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en público, por lo tanto no ha sido preparado y editado como un escrito formal.
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AUDIO
Uno de los grandes azotes que está viviendo la humanidad, y digo la humanidad porque creo que lo que voy a decir es a nivel mundial, uno de los grandes azotes, es la falta de seguridad. País donde uno está, le hablan de la falta de seguridad, se ve la inseguridad, casi a veces no se puede caminar por la calle a determinadas horas por la inseguridad, vemos que a cada paso y en cada nación la inseguridad comienza a aumentar y comienza a ser un azote que no puede detenerse.
Tiene diversas manifestaciones: robos, asaltos, secuestros, violencia aún intrafamiliar, y es más, la inseguridad se ve en una casa, porque uno no sabe cuando un padre puede pegarle a su hijo hasta matarlo o un hijo puede matar a su madre.
En las escuelas hay inseguridad porque, ¿qué es lo que estamos viendo? chicos que son tan violentos que llevan armas y se matan entre si, esto es una realidad ¿verdad? Creo que lo vemos en televisión, lo escuchamos en la radio, lo leemos en los periódicos, es decir, el grado de inseguridad en las naciones está llegando a un punto en donde los gobiernos ya no están pudiendo controlar lo que está pasando, ése es el tiempo que hoy estamos viviendo.
Ahora bien, ¿qué es lo que trae la inseguridad o la falta de seguridad?
Primero nos desestabiliza, o sea, nos saca de estar en una posición firme. En segundo lugar, nos hace desconfiados porque podemos estar pensando, bueno ¿y si esta persona un día hace algo contra mí? ¿qué es lo que puede pasar? Y además de desestabilizarnos y hacernos desconfiados, la inseguridad nos llena de temor.
En algunos lugares no puedes salir a la calle después de las diez u once de la noche, alguien para en una gasolinera a cargar gasolina y lo balean y lo matan ¿o no estamos viendo eso?
Entonces la falta de seguridad está trayendo al menos estas tres cosas, hay mucho más...
Nos desestabiliza, nos llena de desconfianza y nos hace vivir en temor.
Por eso, nosotros empezamos a ver medidas de seguridad cada vez mayores a las que antes se tenían.
Ahora por ejemplo, a la puerta de una casa se le puede poner doble cerradura, doble candado, en determinados lugares, edificios o lo que sea se levantan muros muy altos y esos muros pueden tener alambres de púa o electrificados para seguridad, y ahora la modernidad nos introduce a las cámaras de vigilancia, es decir, hay que vigilar a todos porque no podemos confiar de nadie porque no estamos seguros si un empleado puede o no puede hacer tal o cual cosa. Pero es más, funcionarios públicos, ejecutivos necesitan ahora tener los servicios de guardaespaldas porque su vida corre peligro.
Entonces estamos entrando, en el mundo, les aseguro con esta falta de seguridad, en un pánico para vivir, hay mucha gente que dice salgo de mi casa hoy pero no sé si regreso, ése es el mundo que nosotros estamos viviendo.
La Iglesia no está exenta de vivir en ese mundo. Entonces, todas las medidas de seguridad que se toman nos hacen ver que los seres humanos vivimos en inseguridad.
¿Por qué las naciones se arman? ¿Por qué mucha gente se muere de hambre en los países? Pero hay que tener aviones de guerra y hay que tener armamento y hay que tener tantas cosas porque si un día alguien nos invade tenemos que estar seguros de que vamos a repeler ese ataque, ¿se da cuenta cómo estamos viviendo?
Ahora bien, yo reflexionaba sobre estas cosas y veía que aparentemente lo que a la gente le da seguridad son las cosas visibles, candados, cadenas, cerraduras reforzadas, muros que se levantan, alambres electrificados, todas cosas que se ven… que se ven. Y parece ser que, lo que produce seguridad interior es lo que se ve exteriormente, yo necesito ver ahí un candado para estar seguro, y además salgo de mi casa o tengo doble cerradura y controlo bien de que la doble cerradura funcione, porque tengo miedo y fíjense, estamos basando la seguridad en cosas que se ven pero cada vez las cosas que se ven son menos efectivas porque te pueden desactivar un alambre electrificado, pueden desactivar las cámaras de vigilancia, se crea algo como una medida de seguridad y los maleantes crean otra cosa para invalidar, cancelar aquello que se tomó como medida de seguridad.
Quiere decir, que la seguridad exterior, la seguridad que vemos, está fallando, la seguridad que se ve no es confiable y no nos garantiza nada, porque el problema está en el corazón del hombre.
Ahora bien, si recorremos las páginas de la Escritura desde el Antiguo Testamento y todo el Nuevo Testamento, Dios siempre cuidó de los suyos, cuando ustedes leen tanto, el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento, Dios siempre cuidó, cuida y cuidará de los suyos. ¿Cómo lo hace? No con candados, no con cadenas, no con cámaras de vigilancia, cuando leemos la Palabra nos damos cuenta y si ustedes en este momento porque yo sé que empiezan a repasar versículos en su mente, dicen por ejemplo: El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
¿Eso es seguridad exterior? No. Entonces, nos damos cuenta que Dios tiene estrategias, mecanismos, formas totalmente diferentes a las que el mundo utiliza. Por eso, hoy queremos ver algunas cosas de la Palabra de Dios que nos van a desafiar a ver adónde está puesta nuestra seguridad, por eso, el mensaje se llama "seguridad probada", porque todo aquello que Dios ha provisto, cuando yo lo hago una experiencia en mi vida y de mi vida, ya no vivo desestabilizado, no vivo desconfiando y no vivo en temor.
Ahora el asunto es que Dios ya lo hizo, ya lo proveyó. ¿Cuál es mi experiencia? Quiero llevarlos a algo específico que va a ir en aumento.
Cuando Jesús estuvo en este mundo ustedes saben que Él vino a consumar la obra de la cruz, estuvo tres años y medio en la Tierra, el Padre lo envió, Él vino como cordero que quita el pecado del mundo, Él sabía que venía a enfrentar la cruz, pero en el tiempo que estuvo en este mundo Él necesito preparar, entrenar a discípulos suyos que luego fueron apóstoles para una misión, para una tarea específica.
Lo que vamos a leer, y está en Juan si quieren abrir el Evangelio de Juan, lo que vamos a leer tiene que ver con momentos particulares con la vida de Jesús cuando está al borde de ir al Calvario, al borde y casi al límite de que lo entreguen y Jesús habla con sus discípulos, y el Evangelio de Juan el capítulo 13 y el versículo 16, Jesús hablando con sus discípulos dice estas palabras:
"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador,
para que esté con vosotros para siempre."
Juan 14:16
¿Qué le está diciendo Jesús? Muchachos, yo me voy a morir, voy a ser sepultado, voy a resucitar, voy a estar cuarenta días en la Tierra, pero luego me voy. ¡Imagínense los discípulos! Después de tres años y medio de estar con el Maestro, de recibir sus enseñanzas, de compartir diariamente con Él, de beber de esa fuente inagotable espiritual. A nivel humano, los muchachos habrán pensado, ¿y ahora qué hacemos?
Jesús les dijo: Está todo previsto, no hay ningún problema, está previsto por anticipado de que ustedes van a estar seguros. Y entonces, en este versículo que nosotros acabamos de leer les dice: Yo le voy a pedir al Padre y Él les va a dar otro Consolador para que esté con vosotros para siempre.
Déjeme decirle que este otro, significa: otro de la misma calidad que Yo, otro de la misma esencia, porque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen la misma esencia, el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios.
Jesús dijo, el que el Padre les mande no será de inferior calidad será de la misma calidad que Yo, de la misma esencia que Yo, Jesús hablaba palabras a su espíritu para que ellos se apropiaran de estas palabras, pero dice, rogaré al Padre para que les mande otro Consolador y estará con ustedes para siempre.
Yo no sé qué le pasa a usted cuando lee estas palabras "para siempre", porque si a usted esto no le provoca algo adentro tenemos un problema, porque es para siempre. Esto no falla, esto no fracasa, esto no depende de mí acción, aunque yo puedo entristecer al Espíritu Santo y puedo anular su acción, pero en el plan de Dios es, el Espíritu está con ustedes para siempre, mayor seguridad que ésa ¿dónde la vamos a encontrar?
Por eso, el nivel de nuestra vida cristiana fluctuará en donde estemos basados, si nosotros miramos la falta de seguridad del mundo, si nosotros miramos que se acerca el 3 de agosto y todavía los republicanos y los demócratas no se ponen de acuerdo, y qué va a pasar con la deuda, si nosotros miramos los foreclosures y las casas ¿Qué va a pasar conmigo? ¿Qué va a pasar con mis hijos? ¿Para qué traje hijos al mundo? ¡Mira el mundo que les toca vivir!
Hermano usted no conoce a Dios, perdone que le diga, usted es un religioso. Jesús les dijo: Yo me voy, pero eso se los dijo antes de morir, no había muerto todavía, pero antes de morir les dijo: Yo me voy pero les dejo al Espíritu Santo que va a estar con ustedes para siempre, y luego de eso les dice:
"El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir,
porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros, y estará en vosotros."
Juan 14:17
¿Qué mayor garantía? Yo les mando alguien, discípulos míos, Iglesia, les mando alguien que el mundo no conoce porque no lo puede conocer, pero ustedes sí lo conocen, ustedes estuvieron tres años y medio conmigo, me conocieron, ustedes bebieron de esta fuente, el mundo no, pero ustedes sí, quiere decir que ustedes pueden apropiarse de la acción de ese Espíritu Santo. Está con, está en y dice estará sobre vosotros.
Ahora, es muy interesante leer también el capítulo 16 y los versículos 13 y 14:
"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere,
y os hará saber las cosas que habrán de venir.
El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber."
Juan 16:13-14
Ahora bien, aquí Jesús resume la seguridad interna que Él les quiere manifestar a sus discípulos y a nosotros hoy para que sepamos lo que el Padre nos ha concedido.
Primero nos habla de un Consolador, el Consolador dice, el Espíritu Santo. Este Consolador y ustedes muchas veces han escuchado esta palabra es Parakletos en el griego, este Parakletos es un abogado, un intercesor, un intermediario, un consejero, y es un abogado que concurre a la corte representando a la persona, éste es el Consolador. Es decir, el Consolador, el Parakletos, va a estar siempre al lado de ustedes defendiéndolos en cualquier momento y en cualquier lugar, eso es Parakletos, eso es Consolador, alguien que va a la corte a representar a una persona, pero además es un consejero, pero además es un intermediario, Jesús dijo: Éste es el que viene.
Pero cuando seguí profundizando en el significado de Consolador, bendije a Dios, porque escuche lo que significa Parakletos, Consolador: tiene que ver con fuerza, valor, coraje que hace a la gente capaz de enfrentar cualquier batalla. Eso es Consolador. Así que no solamente es alguien que va contigo a la corte, no solamente es alguien que está ahí representándote, sino que actúa de tal manera en el interior de cada hijo de Dios que le da coraje, le da valor, le da fuerza para enfrentar cualquier batalla.
No es que vamos a eludir las batallas, no es que vamos a estar dentro de un frasco aislados de todo, no, las pruebas vienen, las circunstancias vienen, los mismos problemas que todo el mundo tendremos, pero solamente hay un Consolador, un Parakletosque además de representarnos en la corte dice que dentro tuyo va a salir el coraje, la fuerza, el valor para enfrentar cualquier batalla.
Si la Iglesia no lo está viviendo no es un problema de Dios, es más, orar por esto es pecado. Usted no puede orar por lo que Dios ya le dio. Si Dios dice, te di el Parakletos, te di el Consolador que te representa si hay alguna acusación contra ti, él te defiende porque eres hijo, pero además te da fuerza, te da valor, te da coraje para enfrentar cualquier circunstancia, ¿por qué no lo tomas?
Quiere decir, el nivel de mi conocimiento de Dios determina como yo enfrento las circunstancias de la vida. No ore a Dios por esto, ya lo tiene, el asunto es que ignoramos.
Mire, el adulterio es pecado, pero la ignorancia es peor pecado que el adulterio, porque la ignorancia te lleva así…así… a donde quiera.
La Iglesia ya no puede vivir en la ignorancia, no puede vivir no sabiendo aquello que Dios le depositó, es pecado desconocerlo. Por eso, las cosas que están pasando en el mundo nos absorben, nos ponen tristes y andamos siempre debilitados y no sabemos qué hacer y mucho menos hablarle a otro de Cristo, si a mí no me funciona ¿a quién le hablo?
Esto es una realidad, esto se cumplió porque el Espíritu Santo después de que Jesús se fue vino ¿no? Esto se cumplió, esto no es a futuro, esto se cumplió.
Ahora mire, Jesús califica al Espíritu Santo, le voy a decir lo que estoy queriendo decir, en el versículo 17 de Juan 14 dice:
"... el Espíritu de verdad."
Muchachos, les dijo Jesús, Él además de Espíritu Santo que se conecta con todo lo santo, es Espíritu de verdad, todo lo que el Espíritu Santo diga es verdad. ¿Qué produce inseguridad? Cuando nos dicen una mentira o una media verdad. Jesús dice, hay una garantía de seguridad en este Parakletos, que este Parakletos es un Espíritu de verdad, su esencia es verdad y todo lo que te diga cristiano es verdad. Pero para eso, necesito la conexión con el Espíritu Santo, yo no puedo andar buscando la verdad, no puedo ignorar la verdad porque Él es el Espíritu de verdad, Jesús lo calificó para dar seguridad.
Pero luego en el versículo 26 en el capítulo 16 que hemos leído, dice:
"El os enseñará (…)"
Quiere decir que el Parakletos actúa como maestro, es el Espíritu de verdad pero cuando actúa como maestro ¿qué nos enseña? La verdad. Por eso, Jesús dijo, Él tomará de lo mío y os lo hará saber.
Lo que el Espíritu Santo diga discípulos, es lo mismo que Yo les dije, no va a competir conmigo, no va a decir algo diferente, no va a decir, Jesús dijo una cosa y el Espíritu Santo dice otra, porque tenemos la misma esencia y en una misma esencia hay unidad espiritual.
Pero además, si hubiera alguna duda dice: Él les recordará...les recordará…
Si en algún momento te olvidas de algo, el Espíritu Santo te lo recuerda. En la vida natural si a mí me dicen tienes que ir dos calles para allá, después una a la derecha, después dos a la izquierda y después doblar, en un momento que me olvidé y no recuerdo, eso me hace inseguro ¿qué me dijo tal persona? Y estoy inseguro de lo que me dijo.
El Espíritu Santo cuando me recuerda, me recuerda lo que Jesús dijo, no me puedo perder, ahí está la voluntad de Dios, no es un misterio la voluntad de Dios, no tengo que ayunar para recibir la voluntad de Dios, está provista en el equipamiento que Dios nos dio desde el momento que fuimos hijos ¡Gloria a Dios! ¿Verdad?
Muy bien, ahora Jesús cuando estaba diciendo todo esto, estaba transmitiendo la seguridad del Padre en el Antiguo Testamento, la que Él les había provisto en ese momento y lo que vendría a partir del Espíritu Santo. Pero recordé cuando estaba viendo todo esto, que en las cartas del apóstol Pablo, Pablo usa como sinónimo de seguridad una frase, la frase es: en Cristo.
¿Recuerdan esa frase? En Cristo.
Por ejemplo en 2º Corintios 5:17, a ver si lo recuerda lo vimos en Marcados a Fuego, dice: el que está en Cristo es una nueva creación o persona.
En Cristo, es decir, hay muchas veces que Pablo en sus cartas habla de la frase en Cristo, es decir, contenidos dentro de Cristo, en el ámbito de la presencia, seguros, guardados y protegidos. Lo mismo que dijo Jesús, Pablo lo dijo en otras palabras: en Cristo. ¿Sabe para qué? Para decirle a su Iglesia ¡estás segura, estás protegida, no tengas conflicto, no estás desamparada!
Ahora bien, llegado a este punto, el Señor me mostró algo: la seguridad está ligada a la autoridad, cuando el Señor me mostró eso dije: a ver… a ver Señor ¿cómo está eso?, sí así es: la seguridad está ligada a la autoridad o a estar bajo autoridad. Le voy a hacer algunos ejemplos, por ejemplo: cuando un chico se porta mal y hace algo que él sabe que está mal ¿de quién se esconde? ¿De quién? De los padres ¿por qué? porque sabe que… porque los padres son autoridad ¿o no?
Un chico cuando hace algo mal se esconde de la autoridad, siempre sucede eso. Cuando un maleante robó un banco y está escapando ¿de quién escapa? De la autoridad. Antes de robar el hombre estaba seguro, nadie lo había descubierto, pero en el momento que robó el banco él sabe que hizo algo mal, entra en un estado de inseguridad y escapa de la autoridad, siempre pasa así.
Es más, ahora vengamos a la Palabra: Adán, todo estaba perfecto con Dios ¿no?, la voz de Dios se paseaba en el huerto al aire del día, Adán vivía en comunión con Dios y bajo la autoridad de Dios, en el momento que Adán come del fruto, Dios le dice: ¿dónde estás tú? Tuve miedo y me escondí. ¿Pero por qué tuviste miedo?
Adán ya sabía… porque hice algo que no debía.
Hasta ese momento, la autoridad de Dios lo protegía, hasta ese momento la autoridad de Dios lo cubría, hasta ese momento la autoridad de Dios lo mantenía en comunión. En el momento que se sale de la autoridad entra en inseguridad.
¿Ve qué está ligado? La seguridad y la autoridad están perfectamente relacionadas.
Pero es más, ¿se acuerdan cuando Dios mandó a Noé a construir un arca? Le dijo, mira, he visto que voy a destruir toda la Tierra porque la maldad de los hombres me llegó y no aguanto más, solamente a ti te he visto justo. ¿Qué era lo que pasaba con Noé? Noé estaba bajo la autoridad de Dios, ¿entonces que hizo? Hizo un arca, algo totalmente desconocido para él, porque él no sabía lo que era ese barco, pero además de eso en ese tiempo no llovía como nosotros vemos hoy en día, sino que la tierra se bañaba de un rocío, para él esto era totalmente inusual, sin embargo le creyó a Dios, construyó el arca, su familia se salvó y más que eso, Noé y su familia sirvieron para iniciar una nueva etapa de la raza humana. Todo esto ¿por qué?, porque un hombre estaba seguro bajo la autoridad de Dios.
Pero mire lo que agrego acá: seguridad y autoridad da como resultado "obediencia".
¡Eso fue lo que hizo Noé! Seguridad y autoridad, da como resultado obediencia, siempre va a ser así, siempre va a suceder así. Noé estaba perfectamente entendido de lo que Dios le había pedido.
Jesús nunca operó, nunca funcionó fuera de la autoridad del Padre, cuando leemos a Jesús en Juan, siempre nos damos cuenta que Él quería hacer la voluntad del Padre.
Él dice: según oigo del Padre así juzgo, Yo no abro mi boca hasta que el Padre no hable, ¿qué significa eso? Yo estoy bajo autoridad. Jesús sabía la misión que tenía, claro, pero nunca, Él cuidó siempre de funcionar, operar bajo la autoridad del Padre.
Esto es sumamente importante, porque aquí es donde a veces en nuestra vida vienen los grandes conflictos que nosotros tenemos y las grandes pérdidas de tiempo. Porque ¿saben qué pasa? cuando nosotros no estamos seguros y no estamos bajo autoridad y no obedecemos, nosotros retrocedemos. Usted puede pedir perdón, pero en la pedida de perdón usted perdió muchos días de su vida y en arrepentimiento y perdió muchos días de su vida para avanzar en el propósito. El perdón y el arrepentimiento están por si acaso, pero no podemos vivir pecando ni pidiendo perdón, nosotros tenemos que caminar hacia lo que Dios nos indicó.
Cada vez que yo estoy inseguro porque no estoy bajo autoridad y no estoy obedeciendo, yo retrocedo. Claro que puedo volver, Dios es maravilloso, pero ¿por qué tengo necesidad de hacer eso si estoy corriendo una carrera? Yo tengo que mirar para adelante, es otra propuesta la de Dios que la que nosotros nos hemos hecho de nuestra propia vida, por eso todo se hace lento…todo…todo…todo se hace lento, nada sale, todo está como frenado, como parado y oramos a Dios y Dios dice, es que tu nivel de comprensión, criterio espiritual es tan bajo que como no estás percibiendo todo el equipamiento que te puse por eso estás en esa situación, pero sabes Yo no te voy a sacar, tú tienes que subir.
Ahora bien, cuando yo analicé todo esto me di cuenta de que cuando nosotros estamos seguros porque estamos bajo autoridad, hay un sentido de seguridad que tenemos por estar bajo autoridad que es irreemplazable, porque la función de la autoridad es cubrir, proteger, es más, la función de la autoridad es ampliar para que yo despliegue todo el potencial que Dios me ha dado. Estamos hablando de la autoridad bien entendida, de la autoridad espiritual.
Quiere decir que cuando yo estoy bajo autoridad, mi sentido de seguridad se afirma para que yo camine en el propósito de Dios.
Conforme vi esto, ahora quiero llevarlos a Romanos 8:14 y 15… tiene que ver con todo lo que estamos hablando, dice:
"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios."
Romanos 8:14-17
Me llama mucho la atención siempre que leo este versículo 14: Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Mire que simple, los que son hijos tienen la guía.
Se los digo al revés, si tienes la guía eres hijo. ¿Me escuchó lo que dije? Si eres hijo de Dios tienes la guía de Dios del Espíritu Santo, la tienes… Y va a comprobar que si tienes la guía de Dios eres hijo, entonces esto nos hace pensar… ¿Soy hijo o no soy hijo? ¿Tengo la guía o no la tengo?
Acá dice así, yo no puedo cambiar esto:
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios,
éstos son hijos de Dios.
Ahora, acá necesito hacer algunas acotaciones importantes.
Primero, el Espíritu Santo es Señor, gobierno. Todos los que son guiados por el Espíritu, es decir, todos los que reconocen el señorío y la autoridad pueden ser guiados. Quiere decir que hay un componente mayor, no cualquiera es guiado, porque el Espíritu Santo es Señor, porque el Espíritu Santo me quiere guiar pero depende de que su señorío sea algo reconocido, aceptado en mi vida.
Pero es más, ahí dice, y emplea la palabra hijos, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
La palabra hijos aquí, no es nenes chiquititos, es hijos adultos y maduros, porque en el griego hay dos palabras hijos, en este caso la guía es para los hijos que han crecido. Mire qué simple, cuando usted tiene su nene de tres, cuatro, cinco, seis años, lo tiene que llevar de la mano guiándolo, ¿verdad? usted no lo puede soltar en la calle, aunque usted le indique… mira para acá…para allá…no…no…no lo tiene que llevar de la mano, pero cuando ese nene tiene dieciocho ¿lo lleva de la mano? Lo guía, le dices vas para acá, después doblas, ¿por qué? Porque no lo puedes llevar de la mano, sería absurdo llevarlo de la mano, lo estaría minimizando llevándolo de la mano. ¿Ya entendió verdad?
Eso hace el Espíritu Santo con los hijos adultos, los guía.
Significa, les indica el camino pero ellos son los responsables de caminarlo.
Esa guía siempre será inequívoca, no hay lugar a que haya una falla, pero el camino lo voy a recorrer yo. El cristiano niño… ¡Señor tómame de la mano! No… no, disculpe, porque así vamos a estar cincuenta años, pasarán generaciones de niñez espiritual y de gente que toma leche y tendremos que hablar siempre a niveles de esos niños, pero es muy anormal que un niño de cinco años se quede en cinco años. Entonces, lo que el Señor hoy nos está invitando es a hacer un ejercicio de crecimiento, pero de crecimiento en madurez, de crecimiento en el carácter de Cristo, de decir Señor hoy mi seguridad va a estar dada porque estoy bajo la autoridad del Espíritu Santo y ese Espíritu Santo me va a guiar a toda la verdad pero el camino lo voy a caminar yo.
Pero hoy tenemos muchos cristianos sin dirección, siempre digo que las consejerías en las iglesias se acabarían si la gente adulta realmente se dejara guiar por el Espíritu Santo. ¿Por qué tanta consejería? ¿Por qué tantas horas en consejería? ¿Sabe por qué? Porque no acepto el gobierno del Espíritu, entonces quiero escuchar de que alguien, una autoridad espiritual me diga a veces lo que yo quiero escuchar, a veces que me pase la mano por la espalda para tenerme lástima y a veces, es porque nunca quiero solucionar el conflicto y seguir así y lo estiro.
El Espíritu Santo es Señor y toma a los hijos adultos y los guía a lo que es la voluntad del Padre. Estos, dice, tienen la seguridad de que son hijos de Dios, hijos adultos de Dios. Por eso, luego dice: ustedes no recibieron el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que ustedes recibieron el espíritu de adopción por el cual clamamos Abba Padre.
La inseguridad tiene que ver con el espíritu de esclavitud.
Cuando somos esclavos de la inseguridad, cuando somos esclavos de nuestros pensamientos, cuando somos esclavos de doctrinas, cuando somos esclavos de un montón de preceptos que nos vinieron a la mente, o de reglas, nosotros estamos otra vez en servidumbre, pero la libertad y la seguridad me la da venir bajo el gobierno del Espíritu para que Él me guíe. Pablo dice, ustedes no recibieron espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, ahí está... temor. Ustedes recibieron un espíritu, mire, de cercanía con Dios, porque la palabra o la frase Abba Padre, significa "papito… papito querido"… ¡Oh Dios de los cielos y de la Tierra!... ¡Papito querido! ¡Papito querido!
Dios está cercano, pero ojo, el Espíritu Santo nos debe gobernar, esto es sumamente importante para que nos demos cuenta que, los hijos adultos siempre van a recibir la guía del Espíritu Santo, de otra manera va a ser imposible recibir una guía, siempre andaremos a tientas para cualquier decisión en la vida y andaremos preguntando si lo hago o no lo hago, si será bueno o si será malo.
Ya la Iglesia de Jesucristo tiene que cambiar ¿por qué? porque sino el mundo no tendrá dirección. Si nosotros carecemos de dirección, ¿cómo daremos dirección al mundo?
Pero bien, de esto, quiero volver a Jesús y quiero ver algo muy gráfico y quiero volver al evangelio de Juan. Dice Jesús:
"He aquí la hora viene, y ha venido ya,
en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo;
mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.
En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad, yo he vencido al mundo."
Juan 16:32-33
Está profetizando Jesús, les dice a los muchachos, ¿saben qué? Va a llegar un momento que me van a dejar solo, cuando ustedes vean que me agarran, me prender para ir a la cruz, ustedes todos se van a ir y me van a dejar.
Y eso pasó, lo dejaron solo, después de tres años y medio Pedro lo negó. ¡Fue tremendo! Pero además de profetizar eso Jesús dice, Yo no estoy solo porque el Padre está conmigo, la seguridad.
Pero dice:
"Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.
En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad, yo he vencido al mundo."
Juan 14:33
En el mundo tendréis aflicción. Aquí la palabra mundo se refiere al sistema anti-Dios, se refiere a los valores que maneja la gente que no conoce a Dios, se refiere a un sistema que está opuesto a todo lo que Dios dice, de ese mundo habla, no está hablando en este momento de habitantes del planeta Tierra.
En el mundo ustedes tendrán aflicción, o sea, en ese sistema anti-Dios, en ese sistema que en todo se opone a Dios ustedes tendrán aflicción.
¿Sabe lo que significa la palabra aflicción? Presión, opresión, tensión, angustia, tribulación y adversidad. Dígame si ésa no es la experiencia nuestra de todos los días, presión, opresión, adversidad, aflicción… hablas con cualquiera y le mencionas algo del Señor, la gente le echa la culpa a Dios y a veces nosotros queremos defender a Dios y no sabemos cómo hacerlo y no es que hay que defender a Dios, simplemente hay que conocerlo.
En el mundo tendréis aflicción y sí, tengo deudas, mi hijo se fue de mi casa, no puedo pagar las cuentas…no…no… No está hablando de eso, no está hablando de esas aflicciones, está hablando de la aflicción provocada por mantenerme seguro y convencido de lo que soy en Dios.
En ese sistema anti Dios se vendrán contra ustedes por las convicciones de fe que ustedes tienen, por eso cuando el mundo nos aplaude ¡ojo! tenemos un problema, analicemos por qué nos aplaude.
En el mundo ustedes tendrán aflicción, pero mire lo que dice Jesús: Yo he vencido al mundo. ¿Había muerto? No, todavía no. No se lo dijo después de la cruz, no se lo dijo después de la resurrección, se lo dijo antes. ¿Sabe por qué? porque para Jesús ya estaba la obra lista, Él ya había muerto, ya había sido sepultado y ya había resucitado.
Dijo: en el mundo ustedes tendrán este tipo de aflicciones pero confíen, tengan seguridad, Yo he vencido a ese sistema que se opone a Dios.
Ahora me metí en un problema y si Él venció a ese sistema que se opone a Dios, ¿por qué no lo veo? ¿Sabe por qué? Porque Jesús lo hizo a nivel legal en la cruz, ¿pero sabe quién lo tiene que hacer práctico en el mundo? La Iglesia.
Le estamos todavía pidiendo a Jesús que trabaje con el mundo, que castigue a los malos… que haga esto… que haga lo otro... No, no, no, momentito…
Hubo una acción legal en la cruz del calvario y Jesús venció a los poderes de las tinieblas y venció al sistema anti-Dios, pero la Iglesia es la encargada de tomar ese paquete y trasladarlo al mundo. Predicar el evangelio es parte de eso, pero establecer la justicia del Reino también es parte, pero mostrar el gozo del Señor también es parte, vivir en la comunión del Espíritu también es parte. Es decir, es todo un paquete impresionante depositado en la Iglesia para que la Iglesia lo haga efectivo.
Jesús ya lo hizo, por eso, la importancia de la Iglesia. En cada lugar, en cada pueblo, en cada ciudad, en cada lugar, a mi no me pide todo el mundo, me pide ahora un lugar, tú tienes que saber cuál es el lugar que te pide para establecer esa victoria sobre el sistema anti-Dios en el entorno en el que estás, yo no sé cual será, pero ven, cuando no somos efectivos en lo que se nos ha encargado, entonces, nada sucede porque unción que no se usa se pudre.
Podemos venir acá miércoles, domingos, orar por las naciones, hacer tantas cosas pero si yo no tomo el paquete de la victoria... Por eso, hoy cantamos de la victoria… nuestra fe que ha vencido al mundo, si yo no tomo de esa victoria y la traslado primero a mi vida y segundo al entorno que me rodea, el mundo seguirá siendo negado de la sal y de la luz que la Iglesia tiene.
Ahora, quiero ver algo más que dijo Jesús cuando está orando al Padre:
"Como tú me enviaste al mundo,
así yo los he enviado al mundo."
Juan 17:18
Ahora bien, el mismo Jesús que dijo, Yo he vencido al mundo, ahora le dice al Padre, no los quites del mundo, guárdalos del mal pero déjalos acá.
Uno podría decir, Señor, ¿por qué no equiparamos las cosas? ¿Por qué no somos un poco más equilibrados? Si hay un sistema que Tú venciste, si ahí hay algo que Tú ya hiciste, ¿por qué nosotros no podemos vivir como aisladitos y todos guardaditos? Porque bueno, finalmente los que se van a perder se van a perder, pero nosotros somos tu rebaño, nosotros somos tu remanente, ¿por qué no nos dejas aquí adentro?
Jesús dijo: mire...mire…mire, tenemos que entender, ustedes están en el mundo aunque no son del mundo, Yo vencí el sistema anti-Dios ¿para qué? Para que como Tú me enviaste al mundo Padre, Yo los he enviado al mundo.
Ahora le aclaro que aquí la palabra mundo no es el sistema anti-Dios, aquí la palabra mundo es el planeta Tierra. Pero ¿qué dice Jesús? Ellos están en el mundo, no son del mundo, Yo los envío al mundo, planeta Tierra, porque tienen que cumplir una misión: levantar la victoria que yo conseguí contra el sistema del mundo, el sistema anti-Dios.
¿Fui claro? Quiere decir: estoy en el planeta Tierra, Jesús me dejó en el planeta Tierra con un propósito determinado, que yo tome eso, la victoria que Él logró y yo pueda decirle al mundo: señores aquí les muestro la victoria, porque esta victoria es una esperanza.
Jesús fue muy coherente con lo que dijo, por eso, nunca Él prometió librarnos de pruebas, Él dijo que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo... La cuestión es saber para qué estoy yo en este mundo, en este planeta Tierra donde el Señor me puso.
Ahora, quiero finalmente llevarlos a un pasaje del apóstol Pablo, pero quiero decir algo que es muy importante, el apóstol Pablo pasó por todas las circunstancias difíciles en su vida: naufragios, al borde de la muerte, en una oportunidad fue descolgado de una ventana, tuvo que escaparse, nunca ese hombre a nivel físico, pudo estar seguro de su vida, lo metieron preso por causa del evangelio... pero nos va a hacer muy bien leer lo que Pablo dice en Romanos 8:35-39:
"¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles,
ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
Romanos 8:35-39
Éste es un canto de victoria, porque repito, mire que Pablo sufrió todo esto que él dice, todo esto lo sufrió todo, absolutamente todo, pero dice, está escrito por causa de ti estamos muertos todo el tiempo. ¡Ahí está la llave! Se ha dicho muchas veces, por causa de Él estamos muertos todo el tiempo, es decir, yo puedo estar viviendo, teniendo una existencia física que si no sirve para los propósitos de Dios, sirve para muy poco, quizás para lograr algunas en la Tierra que no son de valor, pero cuando yo me considere muerto, Pablo siempre se consideraba muerto, entonces, podía vivir como muerto pero sabiendo que aquellas cosas que le acontecían, él ya estaba como muerto.
Es decir, aunque haya hambre, desnudez, espada, peligro, cuchillo, ¿cuál es el problema? Yo ya estoy muerto por causa de ti.
Entonces, aquí encontramos el secreto de la seguridad, no es solamente que Jesús lo haya dicho, la seguridad viene cuando yo morí a mí mismo, cuando la vida de Cristo está en mí y se manifiesta, porque entonces yo tendré la seguridad interior y reconoceré siempre el gobierno del Espíritu Santo.
Cuando estoy vivo puedo argumentar, puedo justificar, puedo dar sugerencias al gobierno del Espíritu Santo. Pablo dice, yo me considero muerto y como estoy muerto estoy seguro. ¿Más seguro que un muerto?… Dígame ¿si encuentra algo más seguro que un muerto? Usted lo pellizca, le clava un alfiler, no siente nada. Es muy difícil explicar esto en términos espirituales, ¿usted entiende? Porque no se trata de razonarlo, se trata de que espiritualmente yo incorpore el principio.
Pablo dice, puede haber todas las pruebas, pero yo no tengo ningún problema porque estoy muerto. Cuando Pablo escribía desde la cárcel, escribía con gozo y uno podría decir a nivel natural no puede ser, ¿cómo un hombre que está preso puede escribir y dando gozo, además a la gente que le está escribiendo? Pero sí sucede, ¿por qué? Porque Pablo había muerto para sí mismo y la vida que él vivía, era la vida de Cristo.
Por eso en este cántico de victoria mire lo que dice:
"Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó."
Romanos 8:37
Él decía, si Jesús ganó la victoria en la cruz del Calvario contra el sistema anti Dios ¿qué puede hacer una espada? ¿Qué puede hacer un cuchillo? ¿Qué puede hacer un incendio? ¿Qué puede hacer el mar y morir ahogado? Si Jesús ya venció.
¿Ve? Somos más que vencedores. ¿Qué querrá decir con eso Pablo, más que vencedores? Tremenda, más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Mire lo que dice:
"Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles,
ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto,
ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar
del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
Romanos 8:38-39
Iglesia ¿Quién nos puede separar del amor de Dios? Si Pablo dijo, todas las cosas que me presenten, las cosas físicas no pueden, la espada, el cuchillo o aun el hambre u otras cosas no pueden. Pero además dice, ni la vida, ni la muerte, ni los ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto… nada… nada nos puede separar del amor de Dios.
Cuando uno está seguro puede experimentar el amor de Dios, porque una cosa es que lo digamos y sabemos que Dios nos ama y sabemos que somos objetos del amor de Dios, pero cuando tú y yo experimentamos ese amor, habiendo pasado por este proceso, ni la vida, ni la muerte, nada el amor de Dios me sostiene y estoy seguro.
Querida Iglesia, creo que Dios nos está llevando cada vez más a enfrentar el mundo que estamos viviendo. Lo dije en varios lugares, necesito decirlo porque sino no sería fiel a lo que Dios habla.
El mundo no va para mejor, Estados Unidos no mejorará, los países del mundo no mejorarán, habrá acuerdos, acuerdos de paz, habrá tratados económicos, habrá lo que usted quiera, pero el mundo se está preparando porque Cristo viene, por eso, hoy cantamos del regreso.
Mi mensaje de hoy es de entrenarlos para el mundo que estamos viviendo, porque si yo le digo, quédese tranquilo Dios nos va a meter dentro de este frasco y nada nos va a pasar, les estoy mintiendo, porque usted lee Hebreos y muchos por causa de la fe y de Dios fueron partidos al medio, los leones los comieron vivos, fueron metidos en hogueras. Yo no sé los días que vienen qué nos van a deparar, porque por causa de Cristo podemos estar contra una pared y tendremos que decidir por vida o por muerte ¿me está entendiendo? Yo no lo quiero asustar, pero necesitamos ver la realidad.
Jesús dijo: ustedes están seguros porque el Parakletos, el Consolador, que está con ustedes, en ustedes y sobre ustedes les da seguridad. Los hijos adultos vivirán guiados por el Espíritu Santo, pero en este mismo capítulo donde Pablo dice lo de la guía del Espíritu Santo está diciendo esto… está diciendo puede haber un día, donde puede presentarse una situación y entonces, ¿saben qué? ni lo alto, ni lo bajo, ni la muerte, ni la vida, ni nada creado me separará del amor de Dios en Cristo Jesús.
Y puede ser que un día, los planes nuestros se aborten porque el mundo habrá cambiado tanto que todo vaya conduciéndose al final, la cuestión es cómo vamos a responder nosotros. La seguridad no es para disfrutarla yo, ¿sabe para qué es? para mostrársela a la gente de afuera. ¡Ahí está el secreto! Por eso, Jesús dijo: Padre no los quites del mundo, sabes Padre, Yo los envié al mundo, solamente guárdalos.
¿Sabes Iglesia? Dios te guarda, pero cuando estás haciendo lo que tienes que hacer, cuando estamos cumpliendo lo que tenemos que hacer, el Espíritu Santo nos ama tanto que nunca, nunca va a dejar de hablarnos a nuestra conciencia, a nuestro corazón, a nuestro espíritu, para experimentar quién es Él.
Y este amor del Padre, del que está hablando Pablo, es el amor que cada uno de nosotros tiene, pero espere, es un amor adulto para hijos adultos. Es un amor adulto para hijos que saben que ni la muerte, ni la vida, ni la espada, ni el cuchillo, ni el hambre, ni la desnudez, ni nada los podrá separar del amor de Dios. Porque aquellos de Hebreos 12 fueron aserrados y cortados al medio, pero reconocían el amor de Dios y ellos amaban a Dios y por eso murieron.
¿Ve? Es un nivel diferente al que muchas veces nosotros tenemos en nuestra mente, que Dios siempre nos va a librar, pero como vimos en Marcados a Fuego, los tres muchachos le dijeron a Nabuconodosor, nos echas al fuego y Dios puede librarnos, pero si no nos libra... ¿qué significa eso? Dios sigue siendo Dios.
Querida iglesia Generación en Conquista, Dios sigue siendo Dios ¿No? Y nada nos puede separar del amor del Padre.
Por eso, al finalizar esta tarde yo quisiera que oremos sinceramente al Señor, cada uno oremos sinceramente, ¿sabe por qué? Porque ésta es una cuestión de una ministración nuestra con el Espíritu Santo, de una respuesta nuestra a todo este equipamiento que el Señor nos dio, de todo aquello de que hemos sido depositarios y que todavía no hemos trasladado.
¿Sabe por qué? Porque oportunidades tenemos todos los días, las tenemos, pero si yo no sé, si yo no experimento la seguridad estando bajo autoridad para obedecer, nunca podré trasladar aquello que es mío que el Señor me lo dio.
Por eso, les pido a cada uno que estemos orando sinceramente ante el Señor, para decidir lo que queremos hacer, si vamos realmente a decir como Pablo, no hay nada que me separe de tu amor, no hay ningún elemento físico, no hay ningún elemento material, ninguna cuestión espiritual, ninguna circunstancia en la vida que me vaya a separar de Ti y Señor, los días que vienen voy a honrar tu nombre, sea lo que sea que pase en este mundo.
Oremos al Señor:
Padre, Tú has traído esta Palabra en este día porque nos quieres hacer ver que siempre, siempre has tenido cuidado de nosotros, aun Señor, repasando cada hoja de la Palabra tuya, de la Biblia, nos damos cuenta que la seguridad está probada y comprobada. Pero hemos visto Señor hoy el recorrido que Jesús hizo para hacernos ver en qué se basa la seguridad, hemos visto también que Él venció al mundo y nos ha dejado en este mundo, en este planeta Tierra, para hacer las obras que ya estaban previstas.
Señor, estamos en el siglo XXI, en una época de crisis y de falta de seguridad en todos los países de la Tierra. ¿A dónde correremos para refugiarnos? Ya casi no hay lugar donde refugiarnos, pero seríamos injustos contigo si todavía seguimos pensando en buscar lugares físicos seguros.
Hoy queremos experimentar tu seguridad, queremos realmente valorar lo que Tú has puesto dentro de cada uno de nosotros. El mundo se guía por la seguridad visible, nosotros tenemos una seguridad interna, el Espíritu Santo, el Consolador, el que está con nosotros para siempre.
Padre, en el Nombre de Jesús, cada uno de nosotros hoy sinceramente y delante de ti está abriendo su corazón, cada uno sabe lo que está diciendo, porque aún podemos escuchar este mensaje y postergar decisiones tan importantes que tienen que ver con plantarnos como aquellos seguros, bajo gobierno y obedientes para hacer lo que tenemos que hacer.
Padre, que nada ni nadie nos haga demorar esa decisión, el mundo, el sistema anti-Dios que fue vencido por Cristo necesita ver a la Iglesia como representantes del que venció.
Señor ¡Gracias! Esto es un privilegio, estamos dotados porque tenemos al Espíritu Santo, tenemos su bautismo.
Perdónanos por la ignorancia, perdónanos por ser injustos contigo de pedirte cosas que ya tenemos de las que ya disponemos, pero que todavía no hemos sacado a la luz.
En el Nombre de Jesús, nos levantamos como congregación para decirte, ni la muerte, ni la vida, ni lo alto, ni lo bajo, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Padre, por el Espíritu declaro, que cada miembro de esta congregación hoy está haciendo una decisión que lo llevará a cumplir el precioso propósito que Tú has establecido para cada uno de nosotros. Es un privilegio ser hijos maduros, es un privilegio ser guiados por el Espíritu Santo, es un privilegio llamarte papito querido, pero hoy decidimos estar a la altura de aquello que Tú has puesto en nuestras manos.
En el Nombre precioso de Cristo Jesús, Amén, amén y amén.
¡Bendito eres Señor!
Gracia y paz del Señor. Sabe que son decisiones de victoria porque Él ya la ganó, nunca esta decisión nos va a llevar a la derrota ni al fracaso, siempre la victoria de Cristo cuando es manifestada produce una satisfacción en cada uno de nosotros.
Amén, gracia y paz del Señor.
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