.
Este cambio fue para las ciudades de Sodoma y Gomorra.
¿Por qué vino el cambio? Porque cuando usted va a Génesis 18 y leemos juntos el versículo 20, dice allí... ésta es una conversación de Dios con Abraham, Dios le está haciendo conocer a Abraham lo que va a hacer sobre Sodoma y Gomorra. Abraham era amigo de Dios y a los amigos íntimos se les revela los secretos, sólo a ellos, dijo, tengo que revelárselo a Abraham... dijo, mira Abraham:

"...Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más,
y el pecado de ellos se ha agravado en extremo".
Génesis 18:20

Es decir, Dios iba a verificar todos los clamores que habían subido a Él, iba a verificar todos esos clamores, porque dice la Escritura que esos clamores habían subido al extremo en cuanto a la gravedad de lo que estaba ocurriendo en Sodoma y Gomorra... ¿Cuál era la gravedad? La fundamental gravedad que estaba sucediendo en Sodoma y Gomorra, además de todos los otros pecados, era perversión de lo creado por Dios, con respecto al género humano en el sentido de sexualidad, había empezado a cometerse una gran perversión y sobre todo en la homosexualidad.
Cuando uno empieza a leer el capítulo 19, lo que ocurre con aquellos ángeles que llegan a la casa de Lot, se espanta de lo que estaba ocurriendo a la puerta de la casa, cuando hombres estaban golpeando la puerta para decir, ¡Sácanos a esos hombres fuera porque queremos tener relaciones íntimas con ellos!
Usted recordará que es tan grave la escena que aún Lot les dice: ¡No! ¡Les ofrezco mis hijas, pero no los toquen a ellos!
Fíjese lo que era, lo que estaba ocurriendo en esa ciudad.

Dice la Escritura que Dios en esta conversación con Abraham, comienza a recibir de Abraham una oración y una petición, le dice: Señor Tú no eres injusto, Tú no puedes destruir al justo con el pecador, ¡no! ¿Qué Tú hagas tal cosa? No Señor, todo el mundo va a hablar mal de ti.
Y el Señor se puso a escuchar al amigo.
¡Oh! Entonces a ver... Y empezó a decirle: y por tantos... y por tantos... ¿recuerdan, no? Y Dios le decía, por tantos... si encuentro cincuenta no lo hago, si encuentro cuarenta no lo hago, si encuentro treinta no lo hago... Y ahora que ya hablé dijo:
¡La última... la última! ¿Y si encuentras diez? Y le dijo Dios, aún si encuentro diez, tampoco lo haré...
Pero ¿sabe lo que me llama la atención? Que cuando Él dice esto, en el versículo 33 del capítulo 18 de Génesis, voy a leer el 32 para contexto, hay algo que es clave, el 32 dice:

"Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor,
si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez.
No la destruiré, respondió, por amor a los diez.
Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham;
y Abraham volvió a su lugar".
Génesis 18:32-33

¿Por qué Jehová se fue inmediatamente después de que Abraham terminó de pedir diez personas?
Muchas veces, algunos pensamos y hasta creemos, que Abraham si hubiese seguido orando... si hubiese seguido clamando... si hubiese seguido intercediendo... si hubiese bajado el número aunque sea a una persona... Dios lo hubiera escuchado, Dios lo hubiera respondido y Dios hubiera tenido misericordia.
Déjeme decirle que ese pensamiento, aunque es muy bonito y sentimentalmente halagüeño de parte del alma, no proviene de Dios.
¿Sabe por qué Abraham paró? ¿Y por qué Dios se fue? Porque ambos, Dios y Abraham sobre todo, sabía que había un principio espiritual de parte de Dios que él conocía profundamente, entendiendo el diez como algo demasiado trascendente en los principios espirituales de Dios relacionados con la responsabilidad humana. Y se lo quiero mostrar.

Cuando hablamos del número diez, lo primero que le quiero mostrar es que este número diez es importante para Dios. Y quiero hacer un paréntesis muy importante, no quiero hablar de esto, ni siquiera rozando la numerología, quiero hablar de esto y se lo voy a mostrar por la Palabra, que el diez y la responsabilidad humana están ligados como un principio espiritual por Dios y no por el hombre.
Que cuando Dios dice algo diez veces, acabó el tiempo, no lo dice más, porque el "diez", significa la responsabilidad absoluta y total del hombre.

¡Mire lo que puedo encontrar acerca del número diez!
En primer término, es un número de plenitud y perfección en el orden divino. ¿Por qué? Porque marca lo suficiente del propósito de Dios en asuntos de orden divino, y en esos asuntos representa la responsabilidad de la medida humana.

Por ese motivo usted tiene en las manos, en las dos manos, diez dedos... Y en los pies, diez dedos.
¿Usted es totalmente responsable con lo que hace con los diez dedos o es Dios?
Es usted. Dios no le va a parar los dedos, Dios no le va a parar la mano, Dios no va hacer nada. Dios le dijo a usted, tú eres completa y absolutamente responsable de lo que hagas con los diez dedos de tus manos, es decir, con esos diez dedos tú tienes la absoluta responsabilidad de servirme a mí, y con los diez dedos de tus pies tienes la absoluta responsabilidad de seguirme y andar en mis caminos, no soy responsable de que tú me sirvas, ni soy responsable de que camines detrás de mí, tú eres el único responsable.
Nos permite llorar... y llenar el alma de emoción y decir: si Abraham hubiese seguido... Abraham no podía seguir, Abraham sabía un principio de Dios y se lo voy a reafirmar con un pasaje, yo le llamo "demoledor" de la Escritura, en Números 14. Vaya por favor a Números 14 porque hay ahí una perla de gran precio para que usted se de cuenta que esto nada tiene que ver con números, tiene que ver con principios de Dios. En Números 14:20 vamos a ver lo que pasó con los israelitas que se rebelaron contra el Señor y no entraron a la tierra por esa rebelión. En Números 14:19 Moisés está orando a Dios y en el verso 19 Moisés le clama y le dice:

"Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia,
y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
"Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho.
Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra,
todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto,
y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, no verán la tierra
de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá."
Números: 14:19-23

¿Es esto numerología? No. Es un principio divino.
Dios dijo: Yo los perdono, pero nadie puede evitar que mueran, no se puede evitar. ¡Los perdono, Moisés! Pero no puedo evitar que paguen con castigo, porque el diez significa que ahora ya sí, son absolutamente responsables.
Ellos fueron totalmente consientes de las decisiones que tomaron y los hago absolutamente responsables del destino que produjo su propio camino.
¡Poderoso no!

¿Estamos en el año 2010? Y Dios está diciendo que este Año es la voz de un nuevo tiempo y esta voz de un nuevo tiempo, es un sonido de alerta.
Esta voz de un nuevo tiempo, significa que seremos absolutamente responsables de las decisiones que la Iglesia y el mundo estén tomando a partir del año 2010. Porque este sonido y esta revelación de la Escritura y esta revelación del cambio de los tiempos solo viene para advertirnos, solo viene como una advertencia, un alerta de la gracia divina para decir: ¡Cuidado! ¡Los haré absolutamente responsables de sus acciones!

Es más, hay algo que me sorprende en la Escritura, cuando usted lee Génesis 5 hay un detalle conmovedor, porque allí aparecen los nombres de los diez primeros patriarcas, ¡diez!
¿Usted sabe que en el significado de sus nombres está revelado el evangelio?
¡Déjeme mostrárselo!

El nombre Adán, significa hombre.
El nombre Set, significa señalado.
El nombre Enós, significa capaz de morir.
El nombre Cainán, significa triste o lamentar.
El nombre Mahalaleel, significa de la alabanza a Dios.
El nombre Jared,significa uno que desciende.
El nombre Enoc, significa que aprende obediencia o enseñado.
El nombre Matusalén, significa muriendo él enviará.
El nombre Lamec, significa a los pobres humillado.
El nombre Noé, el último patriarca de los diez, significa descanso.

¡Déjeme leer el significado de todos los nombres juntos y usted juzgue!

"Hombre señalado,
capaz de morir triste o lamentando.
De la alabanza a Dios uno que desciende,
que aprende obediencia o enseñado.
Muriendo él enviará a los pobres humillados,
descanso".

¡Jesucristo está escondido en el nombre de los diez patriarcas!
¡Hay poder en el nombre de esos diez porque significaban la responsabilidad de lo que traería el evangelio eterno del Reino de Dios para liberar a los cautivos, para romper las ataduras de los presos, para sacarlos de las cárceles, para llevar un pueblo obediente, fiel, entregado, consagrado a Dios y a sus propósitos!
¡Bendito sea el Rey que declara desde el comienzo, el fin!

¿Estamos entendiendo la responsabilidad del diez?
¿Se dio cuenta, por favor, que no me interesa hablar de números? Pero sí me interesa hablar de los principios que en la Palabra están establecidos.

Así que a Abraham, a Abraham no le faltaba intimidad con Dios, por eso paró en diez.
¿Cómo nos atrevemos a juzgar a un hombre que fue llamado el padre de nuestra fe y que cuando Dios le pidió a su único hijo estaba dispuesto a bajar un cuchillo?
Y a veces decimos, discúlpeme la palabra, cosas necias, sin sabiduría, venidas del alma...
¡Claro que tenía intimidad! Tenía tanta que sin Biblia, sin maestro y sin nadie que le enseñara, sabía que adentro de Dios había un principio espiritual, Diez es el número de la responsabilidad humana, de ahí no se puede bajar, él estaba de acuerdo con Dios.

Así que hermano, cuando usted ve a Sodoma y Gomorra, no había ni, dice la Biblia, ni diez, así que, cuando usted ve quién es el responsable de la destrucción de Sodoma y Gomorra, tendrá que decir que es el hombre, pero jamás podremos decir que fue Dios.


4) Cuarto Cambio

Quiero mostrarle un cuarto cambio que está en Génesis 11, sólo vamos a leer algo de allí, Génesis capítulo 11. Es un cuarto cambio y es un cambio totalmente diferente a los que vimos hasta ahora. Hasta ahora vimos cambios que afectan al ser humano totalmente o a todo ser humano, hemos visto cambios que afectan a ciudades específicas y aquí hay un cambio que se dio muy diferente, porque este cambio sólo afectó el lenguaje, el lenguaje del ser humano sobre la tierra.

Cuando usted va a Génesis 11, usted va a encontrar algo bien poderoso allí. Dice:

"Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.
Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura
en la tierra de Sinar, y se establecieron allí.
Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego.
Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo;
y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje;
y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.
Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua,
para que ninguno entienda el habla de su compañero.
Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra,
y dejaron de edificar la ciudad.
Por esto fue llamado el nombre de ella Babel...

(Porque allí confundió...Babel significa "confusión").

...porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra,
y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra".
Génesis 11:1-9

Déjeme mostrarle una perspectiva, no humana sino divina de este pasaje. Cuando uno lee el pasaje dice, bueno, ¿qué hay de malo en edificar una ciudad y una torre? ¡No tiene nada de malo! ¡A no! Pero lo malo era que ellos estaban pensando en llegar al cielo... No, eso no es lo malo, está más profundo lo malo.
Ellos dicen así: Vamos a edificar esto y la torre tan alta, tan alta que llegue hasta el cielo, por lo siguiente: por si fuéremos esparcidos...
Es decir, no importa en qué rincón estemos, si la torre llega hasta el cielo la vamos a poder ver. Hasta ahí está todo bien...
¿A dónde estaba la rebelión descarada contra Dios? En un principio. ¿No dijo Dios cuando creó a Adán y a Eva: fructifica, multiplica, gobierna y señorea la tierra y ¡llénala?
¿Cuál era el pecado? Que ellos decían, no estamos de acuerdo con esparcirnos sobre la Tierra, no nos gusta Dios tu idea de esparcirnos sobre la Tierra, estamos construyendo lo que estamos construyendo, porque si de nosotros depende, no te vamos a dejar que nos esparzas...
Y Dios dijo, a ver, vamos a bajar... ¡Oh! Tenemos problemas serios... Esta gente empezó este asunto y no van a desistir. Por lo tanto, como mi propósito se tiene que cumplir, vamos a confundir sus lenguas porque es necesario que mi principio de llenar la Tierra se cumpla.
De nuevo, ¿por qué Dios cambió el lenguaje? ¿Y hoy tengo que ir a estudiar inglés u otra lengua? Cuando usted va a otro idioma o va a otro país, y si va a servir a Dios a otro país, tiene que estudiar su lengua, ¿por qué? Porque simplemente, el hombre quiso hacer, llevar adelante, sus propios planes y proyectos.
¡Y déjeme decir algo! Cuando nos proponemos llevar nuestros propios planes y proyectos ¡no escuchamos a nadie! ¡Ni a Dios!

Repito, e incluyo en esta frase a todos los que decimos ser "hijos de Dios", no crea que es sólo para los de afuera:
¡Cuando nos proponemos hacer algo, muchas veces no escuchamos a nadie, aunque Dios lo diga, no lo escuchamos!
Luego al tiempo lloramos, porque lo que nos dijeron era así, pero en ese momento yo estaba ciego porque estaba enfrascado en lo que yo pensaba que debía ser de esa misma manera.
¡Ni a Dios ellos pudieron escuchar y Dios tuvo que cambiar el lenguaje!


5) Quinto cambio

El quinto y último cambio que voy a mostrar para dar base a la Palabra del 2010, es uno de los más importantes, ¿por qué? Porque se va a relacionar directamente con lo que Dios me habló para el 2010.
Por favor, vaya conmigo a Lucas 19, este cambio de naturaleza de los tiempos afectó solamente a Israel. En Lucas capítulo 19 vamos a leer algo importante acerca de lo que hizo Jesús allí. Cuando Jesús entró sentado en un pollino recibiendo las alabanzas del pueblo de Dios, recibiendo sus alabanzas acercándose a Jerusalén, cuando otros decían, páralo de alabar... páralo de alabar... Y Él dijo: ¡Ah! Si estos no alaban, las piedras van a alabar, así que no puedo parar de alabar... Pero cuando llegó cerca de Jerusalén, ocurrió algo, dice que lloró por la ciudad de Jerusalén. Pero en esas palabras hay algo especial. Versículo 41:

"Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo:
¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!
Mas ahora está encubierto de tus ojos.
Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado,
y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra,
y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra,
por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación."
Lucas 19:41-44

¿Por qué iba a sufrir esta clase de cambio tan radical, tan voraz Israel? Sencillamente, porque cuando el Mesías de Dios vino a la tierra lo rechazaron, no reconocieron que el Mesías era el tiempo de la visitación... la grandiosa visitación de Dios para Israel. Desconocieron ese tiempo, no conocieron que ése era un tiempo de gracia y de visitación, y esto trajo aparejado sobre ellos la consecuencia del rechazo del Mesías Jesucristo.
Es más, cuando uno va a Lucas 23, no lo vamos a leer, hay unas mujeres que están llorando por Jesús mientras Él lleva la cruz, pero resulta que Él se detiene, es el único momento en que se detiene y le dice a las mujeres: sí, efectivamente es tiempo de llorar, pero no de llorar por Mí, sino de llorar por ustedes y llorar por sus hijos, por lo que vendrá sobre Jerusalén.

Es decir, Jesús no estaba pidiendo que lloraran por Él ni por su sufrimiento, Jesús les estaba diciendo a ellas claramente, ustedes no saben lo que viene para ustedes, no para Mí, a causa de este rechazo.
La historia cuenta —usted puede ir a los libros, al internet, dónde usted quiera—, la historia cuenta claramente que, en el año 70 DC el Emperador Tito de Roma, destruyó de una manera tan impresionante a Jerusalén, que literalmente no quedó piedra sobre piedra, es más, algunos datos históricos dicen que toda Judea se convirtió en ruinas, que murieron más de un millón cien mil judíos, que más de noventa y siete mil fueron esparcidos o esclavizados, que desde el punto de vista histórico, escuche bien, la derrota de los judíos fue una de las causas de la Diáspora. Es más, numerosos judíos se dispersaron tras perder el Estado, y algunos de ellos fueron vendidos como esclavos en diferentes lugares del Imperio Romano.
Fue una de las mayores catástrofes de la historia judía que acabó, escuche esto, con la historia del Estado Judío en la antigüedad. Y cuánto le costó esto a Israel, volver a ser Nación, volver a tener un Estado.

Desde el punto de vista religioso llama la historia, la destrucción del Templo de Jerusalén supuso, la pérdida espiritual más importante de los judíos que todavía hoy recuerdan en el día de duelo, en el día de duelo en el que lloran en esas paredes.
Es decir, cuando recorremos el trayecto de la historia humana y los cambios en la naturaleza de los tiempos, me hice una pregunta, la siguiente, ¿hizo Dios estos cambios en su calidad de Soberano, de manera arbitraria, sin motivos que fundamenten sus decisiones?
Lo resumo en una frase, la respuesta la tengo en una frase, para mí la frase más importante de las que leí para entender la respuesta a esta pregunta, es lo que Dios dijo de los hombres cuando estaban construyendo la ciudad y la torre en Babel, cuando dijo: y han comenzado la obra y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.

La historia dice que Dios es amor y en su amor jamás usó su soberanía para actuar arbitrariamente, no hay un solo texto bíblico, no hay una sola palabra que me demuestre que el Dios de amor actúa arbitrariamente, ni sobre la Creación, ni sobre el Cielo, ni sobre la Tierra, ni sobre el Universo, es más, ni sobre Satanás ni sus huestes Él actuó arbitrariamente, porque cuando podía haberlo destruido el día que cayó, por ser Dios dijo: así no, de igual a igual, destruiste un hombre te voy a destruir como hombre... Y se encarnó el Dios Eterno.
¡Nunca! escuchen los cielos; ¡nunca!, escuche la Tierra; ¡nunca!, escúchenlo Ángeles; ¡nunca", escuchen los demonios; ¡nunca! podremos acusar a Dios de arbitrario, de que lo hizo porque es Soberano... ¡Alábele bien! Bendito seas Rey, para siempre es tu fidelidad, tu amor no tiene límites no se puede contener. ¡Bendito seas!




II. Éste es un año de conocer la diferencia entre "voluntad" y "consecuencia"

Por lo que hemos analizado ya entendimos, creo, claramente que todo cambio en la naturaleza de los tiempos, fue causado por el hombre y no por Dios y fue causado por la maldad del hombre y fue causado por el rechazo del hombre a la persona de Jesucristo como el Mesías.
Es más, usted puede usar hoy el Nombre de Dios donde quiera pero nunca se atreva a decir que Dios es Jesucristo, porque ahí empieza el problema. Mientras que hablemos de Dios parece que todos estamos de acuerdo, total tú tienes en tu mente tu dios, yo tengo en mi mente mi dios y el otro tiene en su mente su dios, pero cuando tú dices no, no... No, pero Dios, el verdadero Dios es Jesucristo, dicen no, eso es orgullo y eso es discriminación... Acuérdese esa palabrita, discriminación.
No puedes tú creer que sólo tú tienes la verdad y el verdadero Dios, hay muchas culturas en el mundo y cada uno interpreta a Dios como mejor puede. Usted diga que Dios es Jesucristo y empiezan los verdaderos problemas.

Habiendo entendido esto, todos nosotros sabemos que hoy está vigente el maravilloso Nuevo Pacto de la Gracia en Cristo Jesús. Cuántos millones y millones en el mundo disfrutamos de la bendición de ser hijos de Dios, ¿sí o no?
¡Bendito sea el Pacto Eterno en Cristo!
Debemos entender que aún el cambio de la naturaleza de los tiempos no ha afectado al Pacto, el Pacto continúa, el Pacto de Gracia continúa y continuará, pero también no podemos hacer la vista gorda a un costado y no darnos cuenta que en verdad, las naciones, los gobiernos, no han entregado el gobierno ni han reconocido a Jesucristo como el Rey, como el que debe gobernar la vida y el que debe gobernar las naciones, ¿también somos claro en esto?
Con fundamento en todo lo que acabamos de ver es que podemos entonces interpretar correctamente lo que el Señor me habló.
Todo esto necesitaba para hablarle lo que Dios me dijo, porque si no lo hago corremos el riesgo, no de mal interpretarme a mí, que no tengo problema con eso, sino de mal interpretar lo que Dios diga y no poder nosotros actuar como el Señor quiere.


El Señor me dijo así; con respecto al mundo y a las naciones...

“…por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación”.
Esa frase “…por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación” (Lucas 19:44b),
fueron las palabras que usó para revelarme que hasta el año 2009,
Dios había extendido un tiempo de visitación especial sobre el mundo entero.
Durante todo ese tiempo de visitación especial Dios estuvo deteniendo
muchas de las consecuencias que debería haber sufrido
el hombre y la Tierra a causa de su maldad y de su pecado.
¿Para qué Dios lo detuvo? Para que el hombre alzara los ojos y dijera:
evidentemente, que no estemos cosechando lo que hemos estado sembrando,
es que Dios nos está llamando a que nos acerquemos a Él, a que nos arrepintamos,
a que le demos el gobierno de nuestra vida y el gobierno de nuestras naciones.
Es decir, era una manifestación abundante de la gracia de Dios
para que el hombre, al ver que no estaba recibiendo realmente
lo que había cosechado de maldad, se diera cuenta y dijera,
¡Dios mío qué bueno eres! ¡Cuánto me amas! ¡Quiero rendirme a ti!

Es demasiado serio lo que Dios me dijo. No se puede escuchar estas palabras de Dios y no hacer menos que temblar, porque usted y yo estamos en este planeta llamado Tierra, porque usted y yo estamos inmersos en la realidad que las naciones sufran, aunque estamos cubiertos por el Señor, claro que sí, pero no por eso no se van a sufrir consecuencias, hay cosas que se van a sufrir, que son generales, que tocan ciudades enteras, aunque seamos los justos del Señor. Claro, nuestra diferencia es cómo actuamos frente a eso, qué es lo que tenemos, pero sí se sufre.

Cuando yo entendí esto me di cuenta de algo, si usted es sólo un poquito observador, pareciera que cuando empezó el primero de enero, así lo digo, primero de enero de 2010, cambió el reloj, porque empezaron a ocurrir una tras otra, eventos, hasta hoy, 21 de febrero de 2010, enero y febrero fue impresionante: desde el desastre de Haití, las nevadas en el mundo, en Estados Unidos como nunca antes, las cosas que empezaron a suceder fue tan claro para mí, fue tan claro decir, sí Señor, en verdad Tú iniciaste este cambio en la naturaleza de los tiempos, en verdad hemos iniciado algo que nosotros no entendemos realmente qué es lo que ha pasado.
Es decir, lo que veremos a partir de ahora, a veces lo queremos tomar como un juicio de Dios. ¡No! Entiéndame por favor, lo que veremos a partir de ahora, más que un juicio de Dios es simplemente que comenzaremos a cosechar lo que el mundo sembró en cuanto a maldad. Es decir, Dios le quitó las manos a lo que lo detuvo y dijo adelante, necesita suceder, porque si no sucede...
No me reconocieron en la prosperidad entonces, necesitarán  reconocerme en el sufrimiento. ¿Sabe por qué? Porque si no lo reconocemos ni en la prosperidad ni en el sufrimiento, las cosas que los hombres hacemos solamente nos llevan a nuestra propia destrucción y Dios no quiere que el hombre se destruya a sí mismo.
Otra vez, este sonido de alerta, esta voz de un nuevo tiempo se levanta para manifestar un día más de gracia en Dios, para el mundo y para las naciones.

Por eso hermano cuando usted lee Juan 3, versículo 16, quiero que lea conmigo algo que va a decir, ¡hermano, pero escúcheme! me está leyendo algo que es lo básico del evangelio... Sí. Le voy a dar algo muy básico del evangelio, pero vamos a ver algo muy importante relacionado con esto, Juan capítulo 3:

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él.
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado,
porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres
amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas."
Juan 3:16-19

Este pasaje muy conocido demuestra algo, que cuando Jesús vino como enviado de Dios, vino con un objetivo: salvar al mundo. No lo vino a condenar, lo vino a salvar.
Sin embargo, también este pasaje me hace ver que existe condenación. Pero escuche bien, la condenación, ¿existe por voluntad de Dios? Ahí dice: que la condenación es la consecuencia, una vez más, de rechazar a Cristo.
Hay que poner la palabra condenación en su lugar exacto y entenderla en su contexto. Esta palabra condenación no está ligada a la voluntad de Dios, está ligada a la consecuencia del rechazo a Cristo.
Quiere decir que cuando Cristo llega hermano, es una bendición y un problema.
La bendición es, que si realmente me arrepiento y lo recibo, yo soy un bendito de Dios.
El problema es, que si yo no me arrepiento y no lo recibo, soy condenado, porque la llegada de Cristo es la llegada de una palabra muy importante para este tiempo: definición —más adelante hablaremos de esa palabra—, definición.
Siempre que llega Cristo, define. Cristo nunca llega a un lugar para que las personas se tomen mucho tiempo para cambiar, cuando Cristo llega te tienes que definir. No hay más tiempo... Llegó, te defines; no te defines, te condenas a ti mismo, no es que te condena Dios.
Pero hay un pasaje en Juan 3:36 que aún es más grave que esto, porque Juan 3:36 dice el mismo Jesús:

"El que cree en el Hijo tiene vida eterna;
pero el que rehúsa creer en el Hijo
no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él."
Juan 3:36

Aquí hay una combinación, aquí veo yo una combinación, yo le llamo: la conjunción del desastre.
¿Qué es la conjunción del desastre? Una persona que no sólo está condenado por haber rehusado a Cristo, sino que además ahora, la Biblia dice, que la ira de de Dios está sobre él.
Quiere decir que cualquier persona, cualquier nación de la tierra que esté rechazando a Cristo, no sólo está condenada, la ira de Dios está sobre él... o sobre ella. Esto dice la Palabra de Dios.
No es la clase de bendición que nosotros solemos largar así, sin entendimiento, la Biblia dice, Dios afirma que quien rechaza a Cristo ya está condenado y afirma que la ira de Dios está sobre él.
Es decir, que el ser humano tiene que entender lo que no ha querido entender. Hermano, el mundo debe entender y nosotros debemos entender, que las cosas del Espíritu son sencillas:

Sólo existen dos reinos, el de Dios y el de las tinieblas.
Solo existen dos gobiernos, el de Cristo o el del diablo.
    (Si no vivo bajo el de Cristo, quiera o no quiera voy a vivir bajo el del diablo).
Sólo existe en el mundo dos clases de seres humanos: hijos de Dios, e hijos del diablo.
    (Me guste o no me guste, Jesús lo estableció así).
Solo existen dos condiciones eternas: salvación y condenación.
Solo existen dos estados eternos: vida eterna y muerte eterna.
Solo existen dos destinos: Cielo o llamemos presencia de Dios o infierno.

El mundo, las naciones y a veces la Iglesia, no han querido entender que esto es a rajatablas, que no hay terceras opciones, que no hay posibilidad alguna de neutralidad.
...¡Ay mira, no es del Señor, pero es tan buena persona! No, la Biblia dice que es un hijo del diablo, Jesús dice que es un hijo del diablo, y yo tengo que estar de acuerdo con Jesús, por más buena persona que parezca. No voy a estar de acuerdo contigo porque no es lo que Dios dice. Humm...
Hasta que no se entregue a Cristo seguirá siendo un hijo del diablo porque el pecado original lo convirtió desde que nació, en un hijo del diablo, hasta que ese pecado original es quitado sólo por uno, por Cristo.
¡Sólo Él quita ese pecado original!

Y se lo voy a demostrar aún con la Palabra que esto es así, que todo cambio en la naturaleza de los tiempos es un alerta de misericordia, un acto poderoso del amor y la gracia de Dios.




III. Éste es el año de conocer las señales como un "preámbulo"

Año de conocer las señales como un preámbulo. Las dos señales del 2009, ¿por qué digo que son preámbulo, que sirven como advertencia, que sirven como introducción? Porque nos sirven para aprender y saber lo que va a venir en el mundo a partir de ahora, tanto en la Tierra como en el cielo. Es decir, una señal, lo que me muestra es lo que viene por delante, ¿tanto dónde? En la Tierra como en el cielo, porque la señal no fue única, fue doble, una en el cielo y una en la Tierra, ambas cumplidas. Esas señales son preámbulo de que no sólo ocurrirán cosas en la Tierra, también ocurrirán cosas en el cielo, de aquí en adelante y no nos deben sorprender.
El Salmo 127, quiero que lo leamos, yo sé que lo conocemos pero quiero leer sólo un versículo de ese Salmo. Salmo 127:1:

"Si Jehová no edificare la casa,
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad,
En vano vela la guardia."
Salmo 127:1

¿Qué está pasando? ¿Cuál es? ¿Qué es lo que está pasando con las señales? Es algo muy simple: el ser humano y las naciones están tratando de edificar y de proteger a través de sus propios esfuerzos, rechazando la intervención divina.
El humanismo dice: somos poderosos, podemos, tenemos la capacidad, tenemos la autoridad y el poder para cubrirnos, protegernos y edificarnos a nosotros mismos, no necesitamos intervención de nadie, ni siquiera de Dios; sólo necesitamos poder construir todo lo necesario para protegernos y todo lo necesario para edificar la generación en la que vivimos y las futuras... Pero sacando a Dios de la escena.

La Biblia dice: Que no importa cuánto el hombre edifica, si Dios no lo edifica se va a venir abajo. La Biblia dice, que no importa cuánto el hombre haga para protegerse, todo lo que levante para protegerse se vendrá abajo y será frágil y después de gastar millones o trillones de dólares, encontrará que la cosa más simple violentó su seguridad... Y se agarrarán la cabeza diciendo, ¿cómo pudo ser? Si esto era impenetrable, nadie podía romper la barrera de esta seguridad... Pues Dios le demuestra que sí se rompió la barrera de la seguridad, porque si Él no protege, no hay nada que hacer.

Es más, desde los más altos estratos de poder se está esgrimiendo una basura intelectual humanista que le está diciendo al hombre que las leyes y los gobiernos del mundo no tienen nada que ver con Dios.
¿Por qué? Porque dicen, si hablamos de principios de Dios puestos en el hombre y en la Tierra, ya estamos hablando de temas de religión, y si hablamos de temas de religión eso es algo privado que tiene que practicar cada uno en su casa y en su ámbito, pero no hay derecho de traer temas de religión a la mesa de las leyes, a la mesa de los gobiernos y a la mesa de las naciones.

¿Qué se está tratando de hacer con esto? Muy sencillo, esta basura humanista es bien pervertida, bien perversa y lo único que está tratando de ignorar es lo siguiente:
Que no es la obra, sino el Creador de la obra el que determina el propósito de lo que Él creó.
Es decir, cuando hablamos de principios de Dios colocados en la Tierra y en el hombre no estamos hablando de religión, estamos hablando de principios, de principios de creación; si esos principios de creación se pervierten el hombre se autodestruye y la Tierra se destruye a sí misma.
Porque no son temas de religión, no puedes quitar a Dios de la escena humana porque Dios es el creador de ese hombre, no puedes desligar al Creador de la criatura y pretender que la criatura sin pervertirse continúe funcionando adecuadamente, eso es imposible. Porque cuando Dios hizo al hombre, no sólo lo hizo como criatura, escucha bien, lo hizo como su representante. Para que fuera su representante tenía que tener el mismo pensamiento que Dios, las mismas ideas de Dios, el mismo espíritu de Dios y tenía que representarlo en la Tierra para hablar lo que Dios hablaba.
El hombre no puede, como cualquier animalito decir, está aparte de Dios, no. Porque el hombre fue creado como embajador de Dios en la Tierra.
El Dios que es Espíritu y no tiene carne, hizo hombres de carne y hueso para que lo representen en el ámbito en que se necesita carne y hueso.
Pero ésta es la basura humanista que se está levantando...

Es más, usted comenzará a ver que se levantan cada vez más leyes contrarias a los principios divinos, más y más. Y yo sé que la Iglesia, vamos a luchar, yo sé que la Iglesia, vamos a orar, yo sé que haremos todo lo que está a nuestra mano, pero también sé y entienda que: Hay planes que se están llevando adelante que preparan el camino de Jesucristo y el Señor mismo dijo que cuando Él venga, van a ser como los días de Sodoma y como los días de Noé, Él lo dijo.

Por lo tanto habrá leyes anti Dios todo el tiempo, que estén pervirtiendo completamente al ser humano, cada vez más usted verá la aprobación de esta clase de leyes, gobiernos que no se entregan al Señor.

IV. Este es el año de conocer la diferencia entre “hijo” y “descendiente”



¿Cómo? ¿Si soy descendiente, no soy hijo?
Cuando alguien desciende de alguien, es el hijo de alguien, ¿no?
Bueno, le voy a demostrar que Dios no piensa así, le voy a demostrar que en la Biblia no se piensa así, que no es la manera que pensaron ni los profetas, ni Jesucristo el Señor; que Él establece una diferencia entre hijo y descendiente.

Cuando Juan el bautista comenzó su ministerio, hizo algo bien particular, porque cuando Juan comienza a bautizar la gente, ve que las multitudes vienen, y las palabras de Juan fueron bien definitorias al respecto de esto. Él veía que algunos de los que venían eran bien hipócritas... bien hipócritas. Y entonces, para que nadie se engañara creyendo que como eran israelitas y tenían por padre a Abraham, ahora que tenían por padre a Abraham, si se bautizaban con su bautismo, que era bautismo para arrepentimiento, ya estaban libres. Juan dijo: No, no, no… cuidadito... yo no voy a dejar que nadie se engañe. Y entonces usó estas palabras:

"Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles,
y todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado fuera."

Entonces, el Señor me mostró el hacha en dos sentidos muy diferentes, bien poderosos, y lo más extraño que me pasó es que me mostró que el hacha es un instrumento de misericordia. 
Yo dije: ¿Cómo... cómo? Si yo... ¿Lo que? Lo único que me parece ahí leer es que el hacha es un... Es decir, cuando se usa el hacha es un asunto de juicio, es un asunto de cortar lo que anduvo malo y echarlo al fuego. ¡Es lo que veo!
Entonces, el Espíritu Santo, abrió mis ojos para yo viera lo que no estaba viendo en el escrito, me hizo ver algo importante porque me detuvo los ojos en una palabrita, porque Juan cuando usó esto del hacha, dijo textualmente esto, en el original usted lo va encontrar así:

"Y ya también el hacha... ya también el hacha."

Ya... Ya significa tiempo presente.
Quiere decir, que cuando el Espíritu de Dios guió a Juan a hablar, lo guió a hablar en presente, es decir, que esa hacha no sólo se podía estar refiriendo al hacha que Dios usará en su juicio, cuando va a cortar a los árboles malos y los va a echar al fuego, quiere decir, que lo que estaba haciendo Juan el bautista en ese momento con sus palabras, eran un hacha, porque dice: el hacha ya está puesta, si dice ya, está diciendo tiempo presente.

Mis ojos espirituales fueron abiertos a esta verdad cuando entendí que el ya, significa ahora mismo.
Juan está diciendo: ¿Saben una cosa? el hacha ya... en este presente y ahora mismo, ya está puesta a la raíz de los árboles.
Así que, si yo diría que Juan sólo dijo esas palabras para referirse al hacha del juicio de Dios en el futuro, no estaría siendo fiel, completamente fiel al texto de la Palabra. El texto dice que Juan utilizó ya, y ese ya significaba presente, ahora mismo.
¿Por qué Dios guió a Juan a usar eso de esa manera? Por lo siguiente: Porque Dios estaba guiando a Juan, escuche esto —qué grandioso es el Señor—, a usar la Palabra del Señor como un hacha que ya estaba puesta a la raíz de los malos, esos hipócritas que venían sin arrepentirse, escuche, para esto: para darles la oportunidad a esos hipócritas que ya... ya se arrepintieran y que de verdad, de malos árboles se transformaran en buenos árboles.

Entendí, el hacha no sólo como el hacha del juicio en el tiempo venidero, sino que Juan estaba siendo usado por el Señor para usar el hacha en ese momento, pero en ese momento no era un juicio condenatorio. Las palabras de Juan aunque eran fuertísimas, eran muy fuertes, eran unas palabras que obligaban a definir a esa gente, que le decía, mira, tú eres hipócrita cuando vienes aquí, pero aun así hipócrita como eres, Dios te ama, por eso está poniendo el hacha al pie de tu vida.
¡Arrepiéntete ahora, para que Dios no te tenga que cortar después!

El hacha no era algo sobre el futuro, era algo del presente. Cuando Juan la usó se volvió en la mano, las Palabras de Dios se volvieron en la mano, ¡el hacha de la misericordia de Dios!
Por eso Juan se trasformó, escuche, ¡en la voz de un nuevo tiempo! ¿Por qué? Porque a través de su declaración, a través de su voz, lo que él hizo es decirle a los malos: todavía tienes un nuevo tiempo... ¿Un nuevo tiempo de qué? De salirte de árbol malo y volverte árbol bueno, de salir de persona hipócrita y realmente entregarte de corazón y arrepentirte de tus pecados.
¡Bendita sea el hacha!

¡Dios está regresando su Palabra como hacha!
Este día Dios está trayendo la Palabra como hacha, pero no es un hacha para cortar a la gente, para cortar a las naciones y desecharla, ¡no! Es un hacha a tiempo, que te la pone para que la veas y te des cuenta que Él no quiere cortarte, pero que si no te obliga a definirte te tiene que cortar y Él no quiere cortarte... Por lo tanto está diciendo a las naciones, al mundo, a mí y a ti: ¡arrepiéntete, para que no te corte!

Mis ojos fueron abiertos a entender, claro, uno escucha hacha... juicio... hacha... juicio... ya lo damos por hecho. Pero cuando el Espíritu Santo abre los ojos, uno entiende que aún en el hacha de Dios hay misericordia, aún en la palabra más terrible y fuerte de Dios ¡hay misericordia!
¡Por eso! ¡Por eso! ¡La voz de un nuevo tiempo!
¡Por eso lo que Dios nos está mandando a declarar y cómo nos está mandando a actuar!

Acabamos de ver el hacha como instrumento de misericordia, pero también vi que Juan usó el hacha como instrumento de definición.
Le dije antes que íbamos a usar esta palabrita: definición. Porque otra cosa que dijo Juan en Lucas 3 verso 8, no lo busque, dijo así:

"Y no comencéis a decir
dentro de vosotros mismos
tenemos a Abraham por padre."

Es decir, no vengan a mí con esa falsa seguridad de que porque son israelitas y descendientes de Abraham, ustedes se enorgullecen de que Abraham es su padre, no me vengan con eso porque Juan dice, ahora voy a usar el hacha más difícil que ustedes van a tragar hoy, ¿saben cuál es? La de decirle que Dios es capaz de levantar hijos a Abraham de estas piedras —seguro habría unas piedras ahí que señaló—. Es decir, ¿ustedes se creen hijos de Abraham? No... no... no… momentito no... no... no… Su condición de israelitas no los convierte en hijos.
Es decir, bajo la visión de Dios, quien no tiene la naturaleza de Dios nunca es hijo.

En la historia humana, no nada más que en la gracia, en la historia humana toda, su Biblia dice que el que es hijo, tiene que actuar como el padre, si no actúa como el padre se lo considera descendiente pero no se lo considera hijo. Por eso Juan no los consideraba hijos, sólo descendientes... No digan ustedes: a Abraham tenemos por padre.

Pero me llama la atención, que luego veo a Jesús, en Juan capítulo 8, no lo leo ahora, hay un pasaje, pero fuerte, bien fuerte... Dice que había unos judíos que habían creído en Él. El original griego parece decir que no era que habían creído sino que le habían creído a Él, es decir, que le habían creído a las palabras que Él decía y empezó Jesús: Si permanecen en mi palabra, fieles a mí, serán verdaderamente libres.
Y ya pararon los oídos y dijeron: ¿Qué es eso de que...? ¿Cómo... cómo, cómo que verdaderamente libres? Si nosotros somos hijos de Abraham y nosotros nunca fuimos esclavos de nadie…
¡Ahora además de ciegos son tontos! Porque parece que se olvidaron que sí habían sido esclavos: de Babilonia, de Egipto, de Egipto primero y de Babilonia después y también dominados por el Imperio Romano... Parece que se olvidaron... ¡Nosotros nunca fuimos esclavos de nadie! ¿Ah, sí? Dice: Yo les digo que sí, dice el Señor, que ustedes son esclavos.

Entonces, me doy cuenta en el capítulo 8, ahora sí vamos a leer un versículo, Juan 8, en esta misma conversación, es una discusión fuerte realmente la que aquí ocurre, pero el versículo 39, Juan 8:39, miren lo que ocurre ahí, estos hombres le respondieron a Jesús y le dijeron, en el verso 39:

"Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos...
Y eran judíos.
...de Abraham, las obras de Abraham haríais.
Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad,
la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.
Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.
Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación;
un padre tenemos, que es Dios.
Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios,
ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido,
y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer.
El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad,
porque no hay verdad en él.
Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira."
Juan 8:39-44

¿No me diga que estas palabras no son un hacha? Sí, pero son un hacha de definición.
¿Usted cree que son palabras que no tienen misericordia? Se equivoca.
Jesús les está diciendo, ustedes acaban de creer a lo que yo dije, pero en realidad ustedes no creen en Mí y se los voy a demostrar, voy a poner el dedo en la llaguita para que se den cuenta, cuando yo hable simplemente que ustedes no son hijos de Abraham, ahí se va a notar lo que ustedes son.
Cuando ellos se enojaron hasta le dijeron que tenía demonio, por las cosas que estaba diciendo.
Jesús les dijo, ustedes son israelitas, pero en realidad ustedes son hijos del diablo.

Es decir, que nada nos libra de llamarnos cristianos y ser hijos del diablo.
Porque llamarme cristiano no me hace hijo de Dios, cristiano me hace si tengo la naturaleza de Cristo, si no la tengo me puedo llamar cristiano, siendo un hijo del diablo.

¡Jesús usó el hacha como un instrumento de definición!
Porque hermano, el nuevo tiempo es tiempo de usar el hacha de Dios para definir a la gente y no entienda el hacha como palos en la cabeza y no entienda el hacha como condenación, entienda el hacha en el Espíritu correcto usado por Juan y usado por Jesús, para que esa hacha traiga tal temor de Dios en los corazones que la gente esté obligada a definirse.
Pero lea conmigo Romanos 9 porque lo define mejor. Romanos 9 lo resume de una manera el apóstol Pablo por el Espíritu, la diferencia entre hijo y descendiente, que me llama la atención. En Romanos capítulo 9 versículo 6, dice así acerca de Israel, 9:6:

"No que la palabra de Dios haya fallado;
porque no todos los que descienden de Israel son israelitas,
ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos;
sino: En Isaac te será llamada descendencia.
Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios,
sino que los que son hijos según la promesa
son contados como descendientes.
Porque la palabra de la promesa es esta:
Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo."
Romanos 9:6-9

¿Se da cuenta cómo lo dividió?
Pablo dijo sencillamente esto: ser descendiente es una cosa puramente carnal que depende del parentesco familiar que viene de los lazos humanos de sangre, pero ser hijo, requiere de algo profundamente espiritual, un cambio de naturaleza, un cambio de esencia. Para que alguien sea hijo de Abraham no cuenta si trajo la sangre de la descendencia de Abraham, la humana, lo que cuenta es si adentro de él tiene la misma esencia, la misma naturaleza de Abraham con la cual me amó, con la cual me obedeció y me amó más que a nada ni nadie en el mundo, lo cual demostró aún ofreciendo a su hijo Isaac, el de la promesa.
Para Dios hay un abismo entre: descendiente e hijo.
Si somos hijos de Dios, ¿podemos tener un pensamiento diferente? ¿Podemos? Sí podemos, pero ¿debemos? ¡Ah! No debemos…
Tenemos que estar de acuerdo con Dios, porque a Dios no le vas a ganar aunque razones y le digas que no te parece justo, tú vas a terminar perdiendo y Él va a terminar ganando. ¡Nunca he visto que le gane un round! Termino con el ojo hinchado y knock out, no respirando por... no sé… ahí inconsciente por más de diez minutos… nunca le he ganado.

Si entiende esto, quiero mostrarle el último punto en esta tarde:




V. Éste es el año de conocer "el secreto de Jonás"

Usted va a decir, pero si yo leí el librito ése de Jonás, cuatro capítulos, chiquito y yo no encontré ningún secreto. Mire, en un ratito le voy a decir algo que Dios me mostró de Jonás y que hemos sido bastante injustos con Jonás, pero no importa, ahora voy a eso…
Ahora déjeme mostrarle algo antes de llegar a Jonás. Cuando Jesús inició su ministerio ¿Con qué palabras inició? Con estas: Arrepentíos y creed en el evangelio.
La primer palabra salida de la boca de Jesús públicamente fue: Arrepentirse.

Quiere decir que, a partir de ese día el Señor estableció en la Tierra ¡la voz de un nuevo tiempo! Porque Él estaba estableciendo un orden para ser un hijo de Dios y para entrar al Reino. Dijo: el orden es preciso y es contundente.
¿Primero, qué? Arrepentimiento.
¿Segundo, qué? Creer en el evangelio.

Muy bien, cuando yo entiendo esto me doy cuenta que si alguien pervierte esto, lo da vuelta o quiere cambiar el orden... No, primero creer en el evangelio, después vemos si nos arrepentimos… Evidentemente según Jesús, no puede transformarse en un hijo de Dios, no puede hacerlo, sencillamente porque Él estableció primero arrepentimiento y después creer en el evangelio.
Teniendo como base esto, hace unos momentos hablamos de la diferencia entre hijo de Abraham y descendiente de Abraham.
Ahora le quiero mostrar la diferencia entre descendientes de Dios e hijos de Dios.

¿Sabe a quiénes llamo descendientes? A una multitud de gente de las naciones del mundo que ha estado por años recibiendo un evangelio editado, un evangelio adulterado, un evangelio que se lo han vendido y lo han creído como el verdadero evangelio, es un evangelio dónde sólo se exalta y se predica la segunda parte, la parte bonita, la parte que no me trae a mí ningún sacrificio, la parte que me bendice, la parte que dice, ¡cree en Jesús, ven a Jesús, cree en Jesús!
Pero en ese evangelio editado no hay enseñanza, ni hay énfasis de la primera parte del evangelio del Reino, que requiere que los que vengan a Jesús, primero pasen por algo llamado, arrepentimiento genuino de sus pecados.
Todos aquellos que están creyendo este evangelio editado de creer en Jesús sin experimentar en su vida un verdadero arrepentimiento, son descendientes de Dios pero no tienen la naturaleza de Dios adentro.

Dios trajo una preocupación enorme a mi corazón acerca de esto. Me dijo:
Éste es el mayor peligro que está sufriendo no sólo la iglesia, el mundo.
Hay gran cantidad, pero gran cantidad en el mundo, que están como Israel, creídos que son hijos, cuando en realidad son descendientes.

Hermano escuche, vaya a Lucas 13, porque les quiero mostrar algo. Jesús fue muy enfático con el arrepentimiento. Ni siquiera estoy hablando de los apóstoles, estoy hablando de Jesús. No sólo empezó, la primer palabra que salió de su boca, fue que nos arrepintamos, sino que en Lucas 13 le voy a mostrar algo bien fuerte, Lucas 13 verso 1 dice así:

"En este mismo tiempo estaban allí
algunos que le contaban acerca de los galileos
cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos.
Respondiendo Jesús, les dijo:
¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas,
eran más pecadores que todos los galileos?
Os digo: No; antes si no os arrepentís,
todos pereceréis igualmente.
O aquellos dieciocho
sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató,
¿pensáis que eran más culpables
que todos los hombres que habitan en Jerusalén?
Os digo: No; antes si no os arrepentís,
todos pereceréis igualmente."
Lucas 13:1-5

Si usted se fija algo, aquí nunca menciona el creer en el evangelio.
Lo único que menciona: es el arrepentimiento.
Y dice: Por más israelitas que seamos, como estos galileos y de Jerusalén, por más que creamos ser, si ustedes no se arrepienten igual que los demás…
¡Ay, lo que les pasó a aquellos, qué pecadores terribles serían! ¿Qué? ¡Ah! Porque,  ¿tú te crees mejor? No mi querido, si tú no te arrepientes vas a padecer igualmente que ellos.
Por eso en Lucas 15 usted tiene tres parábolas: la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo perdido o el hijo pródigo. Si usted lee las tres parábolas, en las tres parábolas lo que Jesús enfatiza y enseña, ¿sabe qué es? Arrepentimiento.

"Hay más gozo en los cielos,
... por un pecador que se arrepiente,
que por noventa y nueve justos
que no necesitan arrepentimiento."

Escuche lo que estoy profetizando. ¿Cómo va a ser legal? Muy sencillo: Si usted predica arrepentimiento, usted va a ser acusado de violentar las libertades individuales de las personas y tener actos discriminatorios, porque cualquier persona está libre de abrazar la religión que quiera sin ser exigido, ni obligado a cambiar su estilo de vida. Te llega el homosexual, tú no le puedes decir que se arrepienta, ni que Cristo tiene poder para cambiarlo... Si tú no me lo recibes, tú vas a la cárcel.  
 
 

Yo sé que muchos quieren escuchar palabras halagüeñas... ¡No señores! Voy a decir exactamente lo que Dios me dijo. No estoy aquí para traer algo bueno al oído de nadie y me alegra que las naciones del mundo estén escuchando, porque hoy habrá oportunidad de verdad de arrepentirse, de verdad demostrar que Cristo tiene poder para cambiar la vida, de verdad... de verdad... de un hombre viejo a un hombre nuevo...
 
 

Ya está aquí hermanos, pero le voy a decir lo que me alegra en medio del dolor:

¡Que va a salir a luz la verdadera Iglesia!
¡Va a salir a luz, la bella que está escondida!
¡Va a salir a luz, la que en verdad ama a Cristo!
¡Va a salir a luz, la que no corre cuando la matan!
¡Va a salir a luz, la que no corre cuando la persigan!
¡Va a salir a luz, la que es de Dios y se va a decantar lo que no es de Dios!
¡Va a quedar fuera lo que no es de Dios!
¡Va a ver la diferencia entre el justo y el pecador, entre el pío y el impío, entre el que ama a Dios y no lo ama!
¡Sí Señor, se verá la diferencia! ¡Sí Señor!

Es en esos tiempos que veremos a la Iglesia levantarse. Nadie te dirá, únete con tu hermano, estarás unido en el Espíritu por los sufrimientos.
No habrá egoísmos ministeriales, crecimiento de mi ministerio y las basuras que hoy están en la Iglesia. Se irán fuera.
¡Cuánto quiero que venga! ¡Sí, que venga Señor!
Porque tiene que ser decantada de la basura, de las cosas que los hombres queremos usando el ministerio...
¡Tenemos que crecer! ¿Quién dijo eso?
¡Tenemos que hacer la voluntad de Dios no crecer! Eso es lo que tenemos que hacer... Ay, pero la voluntad de Dios es que crezca... Entonces por eso avalamos cualquier cosa, total hay que crecer…
¡No! Lo que el Espíritu no habla, no se debe hacer en la Iglesia porque Dios no lo está construyendo.

Hermanos, ¡Qué venga ya! ¡Qué venga ya!
Porque se tiene que mostrar lo que es de verdad y lo que no es de verdad en la Iglesia de Jesucristo.


Mire, para resumir todo lo que estoy diciendo, yo no soy Salomón ni mucho menos, todavía no le he llegado a la suela los zapatos, pero el Señor me dio un proverbio.
Primera vez en mi vida que yo recibo un proverbio y se denomina:
"El proverbio del engaño", que dice así en cuanto al arrepentimiento y la salvación, dice así:

Como mujer persuadida que dará a luz un hijo sin estar embarazada, es quien se considera hijo de Dios por creer en Jesús sin estar arrepentido.

Repito:

Como mujer persuadida que dará a luz un hijo sin estar embarazada, es quien se considera hijo de Dios por creer en Jesús sin estar arrepentido.

No te va a servir decir, creí en Jesús, si de verdad no te arrepentiste. Jesús no te recibe aunque se hagan milagros. El Señor lo dijo: Se puede hacer milagros en su nombre; y Él dice, y Yo no te conozco, porque Él no conoce a los que primero no se arrepienten, Él conoce a los que primero se arrepienten y luego creen en Él para vivir una vida conforme al Señor. Si no es así, estás fuera del Reino de Dios.

Por eso, yo necesito detenerme en esta tarde, porque es muy serio lo que estoy diciendo, y yo alabo al Señor que en este momento hay tanta gente que de una u otra manera puede estar conectada y escuchando, aunque sea este minuto, porque necesito, en el Nombre del Señor, realmente hacer un llamado genuino, un llamado con todo mi corazón a una verdadera entrega a Cristo, a que haya un temor de temblar ante Dios por nuestros pecados y un verdadero arrepentimiento de todos nosotros primero, los que estamos oyendo, para poder producir este mismo arrepentimiento en cualquiera fuera, que nos esté escuchando.
Por eso, en este momento yo quiero tomar un tiempo para que todos los que estamos, sea aquí, sea por Internet, sea por la radio o por donde Dios le dio la posibilidad de escucharnos, que en este momento reflexione, que en este momento decida de verdad arrepentirse de sus pecados, que no se base en que, hace tanto tiempo yo creí en Jesús... Si realmente usted sigue practicando el pecado, no le sirve de nada el haber creído en Jesús.
Cuando uno se arrepiente y recibe la nueva naturaleza, junto con ella recibe el poder para vencer el pecado, para no más practicar el pecado como un estilo de vida.

Así que ahora, en el Nombre de Jesús, a quien me escuche y toma esta decisión, ahí donde estés, sea en el lugar físico, en un edificio, en un auto, en el lugar que estés escuchando, te pido en el Nombre del Señor, escuches el llamado del Señor y haya para ti un nuevo tiempo.

Padre, en el Nombre de Jesús, oro por todos aquellos que en este mismo momento están oyendo a través de todos los medios posibles esta Palabra y este llamado.
Señor, pusiste un fuego en mi corazón acerca, Señor, de entender lo que significa el arrepentimiento, de entender, Señor, que no podemos ir a ti con un evangelio editado que solamente pone la parte bonita pero que no exige el verdadero arrepentimiento producido por el Espíritu Santo, ese dolor interno por haber pecado contra ti para poder ir a Jesús y recibir la vida.
Te pido Señor ahora, que todos aquellos que con sinceridad de corazón se están arrepintiendo, Señor, de sus pecados, no importa cuán bajo hayan caído, en dónde estén ahora, por más bajo que hayan caído, Señor, tu misericordia los toque.
Esta Palabra sea como un hacha que está puesta al pie de ellos para que no sean cortados, para que se vuelvan a ti, para que reconozcan, Dios mío, que si se arrepienten hoy, ahora hay un nuevo tiempo de gracia para ellos...
Y que entonces sí, se entreguen, se consagren y reciban a Jesucristo como el Señor y Salvador.
Por todos ellos pido ahora. Y te doy gracias por todos ellos, porque ahora muchos descendientes, hoy mismo han pasado a ser hijos e hijas benditos del Señor.
¡Oh! ¡Señor Gracias!
Lo declaramos en este día, declarando que tu Palabra ha hecho lo que nadie más puede hacer y sólo Tú puedes hacer.
Te alabo Señor. Te alabo Señor. Te alabo y te bendigo...

Adore al Señor dónde está...
¡Oh Señor, te alabamos Señor! ¡Oh, te adoramos Señor! ¡Oh, te bendecimos Señor, reconocemos tu grandeza Señor!
¡Oh, nuestros pecados Señor! Nuestros pecados han sido la única barrera entre ti y nosotros, nuestros pecados.
No somos menos pecadores que alguien que está en la calle, nuestros pecados han hecho barrera y estorbo entre Tú y nosotros, pero hoy queremos arrepentirnos de corazón y reconocer tanto amor tuyo que nos das este nuevo tiempo.
¡Gracias Señor! ¡Gracia Señor! ¡Gracias!

¡Oh, la sangre, bella sangre, es la sangre de Jesús! 
¡Oh, la sangre, bella sangre, es la sangre de Jesús!
¡Oh, la sangre, bella sangre, es la sangre de Jesús!

¡Oh, la sangre, bella sangre, es la sangre de Jesús!
¡Oh, la sangre, bella sangre, es la sangre de Jesús!
¡Oh, la sangre, bella sangre, es la sangre de Jesús!

¡Te alabamos Jesús!
¡Oh, la sangre, bella sangre, es la sangre de Jesús!
¡Oh, la sangre, bella sangre, es la sangre de Jesús!

Sí Señor, te bendecimos por tu sangre preciosa derramada por nosotros. En esa bella sangre hemos encontrado perdón y limpieza absoluta y total, hemos encontrado la puerta de salida a nuestra condenación, para encontrar esa bella puerta abierta de la salvación en Cristo, de la vida nueva, del poder del evangelio, del Espíritu Santo viniendo sobre nosotros, de la manifestación gloriosa del Hijo de Dios a través de tus hijos en la Tierra.
¡Señor gracias!
De verdad en esa sangre hemos sido hechos nuevas criaturas, nuevas personas.
¡Te  alabamos, oh Señor! ¡Te bendecimos y te adoramos!


Le dije antes que le iba a hablar acerca del profeta Jonás.
Reflexioné acerca de ese libro y pareciera ser que ese libro forma parte del Canon de las Escrituras como el libro que enseña, qué no se debe hacer... Hemos sacado más lecciones del libro de Jonás de lo que no se debe hacer, es decir, del error de Jonás, que de la unción de Jonás. Hemos mirado tanto la parte negativa del error de Jonás, que el diablo fue astuto en poner bajo un velo, la parte positiva de la unción de Jonás.
Cuando al fin Jonás se decidió obedecer al Señor y fue a Nínive, predicó estas sencillas palabras, dijo así:

"De aquí a cuarenta días
Nínive será destruida."

Fue todo lo que predicó, no adornó el mensaje, no lo editó, no lo hizo más bonito, él predico. Aparte, no le interesaba tampoco hacerlo más bonito, porque Asiria era enemigo de Israel y muchas veces Israel había sufrido por Asiria, así que en el fondo decía, ¡qué bueno que los mata a todos!
Es decir, no estaba interesado en traer una palabrita más bonita, sólo dijo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.

Si yo juzgo esta declaración, si la miro sólo en el texto, puedo afirmar y decir que esta declaración es la sentencia de muerte de los ninivitas ¿sí o no? Pero, ¿sabe qué aprendí? Que cuando esta gente oyó esta declaración, la oyó, todos, desde el rey hasta los animales, dice, se arrepintieron de corazón.
 
Y dice, que Dios canceló el cambio de la naturaleza de los tiempos para Nínive, lo canceló. Porque la destrucción y el castigo que venía, más que por un juicio por su propio mal, se canceló inmediatamente cuando la gente se arrepintió.
Pero escuche, se arrepintió absolutamente toda la ciudad.
Y el Señor me dijo: ¡Hey! ¿Nunca viste la unción de Jonás? ¿Por qué me hablas tanto de su error pero nunca me hablas de su unción?
Porque no he visto otros hombres en las Escrituras que vayan a una ciudad a declarar una palabra de juicio tan dura, que tenga el poder de que toda la ciudad, hasta los animales, entren en, no comer, no beber, ayuno de arrepentimiento.
¡Quizás Dios! Dijo el rey, quizás Dios se arrepienta, porque, que lo merecemos, lo merecemos... pero, quizás Dios tenga misericordia de nosotros.

Cuando vi esto ¿sabe que aprendí? Aprendí tres cosas, al menos, de lo que significa usar la Palabra de Dios como un hacha de la misericordia sin editarla.
Para nuestro criterio, la palabra de Jonás no tenía misericordia, para nuestro criterio humano... Pero le voy a mostrar tres cosas, cuando se dice exactamente lo que Dios dice que hay que decir, sin editarlo. Tres cosas ocurren:

1. Que siempre esa Palabra obliga a los hombres a definirse. Nínive cuando escuchó, tuvo que definirse.

2. Que siempre la Palabra de Dios, la exacta Palabra de Dios, incluye misericordia y perdón aunque el texto no lo declare.

Las ediciones que nosotros hacemos a la Palabra son humanas, humanistas.
Creemos que si decimos sólo lo que Dios dice es muy duro y esa Palabra de Dios no trae misericordia, porque como leemos el texto y sólo miramos por arriba y nunca miramos por debajo, creemos que si el texto no tiene ninguna palabra de misericordia, es entonces que esa Palabra de Dios no tiene ninguna clase de misericordia. A ver, a juzgar por el texto, de aquí a cuarenta días Nínive será destruida... ¿Había misericordia? ¿Había alguna misericordia? A juzgar por el texto, Jonás tendría que haberla editado un poquito y haber al menos dicho: ...pero si se arrepienten, quizás tal vez, Dios los perdone.
¿Lo agregó Jonás? ¡No lo agregó!

Aprendí algo: toda Palabra, de tapa a tapa, por más demoledora que sea, adentro tiene misericordia y perdón incluida.
Toda Palabra de Dios, si es verdaderamente de Dios, adentro, aunque no lo diga el texto, aunque no lo exprese el que declara, es más, aunque el que lo declara falle en misericordia como falló Jonás, porque no va a decir que la gente fue tocada por la unción de misericordia de Jonás...
Pero ¿sabe cuál fue el éxito de Jonás? No si era muy misericordioso con Asiria; que dijo exactamente lo que Dios le dijo que dijera...
Es la Palabra de Dios la que no vuelve vacía, no la que nosotros decimos que es la palabra de Dios.
Repito: Es la Palabra que Dios, dice, la que no vuelve vacía, no la que nosotros afirmamos que es la palabra de Dios.

Tres cosas aprendí:

1. Siempre te obliga a definir.
 
2. Siempre incluye misericordia y perdón aunque el texto no lo diga.

3. Que el que declara la Palabra de Dios, se vuelve para la gente que lo escucha, la voz de un nuevo tiempo.

Porque si esa gente lo escucha y se arrepiente como Nínive, Dios cancela el cambio de la naturaleza de los tiempos, cancela el castigo que venía sobre ellos y los bendice.
El secreto de Jonás, que necesitamos aprender para ser la voz de un nuevo tiempo es muy sencillo: Dios nos está responsabilizando en este año que termina con diez, a hablar exactamente la Palabra de Dios sin editarla para hacerla más agradable a los oídos de la gente.
En realidad, ¿sabe por qué muchas veces la hacemos más agradable? Para no aparecer nosotros ante los demás como personas sin misericordia, no es por Dios es por mí. Yo quiero que digan de mí, que soy un pastor bueno. Yo quiero que toda la gente diga, ¿saben qué bueno que es ese pastor?
Generalmente los pastores buenos no sirven para nada, porque no es lo mismo ser un pastor bueno que ser un buen pastor.
Jesús nunca fue un pastor bueno, fue el buen pastor.
Es muy diferente. Los buenos pastores son malos pastores, sólo el buen pastor es un buen pastor, porque habla las palabras exactas de Dios.

Entonces, me di cuenta que tanto Juan, Jonás, Jesús, en su tiempo se transformaron en la voz. ¿Por qué la voz? Porque sólo se transforma en la voz, el que habla exactamente lo que Dios dice, y cuando habla lo que Dios dice, en ese mismo momento está usando esa hacha de la Palabra, pero hacha de la misericordia para llegar a la gente con una convicción interior tan profunda, que esa gente al oírlo y arrepentirse, recibe la posibilidad de un nuevo tiempo.

Por eso, este año 2010, la Iglesia, la verdadera Iglesia, es la Iglesia que se levanta como "la voz de un nuevo tiempo". Y que le demuestra al Señor, que ama al Señor, y le demuestra a las almas, que lo ama. Porque lo primero que va hacer es tirar abajo el evangelio editado que sólo enfatiza la segunda parte del mensaje de creer en Jesús, sin enfatizar el verdadero arrepentimiento, cueste lo que le cueste.

Amados, todavía hay muchos, dentro y fuera de la Iglesia que son descendientes, todavía hay muchos que necesitan conocer la bendición de lo que significa arrepentirse de corazón de todos sus pecados.
Esta nación tiene un nombre muy particular: Honduras. Y quien la descubrió dijo: ¡Al fin hemos sido sacados de estas honduras! Porque tuvieron miedo de ahogarse, ¿así se llama, no, la nación?

Escuche, Dios me dijo: Este año liberarás la Palabra desde Honduras, ese nombre tiene poder porque en el nombre hay poder.
Dios quiere que desde Honduras, las honduras que están sufriendo las naciones, la Iglesia de Cristo actúe y las saque de esas honduras y diga: Señor: ¡nos usaste para sacar al mundo de esas honduras! ¡Los sacaste a flote de esas honduras!

Escuche algo más, Dios me envió a Honduras también, porque la trama de intrigas contra Honduras todavía no se ha detenido ni ha terminado, todavía no se ha visto lo más feroz que quieren levantar contra Honduras y que ya está siendo armado en la mente de mucha gente. ¿Para qué? Para que Honduras se doblegue a no defender lo que defendió como debía defender acerca de su país y acerca de su nación.

Escuche: Escucho vientos de guerra en Centroamérica y escucho que esos vientos de guerra fueron detenidos por la actitud de Honduras.
Y no hablo de  actitudes políticas, estoy hablando de actitudes apegadas a la ley, es de lo único que estoy hablando, no de partidismos. Apegadas a la ley para hacer valer lo que la ley y la Constitución dice. Eso detuvo. Detuvo... las ideas imperialistas de mucha gente. Centroamérica está al borde de una guerra.

Pero sé que la Iglesia de Jesucristo en todo lugar, porque, ¿sabe una cosa? Yo no tengo una nacionalidad y usted tampoco, yo no defiendo a Honduras por hondureño, carnalmente no lo soy, pero espiritualmente soy de toda nación, soy de Honduras también, porque no tenemos otro Reino que el Reino de Cristo. ¡Todo lo demás es circunstancia, es geografía! ¡Amén!
Quiero que sepa aún: Que de muchas naciones se está levantando intercesión por toda Centroamérica, y ahora viendo el papel fundamental que Honduras jugó y que seguirá jugando para detener lo que hay que detener, tendremos que seguir clamando y conociendo los planes del Señor.
Porque recuerde que si conocemos los planes del Señor nos volvemos como Eliseo cuando el rey de Asiria dice, ¿quién le está, de los nuestros, declarando a Israel lo que estamos por hacer? No dijo, señor, no es nadie... Es que ahí está el profeta Eliseo y ése les dice lo que va a ocurrir aún en su cama.

¡Ésa es la verdadera Iglesia! ¡Ésa es!
¡La que descubre las intrigas del diablo! ¡Amén!
Y se vuelve contra lo que no pertenece a Dios.

Por eso en este momento amados, yo quiero pedirle que todos estemos de pie un momento, estoy terminando de declarar lo que Dios me habló con sencillez, con temor pero también con gozo de parte de Dios. Pero todos aquí y en los lugares donde están, pido que estén de pie, para que esta Palabra que hoy hemos hablado y que ha entrado a nuestra mente y también a nuestro espíritu, no sólo sea recibida, sea discernida en el Espíritu de manera que nosotros sepamos que cada uno de nosotros, los hijos, no algunos ministros... no... no... no… todos... todos... todos sin excepción, cada hijo en particular de Dios, se transforma en el ámbito donde está en: La voz de un nuevo tiempo.
No le tema a nada ni a nadie, Dios está con usted, no hay diablo que lo toque, lo dice la Palabra, claramente lo dice: No sufrirás ningún daño.

Vamos a orar para que Dios ponga a fuego en nuestros espíritus esta Palabra, de manera que, no sólo entendamos lo que significa ser la voz de un nuevo tiempo, que lo seamos, que eso es lo que importa, que actuemos como eso que Dios nos está llamando a ser en este momento.

Padre, en el Nombre de Jesús, estamos muy agradecidos por este 21 de febrero del 2010, que desde esta bella nación de Honduras en la que has realizado tantos cambios y aún vienen muchos cambios beneficiosos para ella, Señor, Tú estás lanzando esta Palabra proféticamente para sacar al mundo de las honduras en las que está inmerso debido a haberte rechazado a ti.
Oramos para que esta Palabra corra como el viento y toque los confines de la Tierra, sólo porque es tu Palabra, para que tocando los corazones haya oportunidad de arrepentirse y de venir a Ti de todo corazón.

Ahora nosotros, Señor, tus hijos, los que entendemos lo que significa ser hijos de Dios, los que valoramos la naturaleza que nos has dado, declaramos Señor, que nos convertimos, en el ámbito en el que nos pongas, en la voz de un nuevo tiempo. Una voz que habla las palabras que Tú dices, una voz que no edita lo que Tú dices, una voz que pisotea ese evangelio barato y adulterado que no trae salvación.
Señor, una voz que se para firme ante lo que viene sin importar realmente lo que venga, parezca ser bueno o parezca ser malo, porque a los que amamos a Dios ¡todas las cosas que nos ocurran nos ayudan para bien! ¡Todo está bajo tu control! ¡Señor, te amamos!

Sabemos que estas declaraciones han afectado el ámbito celestial, porque tu Palabra dice que los principados y potestades conocen tu voluntad a través de la Iglesia. Hoy hemos afectado el ambiente, no sólo natural y terrenal, sino también el ambiente espiritual y celestial, por la voz de Dios declarada al mundo en sencillez, pero en el poder del Espíritu Santo.

Señor ¡Gracias!
¡Te adoramos! ¡Te alabamos! ¡Te honramos! ¡Te bendecimos y te damos toda la gloria a ti!
¡Aleluya! ¡Aleluya!  ¡Aleluya! ¡Aleluya!

¡Bendito el Rey! ¡Bendito el Rey por siempre y para siempre!
¡Por siempre y para siempre te adoramos! ¡Oh te adoramos! ¡Te adoramos!
¡Sólo Tú eres digno de recibir honra, gloria, alabanza y poder!
¡Sólo Tú eres digno!

¡Te adoramos!  ¡Gracias! ¡Santo eres Tú! ¿Quién como Tú Señor? ¡Cabalga sobre la nube Rey! ¿Quién como Tú? ¿Quién como tú Dios?
¡Aleluya! ¡Oh, te honramos! ¿Quién como Tú Señor?

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