en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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En esta mañana yo quiero tocar por el Espíritu Santo, un tema que tiene que ver con la sencillez, y hay un versículo de la Escritura muy interesante hablando de lo que significa ser sencillo.
Cuando hablamos de sencillez, el diccionario dice que es una persona natural, una persona espontánea que actúa francamente. Porque a veces podemos entender que el sencillo es tonto, pero no es lo mismo, es una persona natural, espontánea, abierta, franca, honesta, que sabe recibir.
Y esto es lo que dice la Palabra en el Salmo 19, verso 7, leo en la Biblia NVI:
"La palabra del Señor es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo."
Salmos 19:7 (NVI)
Cuando la Escritura habla de la Palabra del Señor, dice que es perfecta.
En el mundo es muy extraño que podamos decir que algo es perfecto, por perfecto que nos parezca, pero cuando habla de lo que Dios piensa y dice, es perfecto. Dice que eso nos llena de vida porque nos da nuevo aliento.
Y luego agrega, que en esa Palabra del Señor hay mandatos. En ese mandato de Dios, podemos confiar. ¿Y qué hace ese mandato al que confía en Él? Le da sabiduría, pero sólo se puede confiar en Él cuando uno es sencillo.
Significa, cuando uno recibe lo que es de Dios sin argumentaciones, simplemente lo recibe, lo abraza y lo obedece porque es de Dios, no está discutiendo con lo que Dios dice, no argumenta contra lo que Dios piensa; Dios lo dice, y él lo abraza y lo obedece.
En realidad para el sencillo, oír ese mandato es algo que produce alegría, no le trae tristeza ni un problema o un conflicto interno, porque es sencillo para recibir lo que viene de Dios.
Ahora, vayamos por favor a la carta de 2da. Corintios, capítulo 11, ahí vamos a ver una situación que estaba pasando con la iglesia que estaba en Corinto, y el apóstol Pablo tenía que corregir una serie de cosas bastante graves que estaban ocurriendo allí; y se van a dar cuenta lo que él dijo, cuánto tiene que ver con la sencillez. Capítulo 11 a partir del versículo 1, dice:
"¡Ojalá me aguanten unas cuantas tonterías!
¡Sí, aguántenmelas!
El celo que siento por ustedes proviene de Dios,
pues los tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo,
para presentárselos como una virgen pura.
Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva,
los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro
y sincero con Cristo.
Si alguien llega a ustedes predicando a un Jesús diferente
del que les hemos predicado nosotros,
o si reciben un espíritu o un evangelio diferentes de los que ya recibieron,
a ése lo aguantan con facilidad.
Pero considero que en nada soy inferior a esos «superapóstoles»."
2 Corintios 11: 1-5 (NVI)
De manera irónica, utiliza esta palabra superapóstoles, para hablar de unas personas que estaban tratando de judaizar a los corintios, para que ellos agregaran al mensaje del evangelio algunas cosas del judaísmo, y el apóstol Pablo estaba sorprendido de lo que estaba ocurriendo. Y entonces, él en éste contexto, dice dos expresiones importantes.
Primero, que el celo que él tenía por ellos, los corintios, era de Dios, porque él los había prometido con un solo esposo que es Cristo, para que él pudiera presentarle a Cristo a los corintios, como si fuera una virgen pura en casamiento, es decir, no mezclado con otras cosas.
Lo segundo que afirma es, que él tenía temor que ellos estuvieran bajo el mismo engaño, con que la serpiente, al principio, engañó a Eva, y que entonces sus pensamientos fueran desviados. En realidad, la palabra original es fueran corrompidos. ¿De qué? Del compromiso puro con Cristo, de la sencillez... de la sencillez y de la pureza hacia Cristo. Esto es lo que estaba tratando de hacer el diablo a través de toda esta gente.
En Génesis es dónde se relata la manera en que la serpiente engañó a Eva, sin necesidad de leer todo el pasaje, la serpiente inicia el diálogo con una pregunta a la mujer, diciéndole, ¿es verdad que Dios les dijo, que no pueden comer de ningún árbol del jardín? ¡Imagínense, se hubiesen muerto de hambre! Pero él aprovechó eso para empezar a sacar un diálogo, y la mujer le respondió que podían comer de todos los árboles, menos de uno; no podían comer del árbol del conocimiento del bien y del mal porque si así lo hacen iban a morir, eso era todo lo que la serpiente quería saber.
Entonces le contestó esto, no es cierto, no es cierto, ¿cómo? Lo que Dios dijo, no es cierto, no es cierto, no morirán, Dios los engañó, les está prohibiendo algo a ustedes, que ustedes van a ser como Dios, van a ser como Dios, Dios les está jugando algo torcido... Cuando coman del arbolito se les van a abrir los ojos van a conocer el bien y el mal.
Cuando la mujer se dejó seducir en sus pensamientos, la pureza de lo que Dios había metido adentro se corrompió, los pensamientos puros se corrompieron y empezó a analizar el árbol, nunca lo había analizado pero cuando se dispuso a escuchar algo diferente, lo empezó a analizar.
Siempre ocurre eso cuando empezamos a escuchar algo diferente de lo que Dios dice. Lo empezamos a analizar, no sea que tenga cierta parte de razón, y que Dios me esté escondiendo algo porque no quiere que llegue a ser tan grande como Él, o no me quiere bendecir tanto.
Lo analizó, vio el árbol, vio el fruto, dijo está bueno para comer, comió y le dio a su marido.
Luego de esto, podemos ver, que si unimos este pasaje con lo que Pablo le dijo a los corintios, el diablo estaba haciendo el mismo proceso con los corintios, era igualito. ¿Cuál es este proceso del diablo? Muy sencillo, es una táctica, poner en tela de juicio lo que Dios dice para lograr corromper los pensamientos de la gente.
Entonces, Pablo les dice, lo que está pasando con todos esos que vienen a enseñarles estas doctrinas extrañas, están queriendo que ustedes pierdan la pureza de obedecer sólo a Dios, y de creerle sólo a lo que dice Cristo. Miren esto, les está diciendo esto, mientras permanezcan en lo que Cristo dice, para Dios son personas vírgenes; cuando dejen que cualquier pensamiento de ustedes sea llevado por un pensamiento que no proviene de Dios, pierden la virginidad.
¡Fuertísima la imagen! Es fuerte, porque me pongo a pensar en cualquier área de mi vida dónde pude permitir la seducción del diablo en algún punto determinado, y es cierto, uno pierde la virginidad de pureza de pensamientos. Por eso, el Espíritu Santo nos dice, piensen en todo lo puro, en todo lo bueno, en todo lo honesto, en todo lo que tiene un buen nombre, si hay alguna virtud, en eso piensen.
Si la mente, aún de los que decimos ser cristianos, estuviera siempre llena de esa clase de pensamientos siempre provenientes de Dios, sería casi imposible que el diablo nos hiciera caer, la carne y el diablo nos hace caer porque algo nos seduce, algo de los que Dios no dijo nos seduce.
¿Por qué el diablo tiene éxito? Excelente pregunta, ¿por qué sigue teniendo éxito con esta táctica antigua? Por una razón, porque el ser humano quiere ser como Dios; y seguirá teniendo éxito.
¿Qué significa para el ser humano ser como Dios? Significa esto: yo sigo mis pensamientos, yo hago mis reglas, yo tengo mis verdades, yo vivo mi vida a mi manera y nadie me va a decir cómo la vivo ni siquiera Dios, ¿sí o no? Quiero ser Dios, nadie me va a decir lo que está bien o lo que está mal, y mucho menos decirme que eso que apruebo me va a significar el infierno. No, no, no... Yo no le permito eso a nadie, ni a Dios tampoco. ¿Sí o no?
¿Sabe cuál es el problema del ser humano? Que confunde creativo con creador. Déjeme mostrárselo.
Cuando Dios hizo al hombre, lo hizo como Él, en el sentido que le dio su imagen y semejanza, le compartió de las habilidades que Dios tiene. Entre esas, está el poder de crear obras de arte impresionantes, pinturas impresionantes, edificios que dejan abierta la boca, unas sinfonías que nos hacen llorar. Cuando el hombre ve este poder, dice, ¡oh, yo soy creador de esta obra! No, no, no, no... Tú sólo tienes un poder creativo, pero no eres creador.
Te lo voy a mostrar. El poder creativo se manifiesta en esta forma, si alguien un día inventó este vaso, esta copa, la creó y la hizo. ¿Esta copa tiene vida? ¿puede cambiar por sí misma su forma? ¿se puede transformar en algo más? No puede, está impedida, la mejor sinfonía que podamos escuchar siempre será igual ya fue escrita y si cambia en algo nos van a anunciar, que un arreglista le hizo cambios a la obra, pero por sí misma no cambia porque no tiene vida.
Fíjese el Creador, primero, lo que Él crea tiene vida.
Ejemplo, agarre una semilla, usted con la semilla dice, esto es despreciable, esto no sirve para nada. Pero usted lo siembra y cambia su formato, alguno se hace planta y otro se hace árbol. Usted agarra una semilla muy pequeña del varón llamada esperma y cuando se siembra en el útero, de esa semillita se forma un ser humano que luego sale de la panza de su mamá y se hace bastante grande, esperemos no gordos, sólo grandes.
¡A ver, hombre que quieres ser Dios! ¿Tú puedes hacer eso? No. Todo lo que tú creas no tiene vida.
¿Sabe qué dice una leyenda, que creo que es bastante verdadera? Una frustración que tuvo Miguel Ángel. Él terminó de esculpir el Moisés, yo estuve ahí y lo vi, es impresionante, la escultura es impresionante. Cuando la terminó de hacer con el cincel, el instrumento para hacer escultura, golpeó la rodilla de Moisés y le dijo, ¡Habla! Se enojó, ¿por qué? Porque quería ser Dios. Está tan perfecto que tiene que hablar, es lo único que le falta. Pero no lo puedes hacer, ¿lo está viendo?
Mire, esta manera de actuar del hombre de ser Dios, le trajo consecuencias muy graves, la primera fue la entrada del pecado al mundo y la maldición del mundo. Luego, Dios nos informa que la creación entera se corrompió por eso... le digo entera, incluyendo las galaxias, el cielo, lo que no conocemos, todo se corrompió por eso, de hecho, recuerde que la Biblia dice, que la creación está gimiendo esperando su liberación, y esa liberación somos nosotros los hijos de Dios. De hecho, la perspectiva que nosotros tenemos del mundo actual no es real.
Ahora le voy a decir algo que usted va abrir los ojos.
Todas las investigaciones del mundo hoy, no son del mundo que Dios creó, no son del mundo que Dios creó. Usted me dice, ¿qué hay otro mundo? No, es que hay un mundo dentro de un mundo. Se lo explico. Si alguien viniera ahora y me dijera que no existen los animales depredadores, que no existe la cadena alimentaria, ¿qué le diríamos? Te volviste loco. Pero, ¿sabe una cosa? En realidad no está loco, en el mundo que Dios creó, sin pecado, no existían los animales depredadores, no existía tal cosa como la cadena alimentaria, esto es lo que dice Dios.
¿Usted es sencillo? Ahí está el problema, ¿usted es sencillo, o ahora va a discutir con Dios? Va venir a todos los estudios de los investigadores. Miren lo que dice, Génesis 1:30
"Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos,
y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida,
toda planta verde les será para comer."
Génesis 1:30 (RVR1960)
¿Qué comían todos los animalitos? Plantas, hierbas, en el mundo que Dios creó, sin pecado, no había ninguna clase de muerte ni siquiera del animalito más pequeño, ¡perfecto!
Le dice usted esto a los investigadores y ellos van a litigar con Dios, y no van a estar de acuerdo, pero al final quedaran como unos grandes tontos equivocados, porque Dios tiene razón; al fin de cuentas, cuando Dios le dijo a Eva van a morir, pero la serpiente le dijo, no van a morir. ¿Quién tuvo la verdad? Dios, porque desde ese momento en adelante entró la muerte.
Primero, una muerte espiritual que nos desconectó con Dios, y obviamente, cuando ya no hay vida en nuestro espíritu, definitivamente el cuerpo va a morir porque la vida del ser humano viene de su espíritu, no del cuerpo.
Ahora, ¿sabe una cosa? Dios nos ama, Dios nos ama, Dios nos ama...
El primer acto de amor de Dios fue que cuando vio al ser humano desnudo, en esa condición, lo vistió con unas pieles; más adelante además de que, nunca lo abandonó, eso no fue suficiente, y dijo, Yo tengo que mandar a mi hijo Jesucristo, para que Él, siendo santo, pague por el pecado de todos ellos y Yo pueda así quitar el pecado del mundo y el hombre tenga una posibilidad de vida eterna.
Pero Dios fue tan bueno y amoroso, que aún cuando el ser humano estaba en ese jardín del Edén, dijo Dios, ahora tenemos que impedir el paso al Árbol de la Vida, recuerde que ellos sí podían comer del árbol de la Vida, pero Dios dijo, si en esta condición de pecado ellos comen de ese árbol, van a vivir en esta condición de maldición eternamente. Y Dios dijo, no lo voy a permitir, y puso unos ángeles a cuidar el lugar y nunca más nadie llegó a ese árbol.
Luego, ese árbol ya dejó de ser un árbol y se transformó en Cristo, Él es el árbol de la vida, el verdadero, el que Dios nos dio para darnos vida.
Cuando yo vi esto, y la importancia de lo que Dios dice de nosotros, quise ver algunas declaraciones de Dios hacia el ser humano, al ser humano sin pecado, al ser humano en pecado, y al ser humano en Cristo. Estas declaraciones son las verdades de Dios, es lo que Dios dice del ser humano. Voy hablar primero de las declaraciones de Dios sobre el ser humano antes del pecado.
Dios le dijo, te hice a mi imagen y semejanza.
Dios le dijo, compartí contigo mis habilidades y capacidades.
Dios le dijo, te creé como varón y mujer.
Digo esto, porque ésa es la verdad, todo lo que está fuera de esto es una mentira y es una perversión ante los ojos de Dios, Él lo creó varón y mujer, no más.
Él los bendijo, y les dijo, te doy el poder para que fructifiques en la Tierra y te multipliques para que llenes la Tierra y la domines, para que tengas autoridad sobre los peces, las aves y los animales.
Todas esas declaraciones Dios hizo sobre el hombre.
Pero luego, entró el pecado, inmediatamente, que entró el pecado junto con el pecado, en el paquete del pecado, viene la maldición. No es que Dios maldijo al ser humano, es que con el paquete del pecado viene la maldición. Es una elección, porque es muy fácil tratar de dejar mal a Dios.
Dice, y bueno... si Dios nos maldijo, ¿qué vamos a hacer?
Dios nunca nos maldijo, nosotros elegimos el pecado y junto con el elegimos la maldición, viene en el paquete.
Lo primero, se lo dijo a la mujer porque fue la primera que pecó, voy a multiplicar los dolores en tu parto y tendrás a tus hijos con dolor. Después, le dijo al varón, que era el responsable y la cabeza de su mujer, maldita será la Tierra por tu culpa, no le dijo, por la culpa de Eva.
Recuerde que en Dios, todo es bajo autoridad. ¿Cómo cambiaría el mundo si se entendiera autoridad? Las empresas... si se entendiera autoridad. Pero no una autoridad pervertida, una autoridad real.
Dios nunca le echó la culpa a la mujer, se la echó al hombre, porque el responsable era el hombre, por tu culpa va a ser maldita la Tierra, te va a dar cardos y espinos, te vas a ganar tu pan sudando y te vas a morir porque polvo eres y vas a volver al polvo.
Un poquito, solamente más adelante, la maldad llegó a un nivel tan enorme que Dios se dolió en su corazón de haber creado al ser humano. Imagínese a lo que había llegado eso, era una perversión de la que usted ni imagina.
Entonces, Dios dijo esto, voy a borrar de la Tierra al ser humano que hice, voy a hacer lo mismo con los animales, reptiles y las aves, me duele haberlos creado.
Pero un hombre alcanzó gracia, se llamó Noé, y con ese hombre Dios continuó la raza humana, ¿saben por qué? Porque se había mantenido puro, ¿qué significa esto? ¡Ah, que iba a las reuniones todos los domingos, diezmaba bastante bien! No. Caminaba con Dios, caminaba con Dios. Eso es algo extraño en esta Era, la gente camina con su esposo, su esposa, los que tienen un poco de dinero tratan de comprar alguna Miss Universo para caminar con ella, un perrito... Pero, ¿caminar con Dios?
Pero él caminó con Dios.
La última declaración que quiero hacer del ser humano en pecado, está en Romanos 3.
Vamos a leer desde el versículo 9, Romanos capítulo 3, dice la Palabra:
"¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos?
En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles,
que todos están bajo pecado.
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Sepulcro abierto es su garganta;
Con su lengua engañan.
Veneno de serpiente hay debajo de sus labios;
Su boca está llena de maldición y de amargura.
Sus pies se apresuran para derramar sangre;
Quebranto y desventura hay en sus caminos;
Y no conocieron camino de paz.
No hay temor de Dios delante de sus ojos."
Romanos 3:9-18
¿Le parece muy fuerte? Eso es lo que Dios dice, volvemos a tener problemas, ¿no? No... pero en el mundo hay gente buena. Pero Dios dice que no, ¿quién tendrá razón?
No me diga que no es aterradora la descripción de Dios del hombre en pecado; todo eso era yo en mi pecado, todo lo que dice ahí, tú y yo éramos en nuestro pecado.
Quiere decir, que hoy tenemos que solucionar algo muy importante, tenemos que saber, de verdad, si nosotros alguna vez nos hemos entregado a Cristo de verdad, porque esto no se arregla diciendo, que tengo una religión o leyendo alguna cosa espiritual cuando estoy muy angustiado; si yo no me entrego a Cristo esto es lo que yo soy, todo lo que acaba de decir, esto es lo que soy, no hay nada bueno en mí desde la planta del pie hasta la punta del último pelo de mi cabeza.
Yo no creo que nadie quiere vivir en esa condición, pero lo más grande, nadie ni tiene, ni debe vivir en esa condición, porque Cristo te libertó para que no vivas en ella. Pero esa condición de Cristo requiere una sola cosa, vivir para Él, Dios es celoso, o vives para Él o no vives para Él. No es que... bueno yo vivo para todas estas cosas y personas, y aparte, Dios.
No, Jesús dijo bien claro, si alguno ama más a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, o a sus hermanos no es digno de mí.
¡Determinante! Puedes discutir todo lo que quieras, pero Él va a terminar teniendo razón.
Vamos a ver ahora lo que Dios dice, de un ser humano en Cristo.
Mire lo que dice, si estás en Cristo eres una nueva persona, todas las cosas viejas de tu vida pasaron y todas son hechas nuevas, toda esa maldición se pasó, todo es nuevo ahora, estás hecho por Dios, estás vuelto a crear, pero en Cristo Jesús. Y Dios te creó en Cristo para buenas obras y Él ya tiene preparado esas buenas obras para ti.
Es más, Dios te dice, Yo te libré del dominio del diablo, tú estabas bajo esa potestad, te tenía atada y te trasladé al Reino de Jesucristo, mi amado Hijo.
¡No me diga que esto no lo llena de fe! A mí sí, a mí sí, mire lo que dice de todos juntos los que somos hijos de Dios, ustedes mis hijos son, linaje escogido, una nación santa, un pueblo que pertenece a Dios para que ustedes anuncien las virtudes de Dios, que los sacó de las tinieblas y los llamó a la luz.
Cuando vi esto, quise ver declaraciones de Dios contrarias, y la única manera de hacerlo es que usted conjunte las declaraciones de Dios sobre alguien en Cristo y sobre alguien fuera de Cristo. No voy a leer los pasajes porque serían muchísimos, sólo le digo algunas cosas:
A nosotros nos dice, hijos de Dios.
A los que están sin Cristo les dice, hijos del diablo.
En el mundo no existe la gente buena, Dios dice que existen dos clases de gente, hijos de Dios o hijos del diablo, no más.
Luego dice, que la buena semilla plantada en este Mundo, son los hijos del Reino.
Y la mala hierba, son los hijos del maligno.
Cuando escuche cada cosa diga, ¿de qué lado estoy? Porque en Dios no hay grises, uno está de un lado o está de otro; no es que va a haber gente buena que trató de hacer todo el bien posible y como hizo todo el bien posible Dios le va a dar vida eterna. La vida eterna sólo está en Jesús, no hay obras que te puedan dar entrada al cielo ni vida eterna.
La Biblia nos llama a nosotros hijos obedientes y a los que están sin Cristo hijos de desobediencia.
A nosotros que estamos en Cristo nos llama objetos de su amor, y a los que están fuera de Cristo, objetos de su ira.
Sólo leo esto, fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre que se nos llame hijos de Dios; y lo somos.
Algo más, el que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida sino que la ira de Dios está sobre él.
A los hijos nos dice, que tenemos vida eterna, a los que están fuera de Cristo, muerte eterna.
A nosotros, que somos luz; los otros, que son tinieblas.
A los que están en Cristo los llama santos, a los que están sin Cristo los llama pecadores.
A los que están en Cristo les dice justos, a los que están sin Cristo les dice injustos.
A los que están en Cristo los llama salvos, y a los que están sin Cristo, condenados.
A los que están en Cristo les promete el cielo, a los que están sin Cristo les asegura el infierno.
¡Fuerte! ¡Real! Esto es así.
Por eso, Jesús dijo, Yo les voy a enseñar a ustedes a quién le tienen que tener miedo, a aquel que puede agarrarlos a ustedes y echarlos en el infierno.
¿Sabe que nosotros, que hablamos del amor de Dios y del amor de Jesucristo, a veces ignoramos que aquél que habló más del infierno que nadie, fue Jesucristo? Nos dice con claridad, si tu ojo, o sea, si algo que te va a hacer caer contra Dios, pecar, ¡córtalo! No para que te lo saques de la cavidad de tu cabeza, corta con esa práctica, porque mejor es que te arrepientas y entres al cielo sin un ojo, y dice, a que todo tu cuerpo se echado, arrojado al infierno.
Este mismo Jesús que decimos que ama, dice estas cosas. Porque el que dice, el que ama, siempre dice la verdad por fuerte que sea, por fuerte que suene; el que dice la verdad, siempre es el que está dispuesto a tenderte una mano cuando tú recibes la verdad, pero si tú niegas la verdad Cristo no puede extenderte la mano, porque nunca lo hizo con nadie que no tuviera la voluntad de creer en esa verdad.
¿Cómo podemos nosotros, entonces, resistir a esta seducción diabólica? La Palabra de Dios dice, que nosotros, todo el día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos debemos meditar en la Palabra, y debemos decírselo a la esposa en la casa, y a los hijos en la casa. ¿Qué significa, que no trabajamos? No, al contrario si yo hago mi trabajo como creyente, debo ser el que mejor hago mi trabajo, porque yo represento a Cristo, pero mi mente, está en algo superior que el trabajo que estoy realizando, mi interior está en algo más elevado que lo que estoy haciendo, mi mentalidad está en lo celestial no en lo terrenal, no en lo que se pasa, esa es la manera de llevarlo adelante.
Quiero ir al último pasaje, está en Efesios capítulo 6, ésta es la manera en que vamos a evitar a seducción de ser Dios.
Efesios 6, versículo 10, lo voy a leer en la Nueva Versión Internacional, dice la Escritura:
"Por último, fortaleceos con el gran poder del Señor.
Pónganse toda la armadura de Dios
para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos,
sino contra poderes, contra autoridades,
contra potestades que dominan este mundo de tinieblas,
contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.
Por lo tanto, poneos toda la armadura de Dios,
para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.
Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad,
protegidos por la coraza de justicia,
y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz.
Además de todo esto, tomen el escudo de la fe,
con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno.
Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos.
Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos."
Efesios 6:10-14 (NVI)
Cuando queremos apagar las artimañas, las cosas extrañas que hace el diablo y apagar sus flechas encendidas, necesitamos tomar la fe como escudo, pero, ¿sabe cómo la fe termina siendo visiblemente un escudo? Porque la fe es algo invisible, y un escudo es algo visible, quiere decir, que en el ámbito espiritual hay un escudo visible que proviene de la fe. La fe en sí misma va a producir un escudo visible, ¿sabe cómo se produce? ¿de qué se compone? ¿de qué material? De la Palabra.
Cada vez que Jesús fue tentado por el diablo, Él le respondió con la Palabra.
Cuando estamos llenos de la Palabra, van a venir tentaciones, van a venir pensamientos para corrompernos, pensamientos contrarios a lo que Dios dice, voy a levantar el escudo de la fe, y cuando lo levante de inmediato lo que sale de mi boca es la Palabra.
Es que no existe una fe callada... hermano no, yo vivo mi fe calladamente... No existe tal cosa, el que está lleno de Dios está lleno de la Palabra de Dios, y cuando habla brota lo que está en su corazón, porque de lo que está en el corazón habla la boca. Si hablo mucho de zapatos, lo que está en mi corazón son zapatos, si hablo mucho de negocios, lo que está en mi corazón son negocios. Lo que hablo determina de qué estoy lleno, lo que hablo demuestra a los demás de qué estoy lleno.
Por eso, todo esto que estamos viendo hoy, es regresar a una bendita sencillez, tenemos que volver a esa bendita sencillez del Señor.
Hay un cuento bastante risueño pero bien interesante como ejemplo. Usted sabe que la Biblia dice que un pez muy grande se tragó a Jonás, pero alguien dijo esto para decir, qué importante es creerle a Dios.
Dijo, esto lo dijo, dice una viejita, si mi Biblia dijera que fue Jonás el que se tragó un pez muy grande, yo lo creo porque Dios lo dijo.
Parece tonto pero no lo es, sí Dios dice algo y choca con lo que tú piensas, sé sabio, desecha lo que estás pensando porque no proviene de Dios y toma lo que Dios te está diciendo, y vas a tener victoria.
En esta mañana quiero hacer dos cosas, desde que Dios me empezó a dar esta Palabra, yo sentí claramente en mi espíritu que íbamos a encontrarnos el día de hoy, con personas que necesitaban realmente entregarse al Señor.
A ver, y quiero que te saques, realmente de la mente si has asistido a muchos cultos, si conoces el evangelio, si ya has ido muchos años a un lugar.
Entregarse a Cristo no tiene nada que ver con eso, es al revés, es porque estamos entregados a Cristo que venimos aquí y nos reunimos; y alabamos y nos gozamos, pero no por venir, significa, que estoy entregado a Cristo. Y no importa los años que tengan, ni si de chiquitito te guiaron con la Palabra de Dios, yo supe en mi espíritu que había gente que necesita entregarse a Cristo, porque no vas a poder alcanzar esta sencillez, no te vas a poder gozar en esta sabiduría hasta que, realmente, nazcas de nuevo de Dios, hasta que eso sobrenatural, que sólo Dios hace, que es darte una vida nueva, ocurra. Es imposible que trates de llenar tu mente con la Palabra, te vas a frustrar porque falta la vida ahí adentro.
Así que, lo primero que quiero hacer, por lo primero que quiero orar esta tarde, es por todo aquel, sin importar el tiempo ni lo que criaron en la Palabra, que dice, hoy realmente me tengo que entregar al Señor, yo sé que hoy es mi día.
Y si esto es así, te voy a pedir que estés de pie, porque yo quiero orar junto contigo porque esto es un orgullo delante de Dios. Por eso te pido que si esto te está ocurriendo ponte de pié dónde estás, Dios te bendice, sí hay alguien más esté de pie, Dios te bendice. Si hay alguien más que lo va a hacer, simplemente, esté de pie, yo voy a orar, mientras oro, Jairo quiero que pases y vayas tocando, "Así como el agua", por favor.
Voy a orar, por estos, mis hermanos ahora.
Señor gracias, tu Espíritu no se equivoca nunca, y yo te alabo porque el que depende de ti jamás es defraudado, yo te alabo Señor... Dios te bendice...
Ahora te pido Señor, que tu Espíritu Santo caiga con poder sobre estos hermanos míos ahora, porque están diciendo, necesito entregarme, me quiero olvidar de toda religiosidad, pero te necesito, te necesito y me entrego a ti con todo el corazón.
Gracias Señor por ellos, oramos que sean llenos del Espíritu Santo, ven Espíritu sobre ellos, que la nueva vida sea una realidad poderosa fluyendo en su interior para que Tú seas glorificado en esto, en Jesús. Amén.
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