en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Siempre damos gracias al Señor por la vida que Él nos ha dado, porque por esa vida podemos amarlo, podemos conocerlo, podemos vivir en su presencia y saber que nuestra vida aquí en la Tierra tiene propósito definido. Si no fuera realmente por el Señor, viviríamos una vida normal como todo el mundo vive, pero esa vida normal estaría vacía, absolutamente vacía, llena posiblemente de nuestros propósitos personales, pero para nada llena de Dios, pero gracias a Él y a la obra que Él ha hecho, que nuestra vida está llena de su presencia.
Hoy vamos a analizar un pasaje de la Escritura, que le voy a pedir que lo busquen, es Filipenses, el capítulo 3, y vamos a leer desde el versículo 17 hasta el capítulo 4, versículo 9. Filipenses 3, desde el versículo 17 hasta el capítulo 4, versículo 9, lo voy a leer en la Nueva Versión Internacional, y primero lo vamos a leer de corrido y luego vamos a ir deteniéndonos en la mayoría de los versículos para ver lo que el Espíritu Santo nos quiere enseñar y hablar este día.
Leemos la Palabra, dice así:
“Hermanos, sigan todos mi ejemplo,
y fíjense en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado.
Como les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas,
muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo.
Su destino es la destrucción,
adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza.
Solo piensan en lo terrenal.
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo,
de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo.
Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso,
mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.”
“Por lo tanto, queridos hermanos míos, a quienes amo y extraño mucho,
ustedes que son mi alegría y mi corona, manténganse así firmes en el Señor.
Ruego a Evodia y también a Síntique que se pongan de acuerdo en el Señor.
Y a ti, mi fiel compañero, te pido que ayudes a estas mujeres que han luchado
a mi lado en la obra del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos,
cuyos nombres están en el libro de la vida.
Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!
Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero,
todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.
Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído,
y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.”
Filipenses 3: 17-21 / Filipenses 4:1-9 / NVI
Es tremenda la Palabra en sí misma y tan sólo leyéndola uno puede darse cuenta la profundidad que tiene, pero profundidad para vivirlo, profundidad para poder alcanzar el nivel de vida que Dios ha preparado para nosotros.
Quiere decir en principio, que en todos los tiempos, creo yo, que el ser humano ha vivido diferentes situaciones, y obviamente las situaciones que podemos vivir, nos llevan a pensar de alguna u otra manera que la vida no es tan fácil como tal vez alguna vez nos habíamos planteado o alguien más nos pudo haber dicho. Hay muchas circunstancias en la vida que nos pueden apremiar, hay muchas circunstancias que nos pueden hacer zozobrar o estar ansiosos, nerviosos por situaciones, pero para los hijos de Dios hay siempre una manera, una única manera de vivir en el orden que Él ha establecido, de forma que la paz de Dios cuide siempre nuestras vidas en todos los sentidos.
Volvemos a leer el pasaje pero vamos a ir deteniéndonos, dice el versículo 17 del capítulo 3 de Filipenses: Hermanos, sigan todos mi ejemplo, y fíjense en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado.
Lo primero que necesitamos entender, es que la Iglesia ha recibido una estructura dada por el Señor para vivir como Él quiere.
¿Por qué digo esto? Porque los apóstoles siempre son un ejemplo, así como cuando vemos la Escritura y vemos la vida de los apóstoles y vemos la enseñanza de los apóstoles y eso ha permanecido porque se han transformado en un ejemplo para nosotros, los apóstoles en todos los tiempos son un ejemplo, pero al mismo tiempo los apóstoles establecen un modelo para la Iglesia de Cristo.
El ejemplo, ¿para qué es? Es para imitar la fe.
Creo que todas las personas en algún momento de nuestra vida y según lo que estemos viviendo, necesitamos un ejemplo para imitar, un ejemplo que sea claro, es muy normal ver a los niños pequeños tomar diferentes ejemplos para su vida, por eso, los chicos se entusiasman con los superhéroes, ¿por qué? Porque de alguna manera en su interpretación de niños, los ven como a un ejemplo a seguir, a alguien digno de imitar, entonces después que ven la película del superhéroe, los chicos están haciendo en la casa lo mismo que vieron al superhéroe hacer, el problema está cuando se suben al techo de la casa y tratan de salir volando creyendo que van a llegar hasta abajo sin lastimarse, ¿está bien? Pero son un ejemplo según la mentalidad y la etapa de vida que ellos viven.
Ahora bien, como creyentes en Cristo Jesús, tenemos que ver a los apóstoles como un ejemplo para imitar su fe. Y en segundo lugar, para imitar cómo caminar en Cristo y con Cristo.
¿Qué es el modelo? Un modelo siempre será lo que demuestra la manera de actuar, fíjense que aquí dice, fíjense en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado.
Comportarse no es una cuestión de lo que se ve bien pero es irreal, es una forma de vivir.
Hay muchos creyentes que se han acostumbrado a mostrar en apariencia, una buena forma de vida pero la muestran cuando les conviene y cuando les es necesario mostrar esa apariencia.
El modelo que recibimos de apóstoles y profetas, no es un modelo que se ve bien pero es irreal, no es ser una cosa en el ámbito de la iglesia y ser otra cosa completamente diferente en la calle, en la casa o en el trabajo. Lamentablemente, lo que el mundo nos ha mostrado como modelos, precisamente nos ha demostrado que no funciona porque se ve bien pero es irreal. Vemos a muchos modelos que se muestran admirables de alguna manera pero luego notamos en que la vida no funciona, el "comportarse" de aquí está hablando de una forma de actuar, de una manera de vivir, por eso el apóstol Pablo está diciendo, sigan y fíjense en mi ejemplo, pero además también noten a todos aquellos que siguen el modelo que hemos marcado.
Por eso comencé hablando de estructura, porque usted y yo, más que llenarnos la boca o tener el entendimiento de que somos una iglesia apostólica y profética, necesitamos comprender en la vida de todos los días lo que significa tener un espíritu apostólico y profético, porque es una forma de vivir, es una manera de actuar, es tener un camino trazado y seguir exactamente por el mismo camino. ¿O qué pensamos nosotros que hacían los primeros creyentes cuando dice la Palabra que se reunían por las casas y recordaban y compartían entre sí la enseñanza de los apóstoles? ¿Ustedes se piensan que estaban debatiendo como se hace en la política, que estaban intercambiando opiniones a cerca de un tema? Ellos estaban trayendo, para sí mismos, a la memoria los pasos que los apóstoles habían marcado conforme al modelo de Cristo, porque Cristo era el modelo a seguir.
Por lo tanto, los apóstoles estaban marcando ese modelo, estaban mostrando el camino y la Iglesia día tras día reunida en la casa de cada uno de ellos volvían a recordar que hay una sola manera de vivir si somos Iglesia.
Por eso, cuando vamos al versículo 18 dice: Como les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo.
Ahora, amados no podemos pensar que está hablando de gente externa a la Iglesia y que obviamente, por no tener nada de Cristo son enemigos de Él, está hablando de personas que parece que son cristianos pero no siguen el modelo.
Por eso, dice la Palabra que el Reino de los cielos no está relacionado con comida o bebida, el Reino de los cielos siempre está relacionado con el poder manifiesto de Dios en nuestra vida, ¿saben por qué? Porque de nada nos sirve tener un buen pasar como tanto se predica como si fueran cosas prioritarias en el cristianismo, tener mucho dinero o tener posesiones, eso no es el cristianismo, que el Padre por ser bueno en esencia nos bendiga abundantemente, claro que sí, pero nuestra vida no está regida porque somos mejores cristianos cuanto más tenemos y peores cristianos cuanto menos tenemos, porque entonces Pablo hubiera vivido en sube y baja, los creyentes lo hubieran visto cuando estaba bien y hubieran dicho, ¡qué buena la vida del apóstol Pablo! ¡qué ejemplo digno de imitar, porque se ve que vive bien! ¡el hermano Pablo vive muy bien! Pero cuando se lo encontraban luego al hermano y al apóstol Pablo, haciendo tiendas de campaña para venderlas y obtener dinero para vivir hubieran dicho, qué mal le va al hermano Pablo, o como dirían en México, que amolado está el hermano Pablo, qué bajo cayó, que tiene que él mismo coser tiendas de campaña para poder vivir.
Pablo siempre siguió siendo el mismo ejemplo de fe y de conducta, cuando tenía mucho y cuando tenía poco, porque Cristo no cambia cuando tenemos mucho o cuando tenemos poco.
Por eso, hermanos necesitamos entender que la vida en Cristo es una vida llena de su presencia y llena de su poder para actuar y para vivir como Él vivió en este mundo, y si solamente vamos por el camino de la apariencia, por el camino de llenar nuestro deseo personal, vamos a terminar con las características de la gente de la cual está hablando Pablo y se describe aquí en el versículo 18, como les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan, es decir, tienen una manera de actuar y una forma de vivir porque eso significa, como enemigos de la cruz de Cristo.
En el versículo anterior leímos la palabra "comportarse" para seguir un modelo, fíjense en los que se comportan, los que tienen una manera de actuar y una forma de vivir conforme a Cristo. Ahora está usando exactamente la misma palabra, pero para todo lo contrario, dice: esta gente, tiene una forma de actuar, una forma de vivir, que es enemiga de Cristo mismo.
Pero lo otro que me llama la atención, es que podría decir tan sólo se comportan como enemigos de Cristo, podría haber dicho solamente eso y sería totalmente entendible para nosotros. ¿Por qué dice se comportan como enemigos de la cruz de Cristo? ¿por qué mencionar la cruz y no solamente a Cristo? ¿Saben por qué? Porque en la cruz es donde muere toda nuestra carnalidad y donde nosotros morimos a nosotros mismos para vivir para el Señor.
La cruz no es solamente el lugar donde Jesús murió, la cruz es donde Él nos llevó, y por el bautismo donde nosotros nos identificamos con Él en su muerte, porque estamos declarando para nuestras propias vidas que estamos muertos a nuestra carnalidad, y a una vida de pecado, y estamos crucificados junto con Cristo porque no vivimos para nosotros, ahora vivimos para Él. Por eso dice, se comportan como enemigos de la cruz, porque nunca han sabido ni han experimentado lo que significa morir junto con Cristo en esa cruz.
Creo que a medida que pasa el tiempo vuelvo a comprobar, y lo enfatizo más en mi mente y mi corazón, que uno de los principales problemas que tenemos los creyentes, es que no estamos dispuestos a morir, es que seguimos muy vivos, y cuanto más vivos estamos, más enemigos de la cruz de Cristo nos transformamos. Porque por algo hay un secreto espiritual que lo repetimos de memoria, pero nos tiene que ser revelado por el Espíritu de Dios, ya no vivo yo mas vive Cristo en mí. Como soy una nueva criatura no vivo yo, no decido yo, no pienso yo, no tengo deseos yo, vive Cristo en mí.
Por eso, por momentos y por lo general en nuestro primer tiempo en Cristo, necesitamos un ejemplo a imitar y un modelo a seguir, pero cuando vamos creciendo nosotros en la fe, ¿sabes en qué nos transformamos para otros creyentes? En el mismo modelo de Cristo para ellos.
Ahora, el Señor cambia, invierte los papeles y los roles para que ya no necesitemos nosotros tomar un ejemplo o seguir un modelo en alguien más, porque estamos suficientemente maduros para depender absolutamente de Cristo, y ahora el Espíritu de Dios nos usa a nosotros para que nuevos creyentes nos vean y tomen de nuestras vidas, de lo que ven de Cristo en nosotros el ejemplo y sigan el modelo.
Pero cuando no hemos muerto a nosotros mismos, ahí es cuando tenemos las peores luchas.
Y fíjate, el versículo 19 hablando de esta gente dice así: Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Solo piensan en lo terrenal.
Quiere decir, que los enemigos de la cruz de Cristo tienen un destino, tienen un dios, tienen una gloria y tienen una manera de vivir. ¿Cuál es su destino? La destrucción.
Por favor presta atención, tienen un dios, ¿cuál es? En la NVI dice: sus propios deseos, pero literalmente, ¿sabes qué dice ahí? Su dios es el estómago, el estómago.
Me decía mi esposa estos días pasados y es así lo que decía, que es notable darse cuenta que la manera práctica por la cual Eva y Adán fueron tentados y desobedecieron a Dios y cayeron en pecado, fue a través de comida, ¿alguna vez te diste cuenta de eso? Hermano, dice aquí literal de los enemigos de la cruz de Cristo, su dios es el estómago, porque conforme a cómo podamos tener dominio propio sobre nuestro estómago y nuestras ganas de comer y de lo que comemos, demostraremos el dominio propio en todo nuestro ser.
Por eso mis amados, el Espíritu de Dios en estos últimos tiempos, nos está advirtiendo a vivir en todas las áreas como Él quiere, porque han pasado muchos años, decenas de años, donde los creyentes no hemos vivido en nuestra área física y corporal como Dios quiere, y hemos sido nosotros los primeros en atentar con nuestro propio cuerpo, desconociendo que el cuerpo que Dios nos dio es suyo porque fuimos comprados completitos, servimos a Dios en el cuerpo, y que además este cuerpo es el templo del Espíritu Santo.
Sería mucho más fácil si hiciéramos paralelismos. Por ejemplo, si el Espíritu Santo tuviera forma humana y llegara a nuestra casa y nosotros con pre aviso supiéramos que va a llegar a nuestra casa, les puedo asegurar que toda la semana anterior, lo único que haríamos sería limpiar hasta el último rincón de la casa. Con sólo pensar que en nuestra casa, físicamente estaría el Espíritu de Dios, no dormiríamos de nervios de que Él encontrara todo como es digno de su presencia, ¿sí o no? Has el paralelismo por favor, imagínatelo un momento.
Por lo tanto, piensa ahora que el Espíritu de Dios nos fue dado para vivir en nuestro cuerpo, el estómago no puede ser nuestro dios, porque ya tenemos un Dios. En nuestro cuerpo no pueden dominar nuestros deseos, porque eso es transformarnos ¿en qué? En enemigos de la cruz. Porque lo que estamos haciendo es seguir el camino de nuestros propios deseos, satisfacción personal y propia, en vez de satisfacer al Señor con nuestra vida.
Por eso, ¿cuál es la gloria de esta gente? Enorgullecerse de lo vergonzoso, ésa es su gloria, se enorgullecen de lo que es la vergüenza de ellos, no se dan cuenta que es vergonzoso, para ellos es un orgullo vivir así.
Y tienen una manera de vivir, porque dice: Solo piensan en lo terrenal.
Ves que cuando comenzamos hablando que lo apostólico trae a nuestras vidas una estructura, a la vida de la Iglesia lo apostólico le pone una estructura para vivir, para vivir conforme al Señor, esa estructura es de acuerdo a la verdad de Dios, y dentro de esa estructura lo único que el Espíritu Santo quiere de nosotros es vivir para el Señor y pensar en lo que al Señor le importa, en lo que el Señor quiere, mientras hacemos las cosas de todos los días, seguimos siendo personas normales, tenemos actividades que realizar, pero todo nuestro corazón y nuestra mente están enfocados en lo que es del Señor.
Ahora, para nosotros, esto de este tipo de personas debe ser una advertencia. ¿De qué? De que nada nos puede dominar. Por eso, la palabra "pensar" tiene que ver con adoptar una actitud, lo cual significa, formar un estilo de vida, sólo piensan en lo terrenal. Es decir, adoptan una actitud, forman un estilo de vida basado en lo terrenal.
Quiere decir, que aunque nosotros tengamos al Señor en nuestras vidas, lo recordemos, hablemos de vez en cuando al Señor, oremos en casa, nuestra forma de vivir tiene relación pura y exclusivamente con lo terrenal, y Cristo se transforma en algo ritual para ciertos días de la semana, para llevar una vida aparente de cristianismo, no es esto lo que Dios planeó para nosotros.
Versículos 20 y 21 dicen: En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.
Cómo contrapone a estos enemigos de la cruz de Cristo hablando de aquellos que tenemos todo nuestro ser centrado y enfocado en lo que es del Señor. Pero en este caso no dice en qué pensamos, hace una declaración de cuál es nuestra ligadura espiritual, porque dice que somos ciudadanos del cielo, literalmente, no pertenecemos a la Tierra, nuestros pies, este cuerpo, está sobre la Tierra, pero no pertenecemos a ella. Por eso, no tenemos conflicto con lo terrenal.
Para los verdaderos hijos de Dios, lo terrenal ni siquiera pasa por transformarse en una lucha, porque cuando hemos crecido y madurado en el Señor, lo terrenal ya no está allí presente para hacernos caer, porque lo terrenal no es parte de nosotros.
Tenemos entendido y vivimos como ciudadanos del cielo, lo que nos importa es lo que ya está arriba donde Dios reina y gobierna, donde Él piensa, donde Él determina las cosas, donde Él pone los planes, donde Él decide, donde Él marca el rumbo, donde Él cambia las cosas cuando las quiere cambiar.
Nosotros estamos allí, atentos las veinticuatro horas, a lo que el Señor quiere, porque aún mientras dormimos y nuestro cuerpo físico descansa, nuestro espíritu sigue en comunión con el Espíritu de Dios, por esa razón algunos cuando se van a la cama tienen sueños que Dios les da, ¿por qué Dios les da sueños? Porque el espíritu permanece en comunión con el Espíritu Santo. Quiere decir, que las veinticuatro horas del día nosotros podemos estar perfectamente enfocados en lo que Dios quiere.
Por eso, y antes de entrar al capítulo cuatro, quiero que veas esto:
Siempre va a haber promesas de parte de Dios para aquellos que viven conforme al modelo que el Señor estableció.
Es decir, si no nos hemos transformado en enemigos de la cruz de Cristo, si no seguimos nuestros deseos, si nuestro dios no es el estómago, si no estamos solamente pensando en lo terrenal sino todo lo contrario, vivimos para Dios, nuestro Dios es el Señor Jesucristo, y pensamos en lo celestial todo el tiempo, dice aquí: Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.
Es decir, llegará un día donde tú y yo participaremos de la absoluta presencia de Dios en el cielo mismo y veremos que nuestro cuerpo ha sido glorificado como fue glorificado el cuerpo del Señor.
Por lo tanto, no quiero decirte, porque sale sobrando, cuál es el destino de los enemigos de la cruz de Cristo. Leímos antes, es la destrucción.
Por más cristiano que se diga, por más asistentes a domingos en templos alrededor del mundo, por más lectura de la Biblia, por más oración que tengan cada tanto, eso no determina nuestro destino, lo determina, para qué y para quién vivimos.
El capítulo cuatro y el versículo uno dice: Por lo tanto... Quiere decir conforme a todo lo dicho anteriormente,queridos hermanos míos, a quienes amo y extraño mucho, ustedes que son mi alegría y mi corona, manténganse así firmes en el Señor.
Como tenemos un ejemplo y un modelo a seguir, podemos distinguir lo que es contrario a Cristo y no fundamentamos nuestra vida en lo terrenal, por eso nos podemos mantener firmes pero, ¿en quién? En el Señor, no firmes en nuestras costumbres cristianas, firmes en el Señor y en lo que Él quiere porque escuchamos su voz.
Dice el versículo 2: Ruego a Evodia y también a Síntique que se pongan de acuerdo en el Señor. Dice el versículo 3: Y a ti, mi fiel compañero, te pido que ayudes a estas mujeres que han luchado a mi lado en la obra del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
A ver, voy aclarar algunas cosas:
Lo primero, parece notable que Pablo se meta en algo tan privado y específico, menciona en su carta, una carta leída a toda una iglesia, a cuatro personas en particular, Evodia, Síntique, más adelante dice a ti mi fiel compañero, que no menciona quién es. Hay algunas especulaciones, algunos dicen que como está escrito el original, esa palabra de fiel compañero forma un nombre y que era un nombre propio, pero eso como no es seguro, nadie lo puede afirmar, ¿está bien? Y luego menciona a Clemente. Menciona a cuatro personas, pero a las dos primeras, a estas dos mujeres, Evodia y Síntique, las pone en evidencia, ¿qué agradable, no? Yo creo que más de un creyente se iría hoy de una iglesia local si públicamente un pastor, una autoridad espiritual, les diría, Pepito y Juanita les pido por favor que tengan un mismo sentir, eh, dirían ¿pero no me lo podría haber dicho el pastor a solas? ¿Por qué me lo tiene que decir delante de todos los demás, no es un asunto conmigo? ¿necesitaba avergonzarme delante de todos?
No, es que hay asuntos que son prioritarios en la Iglesia de Jesucristo y quiero que lo veas como el Señor lo ve.
Lo primero que aclaro, es que aquí en la Nueva Versión Internacional, se expresa de una manera que no es la más adecuada, porque dice ponerse de acuerdo, que se pongan de acuerdo en el Señor, pero ponerse de acuerdo suena a un esfuerzo natural. Es como decirle, bueno, sabemos hermanas que ustedes dos tienen muchas diferencias, pero hablen, hablen lo suficiente hasta que logren ponerse de acuerdo, alguna de las dos ceda un poquito o cedan las dos una partecita y establezcan un punto intermedio en común. En realidad, el Espíritu de Dios nunca nos pide un esfuerzo natural sino un resultado espiritual de la vida en los creyentes.
¿Saben en realidad lo que debiera decir ahí? Les ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir o que tengan el mismo pensar en el Señor.
Es decir, que dejen a un lado cualquier asunto personal, porque otra vez volvemos a lo mismo, esos asuntos personales son asuntos naturales y humanos, y ningún creyente fue puesto en la Iglesia para sostener asuntos naturales y humanos.
Por eso necesitamos entender tú y yo, que ninguna decisión que tomemos en nuestra vida que no esté basada en la voz del Espíritu Santo, jamás podrá funcionar adecuadamente.
Hermano, es inevitable pero ninguna decisión puede funcionar si no vino del Señor, ¿sabes por qué no puede funcionar? Por la sencilla razón, de que el Señor tiene planes para nuestras vidas conforme a su modelo y conforme a su propósito. Por eso, dice también en la Palabra, que el Señor preparó obras de antemano para que anduviéramos en ellas.
Quiere decir que aún el día de mañana tú vas a vivir algo, que si sabes bien lo que el Espíritu Santo quiere, será algo que Dios preparó de antemano para ti.
Imagínate, te estoy hablando de un día normal, lleva esto a las decisiones importantes de nuestra vida, los jóvenes que de pronto se enamoran de una muchacha que les gusta, de un muchacho que es el príncipe azul, pero se llevan junto con ese príncipe o con esa muchacha todos los principios espirituales, todititos, todos se los vuelan, ninguno los respetan, porque quieren convencer al Señor que ésa es la mejor persona para ellos.
Por eso vemos matrimonios, supuestamente en Cristo, personas que llegaron a la iglesia por la influencia de un creyente, pero que el creyente lo quería más para casarse que para que se entregara a Cristo y tuviera una vida transformada, casamientos que luego se transforman en divorcios y dolor para la vida de esas personas.
Por eso vemos personas moviéndose de sitio y de lugar, aquí en Estados Unidos es lo más normal y natural, natural, yo me mudé porque aquella casa es más bonita, es mejor, tiene mejor precio y es más amplia, es lo que yo quería, pero ahora la iglesia donde yo me congregaba me queda lejos, pero aquí tengo cerca cuatro, cinco, voy a ir un domingo a cada una hasta que encuentre dónde me acomodo mejor, con cuál me identifico más. Son unos disparates, todos esos disparates solamente los pueden pensar aquellos que se transformaron en enemigos de la cruz de Cristo.
Viven para sí mismos, hacen las cosas a su manera, siguen sus propios deseos y apetitos, piensan sólo en lo terrenal, no han entendido el principio fundamental de que Dios te puso en un cuerpo, y cuando tú tomas la decisión de salirte de ese cuerpo para irte a otro lado, si el Señor no te habló y no te está enviando a otro lugar, estás desmembrando el cuerpo por alguna parte. Pero es tan fácil decidir que nos vamos a otro lado y a otro sitio porque me gusta más y me acomoda mejor, pero la voz del Espíritu Santo no estuvo allí.
Por eso, Evodia y Síntique, fueron puestas en evidencia por el bien de la Iglesia, no para hacerles pasar un mal rato a las dos, no para que se sintieran avergonzadas porque Pablo puso sus nombres en la carta y ahora lo están leyendo en toda la Iglesia y toda la Iglesia se está enterando, no, porque si Evodia y Síntique, que como dice Pablo aquí, fueron colaboradoras de Pablo en los propósitos del Reino, ahora por asuntos personales, terrenales, por pensamientos propios, producen una división en el mismo pensar de la Iglesia, podrían transformarse en dos personas con influencia para que otro grupo de la Iglesia las siguieran y se desmembrara el cuerpo de Cristo.
¿Cambia o no cambia el versículo que estamos leyendo? Viste que sí cambia, ¿tú piensas que eso no ocurre? Ha ocurrido a lo largo de la historia de la Iglesia en estos últimos tiempos, ocurre todo el tiempo, hermanos que de pronto se enojaron con la autoridad, que no les pareció, que algo no les gustó, pero como eran hermanos de cierta influencia, no solamente sostienen sus ideas personales y terrenales sino que se llevan a otros porque empiezan a convencerlos de esas mismas ideas terrenales que el Espíritu Santo no plantó y que están en contra de Cristo. Personas que en otro tiempo fueron pastores y terminaron diciendo que muchas de las cosas que están escritas y que antes decían que eran una verdad de Dios, ahora dicen que no es tan así porque el Espíritu de Dios les reveló algo nuevo que nada tiene que ver con lo que la Palabra enseña, porque ahora se apoya en otros pasajes para desmentir ciertos pasajes de la Escritura, wow, qué tremenda revelación eh.
¡Qué daño le están haciendo a la Iglesia de Cristo!
Así que, Evodia y Síntique, les ruega el Espíritu Santo, que sean de un mismo pensar y de un mismo sentir en el Señor.
Por el Espíritu de Dios, yo quiero hablar ahora a todas las Evodias y a las Síntiques en la Iglesia de Cristo que está escuchando este mensaje, para decirles que no sigan dando lugar a sus propias opiniones y a sus propios pensamientos y que no sigan estando en división natural por lo que les parece y por lo que sienten, dobleguen lo humano, ríndanlo al Señor, recuerden que en la cruz de Cristo fuimos todos y cada uno de nosotros crucificados para no vivir más nosotros, sino para que Cristo viva en nosotros, y en el Nombre de Cristo Jesús y por su amor sean de un mismo sentir y de un mismo pensar.
Pero hay otro ruego de Pablo, porque Pablo le dice a ese fiel compañero que no sabemos quién es, te pido que ayudes a estas mujeres que han luchado a mi lado en la obra del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Es decir, el Espíritu de Dios va a mover y va a levantar a más de uno en su Iglesia para que vean que se está metiendo por allí alguna división de algún tipo, y el mismo Espíritu de Dios les dirá, tú que tienes el mismo pensar y sentir que Cristo ayuda a tus hermanos, ayuda a tus hermanas a tener ese pensar y ese sentir en el Señor. No permitas que se desvíen conforme a sus pensamientos, no permitas que la Iglesia sea atacada, herida y desmembrada, porque lo humano y terrenal cobró lugar cuando debían estar muerto dentro de la Iglesia de Jesucristo.
Sigue diciendo el versículo 4: Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!
La instrucción es clara, ¿no? Pero es tan directa como espiritual, por eso se repite dos veces, alegrarse y cualquiera podría decir, bueno, yo soy una persona bastante alegre eh, me gusta siempre andar haciendo bromas, sonriendo con la gente, pasarla bien, me gusta pasarla bien, soy un tipo divertido, ¿tú te piensas que es esa clase de alegría? Esta es una alegría que no tiene su sustento en las circunstancias, sino que va más allá de ellas, por eso dice, Alégrense siempre en el Señor.
Si el Señor se puede alegrar en eso, entonces tú también y yo también nos podemos alegrar en eso, alégrense en el Señor, vivan una vida que demuestre la alegría de pertenecer a Cristo y que Cristo los gobierna, y aunque pasen momentos difíciles la alegría y la felicidad interior que los invade por la presencia del Espíritu de Dios nunca los va a abandonar. Ustedes, insisto, alégrense aún cuando estén pasando tiempo de dificultad, alégrense porque será una nota de alabanza al Señor, porque será la mejor canción que le puedan cantar, porque será la mejor doblada de rodillas para rendirse ante el Señor, la alegría de saber que vivimos bajo su gobierno, aunque la circunstancia no es nada fácil pero Él tiene el control de todo.
Alégrense siempre, siempre, siempre, en el Señor.
Nunca le demos lugar, amada Iglesia, a la tristeza, a la amargura, al dolor, a la queja, a la incomodidad, bajo ningún concepto. Lamentablemente creo que todos debemos reconocerlo, tenemos a veces tendencias naturales, a algunos nos ataca más la queja, a otros nos ataca más el dolor, a otros nos ataca más la tristeza, a otros nos ataca más la depresión, a otros nos ataca más la soledad, pero siempre cuando tenemos esas tendencias tenemos un motivo, fíjense, para ir al Señor a llorarle, es que Señor, lo que estoy viviendo es terrible, es que Señor, Tú me conoces, Tú sabes ya no aguanto, ya no soporto, ya no puedo más, Tú que tienes misericordia y todo lo conoces, ¿por qué le vamos a llorar? Llorar no es la actitud adecuada para con el Señor, la actitud que el Señor quiere es de alegría.
Por eso, fíjense, mira, mira, vamos a seguir leyendo para poder comprender la idea, dice el 5, Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca.
Esta amabilidad, ¿sabes qué característica tiene? De actuar apropiadamente siendo justos, moderados, pacientes, no insistiendo en la rigurosidad de lo que es legal, de lo que técnicamente está bien, sino mostrando una consideración que examina desde el aspecto humano y razonable. Dice su amabilidad sea evidente a todos, que las personas que los rodean, no solamente los creyentes, todos los conozcan como personas amables, es decir, como personas que actúan adecuada y apropiadamente, que son justos, que son moderados, que son pacientes, que no insisten exclusivamente en lo que está bien, sino que muestran una consideración porque ven el lado humano o el lado razonable.
Ahora, la motivación para que la amabilidad sea evidente a todos, ¿cuál es? Que el Señor está cerca. Ésa es la motivación, la motivación no es quedar bien con las personas, eh, hay mucha gente que es amable porque quiere quedar bien con otros, porque en su afán de su falta de identidad, no sabe cómo caerle bien a la gente y que lo apruebe, entonces una manera de encontrar aprobación es siendo amable. No, la amabilidad que viene del Señor no es para que otros nos aprueben o para sentirnos valiosos, somos amables porque el Señor está cerca.
Podríamos decir que está cerca en dos sentidos, el más obvio podría ser que viene pronto y todos anhelamos su venida, pero la otra manera de entender que el Señor está cerca, es que porque se muestra cercano a la gente a través de la amabilidad que nosotros mostramos de Él, así como cuando Jesús dijo, arrepiéntanse porque el reino se ha acercado... estaba diciendo, ahora Dios y su Reino vinieron a ustedes a través de mí.
Los creyentes podemos decirle a la gente, a través de la amabilidad que viene del Señor, ¿saben qué? El Señor está cerca, aprovechen este tiempo de salvación y de gracia de Dios, porque todo el que busque al Señor lo va a encontrar, el Señor está cerca.
Pero sigo leyendo, para completar la idea anterior que dejamos pendiente en el versículo 4, el versículo 6 dice así: No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Ahora, vamos a completar la idea del versículo cuatro. En la vida de los hijos de Dios no hay lugar ni para la inquietud ni para la preocupación ni para el afán, no hay lugar, no es que está bien tenerlo, no hay lugar, no hay lugar.
Dice, no se inquieten, no se inquieten por nada, no dice está bien que se inquieten, pero cuando se inquieten busquen al Señor y oren, no, lo que está diciendo es, no se inquieten por ningún motivo, no hay lugar para la inquietud, para el afán ni para la preocupación. Por eso, vivimos alegres todo el tiempo, porque no hay ninguna circunstancia que nos mueva, no hay ninguna circunstancia que nos pueda afectar, aunque la sintamos, es eso, circunstancia, pero la circunstancia no mueve mi realidad en Cristo, Cristo lo es todo para mí.
Por eso dice, más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios, me quedo aquí. Es decir, que cuando veo que la cosa está difícil, en la ocasión que sea necesario, todo el tiempo me mantengo en comunión con el Señor, no es la oración del salvavidas, eh, no es marqué al 911 para que venga en mi auxilio, no, no, no, no, no, presenten al Señor lo que están viviendo con toda oración y ruego, manténganse en comunión constante con el Señor.
Por eso dije hace un rato atrás, las veinticuatro horas pensamos en lo que Dios piensa, las veinticuatro horas, estamos todo el tiempo conectados con lo que el Señor quiere, todo el tiempo.
Por eso, yo creo que mi esposa tiene problemas, justamente con las películas de superhéroes, ¿saben por qué? Porque si en rara vez, mira un poquito de una película de superhéroe, no puede evitar relacionarlo con Cristo, y todo el tiempo le dice a mis hijos, lo que pasa que esos superhéroes que ustedes están viendo ahí, lo único que están haciendo los que escribieron eso y los que crearon eso, es llenar su cabeza para suplantar a Cristo, y creer que puede haber algo o alguien que pueda suplantar a Cristo. Creo que mi esposa no estaba tan loca como posiblemente mis hijos pensaban.
Porque una persona que tiene su mente las veinticuatro horas en Cristo, no puede dejar de relacionar todo lo que ve, lo que sabe, lo que conoce, lo que escucha con el Señor, no, no, no aunque esté escuchando las noticias de las seis de la tarde o de las once de la noche en la tele, escucha una noticia y no puede dejar de interceder porque escucha que mataron al padre de familia en un accidente de carro en medio de la autopista por un loco que venía manejando a toda velocidad y estaba borracho.
La mente del que ama al Señor enseguida se va a pensar en toda la familia que se quedó sin ese padre de familia, no sólo escuchamos las noticias, nuestra mente está todo el tiempo conectada con el Señor, eso es verdadera comunión. Hermano, la comunión no es solamente tomarme un momento para orar, tomarme un momento para leer la Biblia, y no digo que no lo hagamos, por favor, no quiero que nadie mal interprete lo que estoy diciendo, lo que quiero que entendamos es que toda nuestra vida en Cristo, no de un rato en la mañana, en la noche, al mediodía, es de las veinticuatro horas viviendo por y para Cristo, veinticuatro horas conectado. Cuando hay una ocasión dónde algo nos apremia vamos al Señor una vez más, estamos en comunión con Él y presentamos nuestra oración con un ruego particular, pero nunca dice la Biblia que el ruego sea en lágrimas, nunca dice la Biblia que el ruego sea llorar, y no tengo ningún problema con que tú o yo lloremos alguna vez delante del Señor, pero creo que a veces lloramos por cosas que el Señor jamás llora ni lloraría, lloramos simplemente porque nos afecta lo humano y terrenal. Cuando Jesús lloró, lloró por motivos que le importaban al Padre, lloró por una Jerusalén que Él quería juntar como la gallina a los polluelos, y no había manera porque no querían, por eso lloró.
Quiere decir amados, que cuando estamos en comunión con el Señor por supuesto que oramos, por supuesto que rogamos con una súplica a veces muy intensa por una situación, pero desde una base, desde una plataforma lo hacemos, que es la alegría que hay en nuestro ser porque Cristo nos habita, estamos siempre alegres, una alegría que está por encima de la circunstancia, y lo hacemos también buscando un objetivo final, porque dice el final del versículo 6 dice; y denle gracias.
¿Sabes que si oráramos y rogáramos pero no termináramos dando gracia, esa oración y ese ruego fueron insuficientes para el Señor?
Te voy a explicar por qué. Porque no habla de lo que culturalmente es bien aceptado de que aprendamos a ser agradecidos, está hablando aquí que el agradecimiento es una demostración de fe, si tú acabas de rogarle al Padre por algo puntual que todavía no ves, que todavía no sabes cómo va a ser, no lo puedes tocar, pero inmediatamente después que rogaste le dices al Señor, y yo te doy gracias porque lo has hecho, ¿sabes lo que le estás diciendo? Yo sé que Tú vas a actuar como solamente Tú lo puedes y lo sabes hacer, por eso te doy gracias por anticipado por el resultado, yo tengo fe que tu poder se va a manifestar plenamente en esta situación, porque además sé que he orado conforme a tu voluntad, así que Tú respondes todo lo que esté de acuerdo con tu voluntad.
Por eso, el joven que ora y se la pasa orando para lograr que aquél muchacho o chica se entreguen a Cristo porque se quiere casar con él o con ella, está orando desde la perspectiva equivocada y Dios no puede responder, aquel que está orando para que se le abra la puerta en otro lado, en otra ciudad o donde sea porque no le gusta el lugar donde vive y quisiera vivir en otro lugar, está orando desde la posición equivocada. Aquel que ora diciendo mis hijos, yo Padre te pido que sean grandes profesionales o profesionistas, como ustedes prefieran decirlo, que lleguen a lograr cosas grandes, que valga la pena tanto esfuerzo, tanto estudio, tanto gasto de dinero invertido en ellos, están orando desde la perspectiva equivocada.
¿Qué acaso Dios no quiere hijos que sean profesionales en lo que hacen? Por supuesto que sí lo quiere, pero ¿saben qué quiere primero? Hijos que lo amen y que vivan para Él, si lo aman y viven para Él todo lo que hacen lo van a hacer bien. Y dos, van a hacer todo que hagan para el Señor y por el Señor, conforme a la voluntad del Padre.
Sigo leyendo, versículo 7, les dije antes, las promesas vienen para aquellos que viven conforme a Cristo y conforme al modelo que el Señor estableció, Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Es decir, que nuestra comunión con el Señor nos permite disfrutar de la paz de Dios, la cual se transforma en algo así como en un guarda, en un protector, la paz de Dios es nuestro protector, cuida nuestros corazones y pensamientos.
¿Por qué menciona corazones y pensamientos? Porque todo inicia en el corazón, porque en el corazón es donde se asientan nuestros pensamientos, emociones, sentimientos y decisiones, quiere decir, que el corazón siempre va a impulsar a nuestros pensamientos, si la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guarda nuestros corazones, por ende, estarán guardados nuestros pensamientos, porque un corazón guardado por la paz de Dios provocará que los pensamientos sean conforme al Señor.
Por otra parte, ¿qué dice acá? Dice: Cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Lo voy a decir así, no hay lugar, permítanme decirlo así, no hay lugar más seguro y confiable que el Señor Jesús, pero al mismo tiempo no hay un lugar más impenetrable para el enemigo que Cristo Jesús, por lo tanto, cuando por la comunión con el Señor, la paz de Dios cuida nuestros corazones y pensamientos, el enemigo de nuestras vidas no se puede meter así, porque esos corazones y pensamientos están guardados en Cristo, y esa barrera el diablo no la puede pasar, esa línea el diablo no la puede atravesar.
Muchas veces he escuchado a los creyentes decir, no, es que el diablo no me deja en paz, me vuelve loco, todo el tiempo me está amenazando, me pone sus ideas y el diablo me atormenta... Bueno, si tanto te atormenta, posiblemente el corazón y los pensamientos no están en Cristo Jesús, y no están siendo guardados. Posiblemente hay un problema serio en la comunión con el Señor, entonces, donde no hay comunión con el Señor no hay un cuidado de corazones y pensamientos en Cristo, y por ende el diablo dice, acá no tengo ninguna barrera, yo puedo pasar donde quiero y cuándo quiero, por eso atormenta tanto, pero sino el diablo jamás nos podría atormentar. ¿Por qué nos atormentaría a aquellos que estamos guardados en Cristo Jesús? ¿Tú piensas que Cristo Jesús le va a permitir al diablo pasar?
Dice el versículo 8: Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.
¿Cómo empieza? Consideren bien. Considerar de manera especial y particular todo aquello que tiene características divinas, eso consideren, en eso piensen, a eso dedíquense, recapaciten y miren atentamente aquellas cosas que vienen de Dios.
Porque, ¿qué va a pasar? Dice el versículo 9, Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.
Es decir, cuando yo pienso en lo puro, en lo verdadero, en lo respetable, en lo justo, en lo amable, lo que es digno de admiración, lo que es excelente, lo que merece elogio, estoy recordando ese modelo apostólico por el cual yo sé por dónde caminar y soy movido por el Espíritu de Dios, no sólo a conocerlo y a saberlo, a ponerlo en práctica, experimentar en la vida de todos los días, poner en práctica lo que hemos aprendido, ¿de quién? De aquellos que nos mostraron el modelo.
Dice, aprender de ellos, recibir y oír de ellos y lo que vimos en ellos.
Quiere decir, que no solamente ese modelo fue por lindas palabras, por esa enseñanza, fue porque vimos que era verdadero, porque en la manera de vivir y de actuar supimos que ése era el único modelo que el Señor había dejado para nuestras vidas.
¿Cuál es el resultado? Otra vez una promesa, dice: y el Dios de paz estará con ustedes.
Fíjense, cambió ahora lo que leímos en otro versículo anterior, antes decía,la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. La paz de Dios.
Ahora dice aquí, si practicamos este modelo, el Dios de paz estará con nosotros.
No hay promesa de Dios que se cumple solamente por repetirla, por leerla en la Biblia, por enmarcarla y ponerla en la pared de la casa, por convencernos a nosotros mismos que la Biblia dice esa promesa, así no se cumplen las promesas.
Las promesas de Dios se cumplen cuando ponemos en práctica la vida que Cristo marcó para nosotros, no hay mejor manera de estar protegidos y guardados que por la paz de Dios y con la presencia de Dios mismo en nuestras vidas.
Por eso, uno puede estar en paz siempre, no me va a pasar nada que el Dios de paz no quiera que me pase, porque si el Dios de paz está conmigo nada malo me puede pasar, y si algo que a mis ojos es malo ocurre, hay algo detrás que Dios sabe y conoce y que Él va hacer. No hay mejor manera de estar cuidados por el Señor.
Amada Iglesia, yo creo que necesitamos no sólo entender estas cosas, necesitamos orarlas conforme a la voluntad del Señor y necesitamos pedirle al Espíritu de Dios que nos la revele, ¿por qué? Porque dichas pueden resultar sencillas o fáciles de entender, pero sólo por la revelación del Espíritu las podemos vivir.
Así que, yo le pido que estemos de pie juntos y que oremos también juntos al Señor, y le pidamos al Espíritu de Dios que nos revele su verdad, su Palabra, y vivamos conforme a lo que Él ha establecido para nosotros.
Padre, te agradecemos en este día especial, como cada día que te pertenece a ti, todos los días son especiales cuando los vivimos en ti y para ti, por eso, este día además, que tenemos el privilegio de estar reunidos como Iglesia tuya, para nosotros es un privilegio especial saber que en tu presencia y en la comunión del cuerpo de Cristo estamos siendo ministrados por tu Espíritu, y Señor, precisamente lo que necesitamos, es una ministración y una revelación particular del Espíritu de Dios. No podríamos Señor, comprender las cosas espirituales y llevarlas a la práctica si el Espíritu de Dios no nos las revelara, necesitamos de tu revelación Espíritu Santo, para vivir por esta verdad.
Por eso, como tu Iglesia, hoy te pedimos que nos reveles todas y cada una de las cosas que hemos analizado por tu Espíritu en este día, y que esa revelación produzca una convicción en nuestro interior, de tal manera que si en algún sentido nos habíamos transformado en enemigos de la cruz de Cristo, venga sobre nosotros un profundo arrepentimiento, haya un cambio de actitud absoluta en nuestras vidas, y estemos una vez más encarrilados en el modelo que Tú has dejado para nosotros.
Señor, queremos ser de esos hombres y mujeres que viven por ti y para ti, que Señor, conocen tu corazón, que saben lo que está en tu mente, porque Tú se los revelas, porque pueden tener esa comunión intima y perfecta contigo sin que nada nos separe de ti, de tal forma, que vivamos sólo pura y exclusivamente para hacer tu voluntad y estemos conectados a ti todos nuestros días, las veinticuatro horas del día, haciendo tu voluntad.
Padre, te agradecemos porque eso es lo que Tú has marcado para nosotros, has dejado un modelo a través del espíritu apostólico y profético, no es sólo un tipo de enseñanza, no es un tipo de iglesia como puede haber muchos otros tipos de iglesias, no Señor, hay un solo tipo de iglesia que es tu Iglesia, hay un solo modelo que es tu modelo, hay un solo camino que es tu camino, y en eso queremos caminar, en tu verdad, en la perfección de lo que tu Palabra establece para nosotros, y cuando lo vivimos y lo practicamos, entonces todas tus promesas son cumplidas al ciento por ciento en nuestras vidas, porque Tú no retienes nada que nos hayas prometido.
Así que te agradecemos por lo que viene por delante para nosotros.
Yo oro Señor, para que seamos todos de un mismo pensar y de un mismo sentir.
Oro también, eliminando de nuestra vida los pensamientos humanos, carnales y terrenales.
Declaro Señor, que no tenemos parte con aquello que nace de nuestro corazón humano sino que hemos aprendido a morir día tras día, que nos reconocemos muertos en la cruz de Cristo, identificados con la muerte de nuestro Señor, y vivos por la vida sobrenatural que Tú has derramado en nuestro interior, y que por esa razón, nosotros vivimos conforme a tu voluntad cada día de nuestra vida.
Te honramos, Señor, te alabamos, te bendecimos y te agradecemos por lo que hoy estás haciendo, y por lo que seguirás haciendo conforme el Espíritu Santo nos siga revelado tu Palabra y tu verdad.
Gracias Señor. Nos rendimos a ti en agradecimiento, en adoración, en reconocimiento, y sabiendo que Tú eres el Señor, que rige y gobierna nuestra vida.
En su Nombre oramos, amén y amén. Amén.
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