en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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Entonces, cada vez que tenemos el privilegio de pararnos en este lugar o en cualquier lugar en donde haya pueblo de Dios escuchando, en mi espíritu hay algo claro, nuestra misión es llevar a cada uno de ustedes a la madurez en Cristo Jesús, a ser perfectos en Cristo Jesús.
Cuando uno lee los evangelios y las cartas de Pablo, uno no ve un énfasis en el número de gente, pero siempre ve un énfasis en los apóstoles; en cada uno de ellos, que su principal ministerio era perfeccionar a los santos.
Cuando uno no se olvida de esto, va a estar ocupado en el buen camino, porque va siempre en la dirección que Dios está yendo, y nosotros tenemos que caminar por el lugar que Dios camina.
Recién cuando estábamos alabando decíamos algo: yo quiero que Tú ordenes mi caminar, que siempre viva en tu voluntad.
Y esto es muy claro con a Palabra que el Señor me dio para compartirles en este día.
Dios tiene una manera particular de hablarme, y cuando yo le pregunto: Señor, qué tengo para compartir en cada lugar en particular, a mí el Señor siempre me da "una palabra", una sola, y de ahí me dice, "órale".
Desde allí nos remite a buscar en la Escritura y la palabra que el Señor dio, es: “Disciplina”.
Dios me ha dado una unción para enseñar y quiero dar una dirección en este sentido a fin de crecer en el conocimiento.
Cuadro usted quiere saber qué le dice la Palabra, ¿sabe qué tiene que hacer? Tomen la Palabra y comiencen a buscar; toda vez que en la concordancia aparece dicha palabra, podrán comprobar cómo les va llevando a un conocimiento mayor con solo leer los pasajes donde se encuentra “esa palabra clave”.
Cuándo piensa en disciplina ¿qué es lo que entiende por disciplina? Autoridad, orden, corrección, formación, etc.
Conforme la Palabra nos va enseñando, vamos a ir viendo la definición de la palabra disciplina:
En el griego paideia, significa la formación de un niño que incluye la instrucción, corrección y disciplina, que regula el carácter, es decir, una disciplina que tiene un propósito e incluye castigo, regular el carácter.
La siguiente definición musar, significa: reprensión, advertencia, consejo, corrección, enseñanza y reconvención.
Partiendo de estas definiciones, tendremos un entendimiento más completo de lo que significa disciplina, pero vemos además que tiene varios aspectos, uno de ellos en los niños:
La formación de un niño:
* La disciplina: La meta como padres, es formar carácter en el niño y si no lo formamos desde pequeños, crecen torcidos.
Tomando como ejemplo una planta de tomate, cuando comienza a crecer hay que ponerle una varita, para que no se tuerce, ésa es la idea de formación, cuando se forma a un niño para que crezca derecho, tiene que haber: Instrucción y enseñanza, debemos enseñar aún desde pequeño, cómo debe comer, comportarse, etc.
* La corrección, reprensión, reconvención: Cuando el niño hace algo malo se le dice claramente: ¡no es correcto! ¡Y se hace de tal manera! De esta manera, estamos corrigiendo y lo hacemos tantas veces como haga algo que no es correcto.
* Lo entrenamos y educamos: Hay ocasiones en que el niño debe ser azotado, esta es una palabra que parece fuerte pero no es esa la idea, cuando la Biblia habla de azotes dice que es:
Darle en ese lugar maravilloso que Dios dio para sentarnos y que tiene acolchadito, eso es castigo y azote; y es necesario, estamos hablando de lo natural pero tiene que ver con lo espiritual.
A quienes hay que disciplinar:
1) A los niños:
El Antiguo Testamento contiene la ley y obviamente nosotros no estamos bajo la ley sino bajo la gracia, pero tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, contienen las Sagradas Escrituras y lo que son Sagradas Escrituras, sirven para todos los tiempos.
Cuando Pablo dice: pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Es que toda la Escritura es útil para corregir, entonces el Antiguo Testamento forma parte, tiene contenida las Sagradas Escrituras que nos sirven para nuestra enseñanza.
(Todos los textos bíblicos son usados de la Nueva Versión Internacional)
"El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;
mas el que lo ama, desde temprano lo corrige".
Proverbios 13:24
Eso es a nivel de los niños, porque a los niños se los forma.
2) A los necios:
"El castigo se dispuso para los insolentes,
y los azotes para la espalda de los necios".
Proverbios 19:
Nos encontramos hasta aquí con dos clases de personas que necesitan disciplina, pero hay otro tipo de personas que también, necesita disciplina.
3) Los sabios:
"...Corrige al sabio, y te amará.
Da al sabio, y será más sabio;
Enseña al justo, y aumentará su saber".
Proverbios 9: 8-9
La Palabra expresa que si corriges al sabio, será más sabio.
La persona que es corregible, recibe la corrección, no solamente recibe la corrección sino que ama al que lo corrige.
A medida que analizaba todo esto, analizaba mi propia vida y esto es lo que debemos hacer todos.
¡El sabio ama que lo corrijan, le gusta que lo corrijan y acepta que lo corrijan!
¿Qué se corrige con la disciplina?
1) Los errores.
2) La necedad.
3) La terquedad o la firmeza obsesiva. La terquedad y la firmeza obsesiva, tienen como raíz “rebeldía disimulada”, aparentemente son “firmes convicciones”, pero cuando analizamos a fondo y Dios siempre analiza el fondo, no se queda con lo de arriba, es rebeldía disimulada.
4) La rebeldía. Todos nos damos cuenta de que hay rebeldía, menos el que es rebelde.
Mucho de lo que estamos viendo es muy fuerte, pero le he pedido a Dios que cada una de estas cosas, les sean reveladas por el Espíritu Santo fluyendo en su vida y al final de este mensaje usted va a poder decir dónde está parado.
Y va a tener también, el propósito y la meta de Dios para corregir su vida y para ser disciplinado por Dios.
No es por lo fuerte que pueda hablar, ni por lo que le predique, sino por el poder de la Palabra de Dios y este poder está en la Palabra ungida por el Espíritu Santo de Dios.
Al compartir esta Palabra, ése es mi sentir, el espíritu con que les voy a compartir.
Yo creo en el poder del Santo Espíritu de Dios obrando en nosotros como equipo apostólico y nuestra meta es presentarlos perfectos ante Cristo.
¿Cuál es el propósito general de la disciplina?
Vamos a entrar posteriormente en aspectos particulares, pero el propósito general es:
“Formar una persona íntegra, con carácter, sabia y madura en Cristo”.
No estamos haciendo una apología de la disciplina, como algo bueno solamente, sino a través de Cristo.
"El de sabio corazón acata las órdenes,
pero el necio y rezongón va camino al desastre".
Proverbios 10:8
Cuando usted ve la palabra rezongón, piensa en alguien respondón, quejoso, que siempre pone por delante su manera de parecer, cada cosa que se le dice siempre tiene algo para rezongar; y con un agregado: la cara fea, renegando.
Una evidencia de la necedad y la terquedad, es que una persona es rezongona.
"Al necio le parece bien lo que emprende,
pero el sabio atiende al consejo".
Proverbios 12:15
Aunque ahora estamos exponiendo solamente lo negativo del necio.
Al analizar este versículo, vemos que el necio cree que su opinión es la única que vale y sigue adelante con lo que pensó, con lo que emprendió, difícilmente va a pedir una palabra de consejo.
"El necio muestra en seguida su enojo,
pero el prudente pasa por alto el insulto".
Proverbios 12:16
Es una persona que en el momento que algo no sale o no está funcionando como a él o a ella, le parece, inmediatamente se enoja.
Es tan clara la palabra que no hay mucho que explicar.
"El que desprecia a la disciplina sufre pobreza y deshonra".
Proverbios 13:18
Siempre pensamos que la pobreza es solamente por no dar diezmos, ofrendas, limosnas, “no dar”.
En realidad “dar” es el punto número uno, pero dice este versículo... El que desprecia a la disciplina sufre pobreza y deshonra;
¿Cuál es el punto clave de alguien necio y terco? Desprecia la disciplina.
No está de acuerdo con que se le discipline.
"Los necios hacen mofa de sus propias faltas".
Proverbios 14:9
¿Qué significa hacen mofa? Burlarse.
El necio, no le da importancia a las cosas incorrectas que hace y cuando lo disciplinas, dice: “tranquilízate con lo que me estás diciendo”, en el fondo está expresando: “para mi es un chiste lo que estoy haciendo y tu lo haces tan grave”.
"El que es paciente muestra gran discernimiento;
el que es agresivo muestra mucha insensatez".
Proverbios 14:29
La agresividad es otra evidencia de la necedad.
"Al insolente no le gusta que lo corrijan,
ni busca la compañía de los sabios".
Proverbios 15:12
Obviamente que, a ninguno de nosotros nos gusta que nos marquen los errores, todos quisiéramos estar bien, perfectos siempre.
En realidad, el hombre natural en un primer momento, tiende a querer molestarse, pero acá no estamos hablando de esto, en este pasaje de la Palabra, está hablando de la persona necia y dice: aborrece que lo corrijan.
Ellos pueden corregir a todo el mundo, pero no aceptan ninguna corrección sobre ellos; ésta es una característica del necio.
El que no es corregible es una persona criticona, ve los defectos de todo el mundo, todos tienen algo, a todos le falta algo, pero cuando se los corrige, lo rechaza y no les gusta.
Además, no busca la compañía de los sabios.
Cuando una persona es necia, se la corrige y no quiere entrar en razón, lo primero que hace es apartarse de la gente sabia.
Usted tiene que ver esto para conocer el corazón de alguien:
¡Fíjese con quién se junta o de quién se separa!
Ya que la gente que quiere ser corregida, que es corregible, que busca la sabiduría, siempre va a tratar de estar cerca de aquellos a los que reconoce como sabios, para aprender a crecer, a corregirse.
Esa es la evidencia de un sabio, pero a la vez, lo contrario es que el necio, se aparta, no se quiere juntar, porque se verá descubierto y nuevamente se marcará su necedad.
"El que atiende a la crítica edificante habitará entre los sabios.
Rechazar la corrección es despreciarse a sí mismo;
atender a la reprensión es ganar entendimiento".
Proverbios 15:31-32
El necio, en este caso, además de que no le gusta, rechaza que lo corrijan.
"La necedad del hombre le hacer perder el rumbo,
y para colmo se irrita contra el Señor".
Proverbios 19:3
Con la sola Palabra estamos siendo edificados al leer esto.
Una persona con esta característica, pierde el rumbo; obviamente, cuando alguien no es corregible no sabe hacia dónde camina, lo hace hacia donde le parece y comienza a perder la dirección, al no recibir de Dios o de otras personas y empieza a perder el rumbo.
Y dice la Palabra, en la multitud de consejeros está el camino correcto y la victoria.
Pero además esto es una característica: Cuando la gente que no es corregible le salen mal las cosas, se enoja con Dios.
Comienza a reclamarle a Dios con frases como estas: Que lo ama, que va a la Iglesia, que hizo tal cosa que Dios le pidió. Yo lo hice Señor... ¿Por qué me va mal? ¿Qué pasa que estas cosas no se están cumpliendo en mi vida? ¿Qué sucede con Dios?
Cuando nos enojamos con Dios, nunca lo reconocemos pero realmente, en el fondo estamos irritados y Dios tiene la culpa, según el necio.
"Hijo mío, si dejas de atender a la corrección,
te apartarás de las palabras del saber".
Proverbios 19:27
Cuando rechazamos la corrección se abren dos caminos, el camino de la sabiduría y el camino de la necedad.
En el momento que rechazamos la corrección empieza la desviación y a caminar el camino equivocado y dónde terminaremos, solo Dios lo sabe.
Hay varias frases que demuestran la terquedad; y nosotros no nos vemos, sentimos como que no pasa por nosotros.
Dios me llevó a reflexionar en estas frases, que en algún momento hemos dicho y que reflejan la terquedad:
“Yo soy firme en mis convicciones y en mis puntos de vista”.
En un punto es bueno ser firme en lo que pensamos, en lo que creemos, pero cuidado, porque tiene un borde muy delgado.
Cuando uno dice: “Yo así pienso, así es y nadie me va a cambiar”, en el fondo lo que estamos diciendo es: “Ni Dios me va a cambiar”.
Hay personas que aún expuestas a la Palabra de Dios, no reaccionan y no responden, significa esto que en el fondo un necio le dice a Dios:
“Aunque me hables no me importa, yo no cambio”.
Porque el necio dice: “Si Dios no me lo dice a mí en persona”.
"Esto no es así, si me lo dice, mi mamá, mi esposa, mi esposo, mis pastores, mi jefe, etc., así no es, para mí”.
Hay momentos en los que alguien dice: “Yo le pregunto a Dios y Dios no me responde”. “Yo le digo al Señor si estoy mal, porque quiero estar bien y Dios no me responde”.
Cuando tu esposo te habló, dice el Señor: ¡Yo te estaba hablando! Y como eres terca o terco, pretendes que me presente delante de ti y te hable, eres una soberbia, un soberbio.
En el Espíritu siento que esto se les está revelando en el espíritu a muchos.
Un terco o un necio, dice: "¡No me hablen más, así yo no voy a cambiar de opinión! ¡Que pasa que siempre me están corrigiendo!"
Son las frases del necio.
Pero hay algo más que Dios está mostrando por esta palabra.
El necio también escucha, cuando alguien lo corrige, se sienta, escucha, acepta, llora, cuando se lo enfrenta a algo llora, pero luego se da vuelta y vuelve a lo suyo.
O sea, que necedad y terquedad, no es solamente decir: “No, no lo voy a hacer”, porque eso es muy evidente, a veces es gente muy educada y esa educación es un problema, es tan educada, que cuando alguien le dice algo, no se atreve a decir: “No esto no es así” o “No lo voy a hacer”, le pone la cara, escucha, acepta y llora, pero cuando sale de delante suyo, sigue haciendo lo mismo.
Hay personas que por años viven situaciones en sus vidas que no cambian, situaciones personales o familiares y se preguntan porque no salen de ellas, posiblemente estén en este caso o sean de los que se quejan; o sean de los otros que sí oyen, que sí parece que aceptan, pero cuando regresan a sus casas siguen haciendo lo mismo.
Si hay una situación en su vida que hasta el día de hoy no se ha podido cambiar y se lo ha pedido a Dios de todas maneras, pero siente la sensación de que Dios no le escucha, reflexione:
¡No será que alguna persona ya le dio un consejo de parte de Dios y allí Dios le estaba hablando y usted se dio vuelta y se fue y no obedeció lo se le dijo!
Dios sí le está hablando. Lo que pasa esque Dios lo hace de una manera diferente a la que usted espera, cuando él ve tercos y necios no va a hablar directamente, va a usar todos los medios que más rechazamos en el hombre natural.
Si usted dice: “Mi marido nunca me va a decir lo que tengo que hacer”, Dios va a usar a su marido.
O si dice: "¿Quién se cree mi esposa que es, que me va a venir a decir lo que tengo que hacer?", el instrumento de Dios será su esposa o aún un hijo, para un padre que dice “este mocoso no me va a enseñar a mí”.
El Señor está hablando a través de esto, porque queremos ser perfectos, queremos ser cabales, queremos ser maduros y Dios quiere eso.
Hay un tema que Dios nos ha dado, tanto a mi esposo como a mí, se titula:“Entender qué es ser un hijo de Dios”.
Es cambiar la mente de esclavos a hijos, y cuando uno lo empieza a desarrollar la gente se asombra, sabe que es hija, pero actúa como esclavo.
Una de las áreas donde se demuestra la paternidad de Dios para nuestra vida, es a través de la disciplina, es una de las áreas más claras.
Volvemos al principio, la disciplina. No es solamente castigo, esto es sólo para el necio y el terco que no quiere entrar en razón; el que acepta la reprensión, no hace falta que le den con una vara, con una palabra entiende, pero el punto es éste y lo tenemos que analizar.
Si decimos todas estas frases:
“A mí nadie me va a mover”
“Nadie me va hacer cambiar de opinión”
“No me hablen más, yo lo veo así y no voy a cambiar”
“Que les pasa a todos, están mal y yo soy el que está bien, esto es así”...
...Al mantenernos en la actitud de: tercos, plantados en una posición, vemos a todos los demás equivocados.
Pocas veces un terco se pone a reflexionar, en por qué todos los demás dicen lo que dicen y por qué me dicen lo que me están diciendo.
Como hijos de Dios tenemos una oportunidad muy especial, tenemos al Espíritu Santo, al Señor y la capacidad de doblegarnos dada por Dios mismo por su Espíritu Santo, de doblegar nuestras vidas.
Aunque si estamos en la otra posición donde oímos, ponemos la cara, seguimos escuchando lo que nos dicen y seguimos pidiendo una palabra en los diferentes aspectos de nuestra vida, pero luego no cambia nada, es una evidencia que somos tercos y necios; y Dios va seguir tratando con esto, hasta un punto.
En la Palabra hay un punto donde Dios dice, basta. ¡No corrijas más!
Resultados de la necedad:
"...el necio y rezongón va camino al desastre".
Proverbios 10:8
"El que desprecia a la disciplina sufre pobreza y deshonra".
Proverbios 13:18
Es decir que, la pobreza y deshonra, también es un resultado de la terquedad o la necedad.
Hay gente que puede estar diezmando, ofrendando, dando limosnas, ayudando a los necesitados y es una ley espiritual que “el que siembra cosecha”, pero si hay una raíz de terquedad y necedad, de todas maneras va haber pobreza y quizá no solamente pobreza material, pobreza en muchas áreas de nuestra vida, en nuestras relaciones, en nuestra familia, con nosotros mismos, nos sentimos unos pobres desgraciados.
Recuerde algún momento donde usted ha demostrado su terquedad, se siente como la peor de las personas, como el más desgraciado que hay en el mundo, a esa pobreza, se refiere la palabra a demás del dinero.
"Quien se burla de la instrucción tendrá su merecido".
Proverbios 13:13
Es muy común decir: “Vas a recibir tu merecido”. “Vas a sufrir las consecuencias”. “Tendrás tu merecido”.
Según la palabra, “vas a sufrir las consecuencias de tu necedad”.
"La sabiduría del prudente es discernir sus caminos,
pero al necio lo engaña su propia necedad".
Proverbios 14:8
El necio es una persona que vive engañada, que cree lo que no es, que cree estar bien sin estarlo, es más, hasta argumentando para defender su necedad.
"Rechazar la corrección es despreciarse a sí mismo;
atender a la reprensión es ganar entendimiento".
Proverbios 15:32
El necio está demostrando poco o nada de amor por su persona, no le interesa llegar a ser perfecto, no le interesa llegar a la madurez, simplemente dice: “Yo la rechazo, lo que pase con mi vida no me importa”.
Es una manera de decir: “No me amo, no me aprecio y muy por el contrario tengo un desprecio por mi propia vida”.
"...el necio divaga contemplando vanos horizontes".
Proverbios 17:24
Siempre está haciendo planes o mirando al futuro, pero en el aire, que no tienen ningún sustento, porque una persona que está basada en su necedad, no puede tener sabiduría para planear lo que viene en el futuro.
Ya que no oye la voz de Dios, ya vimos que a una persona terca o necia, Dios no le habla y cuando le habla, lo hace para corregir y como no acepta la corrección, no oye la voz del Señor.
Está expuesto a su propia vida, a sus propios deseos, a sus propios caminos y llega un momento que no tiene ni idea para donde va, de todas maneras vive divagando y haciendo planes, que a veces parecen alucinantes.
Vive en el aire, no baja a tierra, no tiene rumbo ni dirección.
Hasta aquí nos hemos referido al necio y al terco y lo que daríamos en decir la “parte negativa”.
Resultados de la sabiduría:
¿Cuál es la reacción del sabio frente a la disciplina y la corrección?
¿Cómo reacciona una persona que tiene entendimiento y temor de Dios?
"El de sabio corazón acata las órdenes".
Proverbios 10:8
Es decir, una persona sabia sabe estar bajo autoridad y respetar la autoridad.
La autoridad se puede equivocar, un papá se equivoca a veces con su hijo, pero el padre sabio le pide perdón al hijo y corrige su decisión.
Un jefe se puede equivocar, un pastor se puede equivocar, un presidente se puede equivocar, un esposo se puede equivocar, pero el sabio acata las órdenes, aún cuando la persona se pudo haber equivocado y si le tiene que decir algo se lo dice, pero se lo dice correctamente, porque respeta a la autoridad.
A un padre no le podemos gritar, aunque esté equivocado, pero sí debo aceptar su autoridad y en un momento determinado corregir, con respeto lo que está equivocado.
Lo fundamental es la reacción que tenemos frente a la autoridad, no si está equivocada o no, es la actitud lo que demuestra la sabiduría que tenemos o no tenemos.
"El que ama la disciplina ama el conocimiento".
Proverbios 12:1
Ésta es una persona que quiere saber más, cómo debe hacer tal o cual cosa, quiere mejorar, quiere crecer en todas la áreas, en lo emocional, en lo espiritual, en lo laboral, en todas las áreas.
Esta persona, cuando ve que a alguien le funciona el matrimonio, se acercan a preguntarle, cómo lo hace y los toman como modelo.
¿Se acercó usted alguna vez a algún matrimonio así? Esa es la gente sabia.
Hay gente que ve prosperar a alguien y lo critica, ahora, lo correcto sería en vez de criticar, preguntar la fórmula, porque si le funciona a él, a cada uno de nosotros, también debería funcionarnos.
Es cambiar de posición: ¿Qué estás haciendo, te está yendo bien en esto? “Dame consejo, dime como hacerlo, si hay una fórmula en Dios... Tonto sería si lo desprecio”. Esto es la sabiduría.
"...pero el sabio atiende el consejo".
Proverbios 12:15
El sabio busca el consejo, cómo puede hacer las cosas mejor, de qué manera, quien es sabio entre nosotros, quien es entendido entre nosotros, pues me acerco a ese, le pregunto y atendiendo su consejo.
Atender: En su raíz primaria, en el hebreo original, la definición es: “parar las orejas”.
"El hijo sabio atiende a la corrección de su padre".
Proverbios 13:1
Nos referimos tanto al padre como a la madre; básicamente el libro de Proverbios se refiere al padre, pero dice: el hijo avergüenza a la madre pero alegra al padre.
El padre y la madre, los dos son autoridad, los dos disciplinan a los hijos, los dos educan a los hijos, pero por la Palabra quien es el principal responsable en el hogar es: El papá.
Hablando de la educación en general y respecto del tema de la atender a la corrección de los hijos, de atender, me sucede con frecuencia que la mayoría de los asistentes son mujeres, mamás, son muy pocos los varones, los papás, entonces, decíamos:
¡Vamos a tener que romper algunas cosas en la cultura, para los varones que no acompañaron a sus esposas!
En el fondo aquellos que no asisten piensan:¡La educación le corresponde a la mujer, entonces no voy si ya fue ella para qué voy yo!
Aún en las escuelas dominicales de casi todas las iglesias, la mayoría son maestras mujeres y muchos menos los varones y realmente tendría que ser a partes iguales, porque la responsabilidad número uno le corresponde al padre, al varón.
En los seminarios de escuela dominical, la pregunta recurrente es:
¿Si el concepto de escuela dominical está en la Biblia? La respuesta es obvia, No.
Entonces, ¿por qué tenemos escuela dominical?
La primera escuela dominical fue por el año 1750, entre los metodistas, si bien, también los bautistas dicen que ellos fueron los primeros, o sea, ¡no es un invento de Dios!
No digo que esté mal, es una necesidad que tenemos ante una sociedad secularizada, por padres que no saben nada de la Biblia, entonces llegan a las congregaciones y allí se les empieza a enseñar a los niños.
Pero en realidad: ¿Cómo ve la educación Dios? Los llevó con la Biblia a lo que significa la educación para Dios.
Lea Deuteronomio 6 del 1-9, allí donde Dios le da a Moisés las órdenes y le dice: “Tienes que saberlas tú, se la tienes que enseñar a tus hijos y a tus nietos”
Es decir, que para Dios la formación está a cargo del papá, por supuesto que de la mamá también, juntos, pero la responsabilidad es del papá, la responsabilidad es del varón.
Entonces cuando uno ve que estamos hablando del tema de los hijos y hay veinticinco mujeres y cinco varones, lo que vemos es que: “La cultura es más fuerte que Dios”.
Nosotros como pastores hablamos duro contra la cultura, ya que esto es un asunto cultural, pero no es bíblico y todo lo que no sea bíblico, hay que hacerlo a un lado, rechazarlo y poner lo que la palabra de Dios dice. O sea que, cuando Dios dice:
El hijo sabio atiende a la corrección de su padre, es porque, el padre es el responsable número uno.
¡Papás, varones, por favor, en el nombre de Jesús tome el lugar que le corresponde! ¡Dios se lo delegó!
No es una enseñanza de esta congregación, o de alguno de los pastores, ésta es una enseñanza de la Palabra, si usted no toma las riendas de la educación de los niños, de la corrección y disciplina de los niños, está haciendo lo que no es correcto delante de Dios. ¡Recíbalo, en el nombre del Señor!
Jóvenes, varones, de 13 y 14 años, los que todavía están solteros, por favor, rompan con todo lo que venga de la cultura, cuando ustedes formen su hogar.
¡Y sepan varones que a ustedes les corresponde toda la responsabilidad en el hogar de cómo se van a criar y disciplinar a los hijos!
"Quien se burla de la instrucción tendrá su merecido;
quien respeta el mandamiento tendrá recompensa".
Proverbios 13:13
El sabio respeta lo que se le manda, además atiende el consejo, la corrección. Respeta lo que se le manda porque el que se lo está mandando es su autoridad.
"El necio menosprecia el consejo de su padre;
el que la acepta demuestra prudencia".
Proverbios 15:5
Es decir que, la prudencia es un efecto de la sabiduría y de aceptar la corrección, la persona que acepta la corrección, como consecuencia en su vida va a ser prudente, porque la sabiduría le da prudencia.
"Al necio le divierte su falta de juicio;
el entendido endereza sus propios pasos".
Proverbios 15:21
¿Cuál es la idea de endereza sus propios pasos?
Antes que lo corrijan se da cuenta de las cosas, el avisado, cuando ve que al necio se lo corrige toma consejo de eso.
Cuando uno es sabio, ve que a otro lo están corrigiendo por algo, dice:¡Tonto sería si caigo en lo mismo, con verlo ya sé!
Un hijo sabio, si a uno de los hermanos lo están corrigiendo o castigando por alguna cosa, se corrige solo.
Aún sin ver a otro, si somos sabios nos vamos a dar cuenta cuando nos equivocamos, nos tenemos que dar cuenta, porque la sabiduría es algo que viene de Dios.
El sabio es una persona a la que Dios le habla, por lo tanto, tiene que darse cuenta y endereza sus pasos, antes de que nadie tenga que decirle nada.
"El que atiende a la crítica edificante habitará entre los sabios".
Proverbios 15:31
"El oído que escucha las amonestaciones de la vida.
Entre los sabios morará".
Proverbios 15:31 (R.V.)
Esto es lo que veíamos previamente, si somos observadores y vamos entendiendo lo que pasa, al ver a un vecino o compañero, que por hacer lo que hizo tuvo una consecuencia tremenda, automáticamente, el sabio ve la amonestación que la vida le dio a esa persona, eso solo lo tiene que corregir.
"El temor del Señor es corrección y sabiduría,
la humildad precede a la honra".
Proverbios 15:33
El sabio tiene temor del Señor y el temor del Señor es corrección y sabiduría.
Quiero decir, el sabio dice: ¿Cómo hay que hacer con esto, no me quiero equivocar, quiero hacer bien las cosas?
¡Cuida el corazón! Si no quieres desagradar a Dios, tienes que cuidar el corazón y Dios no va a permitir que te equivoques.
Sí nos podemos equivocar, pero si en nuestro corazón no está la intención de equivocarnos y no queremos equivocarnos, por esa condición sabemos que
¡Si vamos a equivocarnos, Dios nos va a librar!
Aún como ministerio nos podemos equivocar, usted puede pensar ¡Nunca se equivocaron! En ocasiones frente a decisiones que estamos a punto de tomar, nos llega una palabra de alguno de los intercesores y al recibirla, nos damos cuenta que la palabra que estaba llegando era para corregir lo que estábamos haciendo, era equivocado; y estamos hablando de profetas y de apóstoles, gente de discernimiento de espíritu y más.
Ahora bien, como en nuestro corazón queríamos hacer lo correcto, Dios nos libró al enviar la palabra y no permitió que nos equivocáramos.
Todos necesitamos, ya sea que, seamos profetas o lo que seamos, necesitamos dirección, somos un cuerpo, entes aislados, si alguien cree que no necesita de otro que está en el cuerpo, es un necio, porque nadie puede caminar solo y Dios no puso a los demás para regañarnos, sino para corregirnos y que caminemos correctamente.
Eso es maravilloso, saber que formamos parte de un cuerpo, el cuerpo de Cristo, formamos parte de un ministerio, que formamos parte de todos ustedes y que puede haber gente que nos corrija, porque eso significa que Dios nos ama, profundamente nos ama es Señor, si así lo hace.
"Cala más un regaño en el hombre prudente
que cien latigazos en el obstinado".
Proverbios 17:10
A un necio usted lo corrige y parece que no le hizo nada, en cambio, un regaño para el sabio, le cala más profundo que cien latigazos, al necio.
Resultados en la vida de una persona corregible:
"El hijo sabio es la alegría de su padre".
Proverbios 10:1
Se gozan los papás por bien comportado que está el hijo.
"El que atiende a la corrección va camino a la vida".
Proverbios 10
Significa lo contrario de lo que hablamos del necio, que va a la muerte, puede ir a la muerte física o quizá no, pero es la muerte de muchas cosas en nuestra vida por la necedad. Ahora bien, a diferencia del necio, el sabio tiene un camino de prosperidad permanente, de crecimiento, de vida abundante.
Cristo dijo: ¡Yo vine a darles vida y vida abundante!
Es decir, hasta que rebalse, Dios no da poco, no da un vaso, Dios te sirve hasta el borde y hasta que empieza a desparramarse.
Una vida plena en todas las áreas, en el matrimonio, en cuanto a los hijos disciplinados, al trabajo en orden, cuando amamos al Señor y nuestra vida es de servicio para Él, cuando damos buen testimonio en todos lados, no le debemos nada a nadie, no tenemos problemas ni sobresaltos de ningún tipo, ni económicos, ni emocionales, ni de relaciones y si hay algún problema, lo tienen los demás con nosotros y no nosotros con ellos.
Hay gente que tiene problemas con nosotros, el punto es que no tengamos nosotros problemas con ellos, si tiene problema porque es necio, es su problema.
¡Eso es vida y vida en abundancia!
A veces espiritualizamos ese concepto, la vida de Cristo en mí, es la vida de Cristo manifestada en plenitud en todos los momentos de la vida, en los más sencillos y en los más simples de todos los días, no es algo para volar, es para vivir y andar flotando en el aire.
"El necio al punto da a conocer su ira;
Mas el que no hace caso de la injuria es prudente".
Proverbios 12:16 (RV)
"El necio muestra en seguida su enojo,
pero el prudente pasa por alto el insulto".
Proverbios 12:16 (NVI)
El prudente y sabio, sabe que cualquier cosa que se guarda de resentimiento para los demás es un problema para él mismo, el necio, en cambio, se enreda en enojos, se enoja por todo y discute por todo, rezonga por todo y todo le parece mal, siempre está mal él, si envenena a los demás también, pero él está mal.
El sabio no le hace caso, si tiene que confrontar a la persona lo confronta, no es que no lo hace, lo hace para corregirlo, pero a él no le hace mella, no se queda dentro de él.
Quiero compartir, algo muy personal: Yo tenía muchos resentimientos con mi papá y un día le entregué todo al Señor y dije:¡Señor nunca más! A partir de hoy, me hagan lo que me hagan, me digan lo que me digan, me insulten, me critiquen, no me importa quién me haga lo que me haga. ¡Yo lo voy a perdonar!
Porque nunca más quiero pasar lo que pasé en esos años de resentimiento, es por mi bien, me conviene.
¡Hay que ser vivo! El Señor me dio una manera muy chistosa de predicar el evangelio, les dije a las personas:¡Se dan cuenta que nos conviene tener a Cristo!
Dice la Palabra: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", soy todopoderoso, no se me pone nada adelante, todo lo puedo hacer y lograr.
¡Oiga, le conviene, no sea tonto!
¡Conviene tener a Cristo adentro! Le pregunte a una persona. ¿Alguna vez le predicaron así el evangelio?
Usted alguna vez, les dijo a sus hijos:¡Oye hijito, te conviene obedecer, vas a tener recompensa!
En verdad se ve poco esto, en cambio, siempre les decimos:¡Hay que portarse bien! ¡No hay que mentir! Y siempre es ¡No! ¡No! ¡No!
Cuándo les dijimos a los hijos:¡Oye hijito, si aprendes a obedecer te conviene! No vas a tener problemas nunca con nadie, porque el que es obediente, en todos lados va a funcionar bien, si eres estudioso y obedeces, el día que seas grande te van a dar becas en la universidad. Te van a llamar de los mejores lugares, se van a pelear por ti el día que trabajes, todos van a estar contentos contigo, porque como aprendiste a obedecer, a estudiar.
¡Aprendiste a estar bajo autoridad! No vas a tener problemas, te van a llamar de todos lados.
¡Se dan cuenta que nos conviene!
¡La obediencia, no es un mensaje negativo! Sí hay que obedecer.
¡Dejémonos disciplinar!
Ser sabios, nos conviene, cuanto más obediente somos, cuanto más sabio somos, más alto vamos a llegar, se nos abren las puertas solas. Se lo puedo asegurar.
Jóvenes: ¡Estudien, capacítense, obedezcan a sus padres, a los profesores! ¡Así, es otra cosa!
No soy de la prehistoria, pero cuando iba a la escuela, los maestros era más o menos como que Dios bajara a la tierra, daban miedo. ¡Era así!
Hoy en día enfrentan a los profesores, hay anarquía total.
¡Chicos cristianos, chicos de Dios, sean obedientes y respetuosos!
No se contagien de esas cosas porque ustedes van a ser los escogidos para los mejores puestos, tanto en las cosas del Señor, como en las cosas de la vida.
Sean sabios, déjense corregir, cuando los corrijan, atiendan a la corrección, eso va a ser para ustedes prosperidad y Dios los va a llevar alto y les va ir bien en todas las áreas de la vida.
Porque el que aprendió a ser corregido, cuando corrija a sus hijos, si fue corregible en su juventud, sus hijos le van a responder con obediencia.
Se lo digo a los padres, a veces se miente en la casa, la madre le dice al hijo:¡Que no se entere tu padre! Eso en realidad, es una mentira, los hijos luego cuando el das un consejo, no te creen y no tienes derecho a quejarte por esto, cuando ellos te ven mentir.
Si somos sabios, entendidos y obedientes, el día que nosotros estemos como autoridad, porque se transmite un espíritu, la gente va a responder, porque esa autoridad, ha sabido estar bajo autoridad.
Sí, hay necios que aunque ven esto con sus propios ojos, no lo hacen, pero eso es otro tema. ¡Nos conviene!
"El orgullo sólo genera contiendas,
pero la sabiduría está con quienes oyen los consejos".
Proverbios 13:10
"Quien se burla de la instrucción tendrá su merecido;
quien respeta el mandamiento tendrá recompensa".
Proverbios 13:13
Siempre nos conviene, porque nos gustan las recompensas, aún en la educación.
Me asombra lo poco que conocemos lo que Dios piensa, todo lo hacemos por regaño y por obligación, a los hijos se les dice: ¡Tienes que obedecer! Pocas veces se les dice, cuál es la recompensa por obedecer.
Dios no es así, cada vez que Dios nos pide algo, lea la Biblia, cuando ordena o manda algo, un versículo más abajo dice: "Para que te vaya bien, para que tengas larga vida, para que te multipliques y prosperes en todas las cosas".
Se dan cuenta, que lo que él nos da es mucho más de lo que nos pide.
¡Yo decía, que fuerte o mandón es Dios!
Pero me pide obediencia a todo lo que dice y la recompensa es mucho mayor.
Una cosa que frecuentemente recibimos es la queja de la gente porque hay que diezmar y ofrendar.
¡Qué pide esta gente! o ¡Dios pide dinero!
La Palabra dice: ¡Dame esto! E inmediatamente dice: ¡Abriré la ventana de los cielos y te daré hasta que sobreabunde!
¡Siempre que Dios le dice haz esto! Inmediatamente le dice: Ésta va a ser la recompensa.
Y qué poco hablamos de las recompensas, siempre hablamos de las obligaciones, por eso se nos hace pesado obedecer; aprendemos a obedecer, pero resulta que Dios dice: ¡Siempre que obedezcas vas a tener recompensa!
Tenemos que cambiar nuestra manera de hablar, de instruir y aún de disciplinar, cuando disciplinamos a un hijo lo hacemos como autoridad.
Con mi esposo le hablábamos a las personas, ponemos pautas fuertes, estamos disciplinándoles y les decimos ¡Tienen que ver detrás de lo que les estamos diciendo, lo que queremos lograr y lo que Dios quiere lograr con ustedes!
¡Si lo ven, van a ser restaurados! Si no lo ven, van a ir en deshonra.
Luego nos gozamos en ver: ¡Gente que aceptó la corrección! Pero ya vimos por el espíritu, lo que Dios va a hacer con sus vidas.
No es solamente, una orden: ¡Tienen que hacer esto y esto, corregir esto!
Es: ¡Dios, de ustedes dijo tal cosa! Y nosotros como su autoridad, no estamos viendo lo que está pasando en sus vidas ahora, estamos viendo lo que Dios quiere de ustedes.
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